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viernes, 30 de mayo de 2014

Ladrón de guante blanco. 4ª temporada (¡Ojo Spoilers!)


Al final de la 3ª temporada tenía lugar la vista para la libertad condicional de Neal, pero el agente Kramer, mentor de Peter y director del Departamento de Dleitos de Guante Blanco de Washington, pensaba cargarle varios delitos para obligarlo a trabajar para el FBI durante años y años, así que Peter lo ayudó a fugarse.
Esta 4ª temporada arranca 6 semanas después. Una comisión de investigación del FBI interroga a Peter sobre la fuga de Neal, sobre cómo pudo escaparse y si ha tenido noticias de él y tal, cosa que niega. Asuntos Internos del FBI envía al agente Collins, un experto en capturar a criminales fugados, que obliga a Peter a trabajar con él, pues no se fía de él y cree que sí está en contacto con Neal. Efectivamente, Peter ha recibido algunas postales del Caribe y por su cuenta ha tratado de rastrear la posible ubicación de Neal, y Collins, que no le quita el ojo de encima, lo sabe y utiliza a Peter para llegar a él.

Neal, por su parte, se está pegando la vida padre en una isla de Cabo Verde, sin tratado de extradición, en compañía de Mozzie, con lo que les quedó del tesoro del submarino. Peter y Collins llegan a la isla por separado casi al mismo tiempo, Collins para capturarlo y Peter para ayudarlo a escapar nuevamente. Casualmente resulta que el tipo que manda en la isla es un fugitivo buscado por el FBI desde hace 20 años, así que Peter y Neal lo llevan ante la justicia y así Neal se libra de la cárcel y vuelve a colaborar con los federales. Pero esta vez no se van de rositas y a Peter lo cambian de Departamento: lo envían a la Cueva, donde se almacenan las pruebas y archivos de todos los casos del FBI y permanece allí durante varios capítulos, aunque es algo temporal y al final acabará volviendo con Neal. Este asunto de la fuga de Neal ocupa los dos primeros capítulos y luego ya comienza la trama de esta temporada, que trata sobre el padre de Neal.

El padre de Neal fue un policía corrupto que mató a su superior. Neal siempre admiró a su padre e incluso pensó en ingresar en la Academia de Policía, hasta que Ellen Parker, la compañera de su padre, le confesó la verdad y Neal acabó decantándose por la carrera delictiva. Neal se crió con Ellen en Protección de Testigos y ahora está decidido a conocer toda la verdad sobre su padre e interroga a Ellen al respecto. Ella va hablándole de su padre a los pocos, diciéndole que siempre creyó que era inocente, hasta que su padre la sorprendió declarándose culpable. Un día que va a verla para seguir hablando de su padre ve a un montón de policías y a una ambulancia frente a su casa y a ella metiéndola en ella en una camilla. Alguien la ha atacado y Ellen muere poco después, pero antes le advierte a Neal de que la han encontrado y que debe ponerse en contacto con Sam, un amigo de su padre, que conoce toda la historia y que le ayudará a sacarlo todo a la luz.

Neal, su padre y el senador Pratt
Tras la muerte de Ellen, Neal recibe una cinta de video que Ellen grabó hace 30 años en la que dirigiéndose a él le explica que en la comisaría de su padre había muchos policías corruptos y estaba segura de que le tendieron una trampa. Asimismo, ella tenía a buen recaudo pruebas contra esos policías, así como la investigación que realizó sobre el caso de su padre, y le pide que la encuentre para que se sepa la verdad. El problema es que Ellen no le mencionó nada de ninguna caja con pruebas, y lo único que tiene de ella es una vieja llave, la cual ignora qué puede abrir ni a qué lugar corresponde.
Sam resulta ser bastante escurridizo y no se fía ni de su sombra, con razón ha estado escondiéndose de los que mataron a Ellen desde hace tantos años. Los primeros encuentros con Neal son muy breves pero al final acaba confiando en él y le habla de su padre. Todos los policías corruptos de la comisaría estaban a sueldo de un capo llamado Flint, y Sam está convencido de la inocencia de su padre, cree que se infiltró en la organización de Flint para desmantelarla, y que le tendieron una trampa. Peter no acaba de fiarse de Sam, así que a espaldas de Neal lo investiga y descubre que en realidad Sam murió hace unos años y que el hombre que se hace pasar por él no es otro que el padre de Neal. Éste lo confronta y su padre le cuenta su versión de la historia.

¡Zasca! Ya le tenía ganas
En una ocasión Flint lo vio llevándose dinero de un escenario del crimen, así que no le quedó otra que trabajar para él. Al final acabó hartándose y le dijo que lo dejaba y Flint aceptó, siempre que antes matara a su superior. Él se negó, pero cuando llegó hasta él ya era demasiado tarde, le habían disparado. La policía lo encontró al lado del cuerpo y con el arma del delito y lo enviaron a prisión. Al principio defendió su inocencia pero después, cuando las vidas de su familia y de Ellen fueron amenazadas, decidió declararse culpable.
El hombre a quien se enfrentan es el senador Terrence Pratt, que hace 30 años era uno de esos policías corruptos, un hombre que ahora es intocable y que está dispuesto a todo con tal de encontrar las pruebas de Ellen, pues podrían arruinar su carrera, así que Neal y su padre tratarán de dar con la caja antes que Pratt, no solo para sacarlas a la luz, sino también porque la caja podría contener pruebas que limpiarían el nombre de su padre.


Esta temporada se ha convertido en una de mis favoritas de toda la serie. Creo que fue en la 2ª temporada cuando Neal le dijo a Peter que su padre fue un policía corrupto, así que me gustó conocer toda la historia que hay detrás. Por cierto, descubrir que Sam era su padre fue la mayor sorpresa de la temporada. También me gustó la investigación que lleva a Neal desde la llave hasta la caja de pruebas. Lo de las claves secretas me encanta. Y el final de temporada acaba con un cliffhunger muy bueno que te deja con ganas de más. Ahora a ver si me veo pronto la 5ª temporada, que ya hace un tiempo que terminó.



miércoles, 28 de mayo de 2014

Fringe. 5ª temporada (Spoilers del final)


Bueno, ya ni recuerdo cuándo fue que vi esta última temporada de Fringe. Siempre estoy arrastrando un montón de reseñas pendientes por escribir (llevo demasiado tiempo sin bajar de las 12) y algunas tienen prioridad sobre otras, como las de los libros que cojo en la biblioteca, porque el préstamo es por 15 días, o las de los libros que constituyen los desafíos literarios que asumido realizar este año, así que muchas tengo que posponerlas, como la presente.
Cuando veo una serie, miniserie o leo un libro, voy tomando notas de lo que considero importante en un pequeño bloc, pensando en sus futuras entradas para el blog, que casi estoy terminando, y las de la 5ª temporada de Fringe están por la mitad, así que debí haberla visto hará unos 4 o 5 meses por lo menos, y creo que ya va siendo hora de borrarla de mi lista.

Como era de suponer, la temporada transcurre en ese futuro distópico que se nos presentó en el 4x19, un futuro donde los Observadores dominan el mundo cual régimen dictatorial y tienen su propia Gestapo, formada por humanos que no dudan en denunciar a los suyos para así congraciarse con los Observadores. La División Fringe se ocupa de investigar crímenes normales y corrientes y el equipo original Fringe lleva ambarizado desde el comienzo de la invasión, hace 20 años. Etta, una joven que trabaja en la División Fringe, forma parte en secreto de la Resistencia y descubre dónde se encuentra Walter. Así, a lo largo del capítulo consigue desambarizar a Walter, Astrid y a Peter, y al final se nos revela que Etta es la hija de Peter y Olivia.
Esta 5ª temporada empieza poco después, cuando desambarizan a Olivia y la ponen al día de cómo están las cosas, y se produce el emotivo encuentro con su hija, que ya es toda una mujer (durante el caos que siguió a la invasión Etta se perdió y por mucho que buscaron ya no volvieron a saber de ella, y esto hizo que se resintiera su relación con Peter). Por aquel entonces Walter tenía un plan para acabar con los Observadores y lo último que recuerda Olivia es que la envió a un lugar en busca de algo que necesitaba para llevar adelante el plan, pero entonces ambarizaron la zona y ella se quedó allí atrapada.

Pero Walter está algo tocado y no recuerda nada de ningún plan, así que de momento no saben qué hacer. Los cuatro establecen su cuartel general en el viejo laboratorio de Walter de Harvard, que está medio ambarizado y allí se esconden de los Observadores y su Gestapo. En el laboratorio encuentran una cinta de video en la que sale Walter hablando de su misterioso plan. En previsión de lo que le pudiera pasar, grabó una serie de cintas con las instrucciones para llevar a cabo dicho plan, así que de eso es de lo que se ocupa esta temporada final.
Las cintas están atrapadas en ámbar allí en el laboratorio y tienen que ir sacándolas con cuidado. Además las cintas llevan mucho tiempo en ámbar y algunas están dañadas, así que Astrid tiene que trabajar en ellas para mejorar el audio y la imagen. Casi en cada capítulo desambarizan una cinta y ésta les lleva a viajar a un determinado lugar, viviendo su correspondiente aventura no exenta de peligros, tras la cual consiguen algún extraño objeto o material que de entrada no saben para qué sirven, pero no será hasta que los tengan todos que descubrirán la utilidad de cada uno. 
Viendo las cintas también descubren que Walter tenía un misterioso ayudante llamado Donald, del que Walter tampoco se acuerda, que lo ayudó a llevar a cabo el plan contra los Observadores, pero que desapareció después de que éstos se lo llevaran. Así que aparte de seguir las instrucciones de las cintas también tratarán de descubrir quién es Donald y qué fue de él. Y esta es una de las mayores sorpresas de la temporada, porque en los últimos capítulos descubrimos que Donald no es otro que... ¡Septiembre! Qué alucinante.

¡Septiembre con pelo!
Los Observadores llevan un chip en el cerebro que les da sus poderes, pero que elimina sus emociones. Septiembre llevaba demasiado tiempo implicándose con Walter e infringiendo sus reglas, así que lo cogieron y como castigo le quitaron el chip, convirtiéndose en un humano normal y corriente.
¿Te acuerdas del niño Observador de la 1ª temporada? Pues es una parte importante del plan contra los Observadores. El niño es hijo genético de Septiembre y entre los suyos era considerado una anomalía, porque tenía los poderes de los Observadores pero también emociones, así que para protegerlo Septiembre lo envió al pasado (los Observadores proceden del S. XXVII).
El plan consiste simple y llanamente en construir una máquina del tiempo con los elementos que han ido reuniendo y enviar al niño al futuro, al momento en que un científico, investigando sobre cómo se podría aprovechar toda la capacidad del cerebro humano, acabaría por inventar el chip que daría lugar a los Observadores. De esta manera estudiarían al chico y verían que no sería necesario renunciar a las emociones para desarrollar toda la capacidad cerebral, los Observadores no llegarían a existir y la invasión jamás habría tenido lugar.


Una vez más tengo que hacer constar mi indignación ante la suerte corrida por esta gran serie. Es sin duda una de las mejores de la última década, pero inexplicablemente su audiencia fue bajando y bajando hasta rozar mínimos históricos (cosa que no me entra en la cabeza, porque las temporadas que más audiencia perdieron me parecieron las mejores). Al menos es de agradecer que no la cancelaran directamente y que permitieran hacer esta última temporada para darle el final que se merecía.
La temporada consta de 13 capítulos en vez de los habituales 22 y si la comparamos con las precedentes, resulta ser algo floja. Con eso de las cintas siguen el sistema de caso por capítulo, como en las series procedimentales, que a mí me gustan pero aquí es como bajar el nivel, sobretodo porque van un poco a ciegas y además hay momentos que no aportan gran cosa, como lo de Peter convirtiéndose en Observador, que dura 2 o 3 capítulos, hasta que Olivia lo convence de quitarse el chip, antes de que no haya vuelta atrás. ¿Y para qué sirve esto? Pues para nada, aparentemente solo para rellenar espacio.

Windmark, el malo
La temporada no se pone realmente buena hasta los últimos capítulos, cuando descubres lo de Septiembre y en qué consiste el plan. A mí me encanta lo de los viajes en el tiempo y sus consecuencias y tal, y el sacrificio que hace Walter lo hizo ser aún más grande de lo que ya era, fue un final muy emotivo, además que hubiera recuperado sus recuerdos de la línea temporal original (los recuerdos de su vida con Peter y todo lo que vivieron juntos) contribuyó a ello.
Los viajes en el tiempo molan, como digo, pero los detalles hay que tenerlos bien atados para que nada chirríe y todo encaje a la perfección. Y el final de Fringe, tengo que decirlo, no me dejó satisfecho.

Tal y como nos lo cuentan, al llevar al niño al futuro no se inventará el chip, los Observadores no existirán y por tanto la invasión no tendrá lugar y la línea temporal original se reescribirá a partir del momento de la invasión. Pero yo no lo veo así. A mi modo de ver la no existencia de los Observadores no solo afectaría a la invasión, sino que afectaría a la base misma de la serie. Recordarás que Peter, el Peter de Walter, murió de niño a causa de una extraña enfermedad. Eso sigue igual porque no guarda relación con los Observadores. En el Otro Universo, el hijo de Walternativo, nuestro Peter, padece la misma enfermedad y Walternativo trata de dar con una cura. Cuando da con ella se ve interrumpido por Septiembre, que quería ser testigo de ese gran momento, y por su culpa no se dio cuenta de que la había encontrado y siguió buscándola. Por ello, Walter cruzó al Otro Lado, para llevarse a Peter, curarlo y luego devolverlo, aunque todos sabemos que cambió de opinión, y con su acción provocó la ruptura del tejido del Universo y posteriormente la guerra entre Universos. Por consiguiente, si los Observadores no existieran Septiembre no habría interrumpido a Walternativo en la búsqueda de la cura de Peter, Walter no habría cruzado al Otro Lado, no habría dañado el tejido del Universo ni causado la posterior guerra, y todos habrían llevado una vida tranquila, aunque tristemente sin conocerse. Así es como yo lo veo.

A no ser que algunas cosas hubieran ocurrido de todas formas. Que Walter, viendo a Peter siempre por su ventana entre Universos, decidiera llevárselo igualmente y criarlo como a su hijo, causando que todo ocurriera igual excepto lo de los Observadores (lo cual explicaría que al reescribirse la línea temporal viéramos a Peter con Olivia y Etta). O, yo que sé, que Peter, que es tan inteligente como su padre, descubriera la existencia del Otro univeros (o sea, el nuestro), cruzara y acabara conociendo a Olivia. Las posibilidades son infinitas.
De todas formas me quedo con lo bueno de este final. ¡Hasta siempre, Walter Bishop!

viernes, 23 de mayo de 2014

Los Cinco en la Granja Finniston, de Enid Blyton

Los Cinco es una serie de novelas juveniles, 21 en total, escritas por Enid Blyton, que se publicaron entre los años 40 y 60 y que tuvieron muchísimo éxito, igual que ahora los libros de Gerónimo Stilton. Están protagonizadas por dos chicos y dos chicas, y un perro. Julian, Dick y Anna son hermanos y Georgina es su prima, pero solo responde al nombre de George; tiene el pelo corto y quiere que la traten como a un chico, y por último está Tim, su perro, que siempre la acompaña a todas partes. Los Cinco viven un montón de aventuras, que tienen lugar mayormente durante las vacaciones de verano, y siempre se ven envueltos en algún tipo de misterio, como la búsqueda de algún tesoro, investigar robos o secuestros y tal. A mí me regalaron éste, el nº 18 de la serie, en mi comunión, que no ha llovido ni nada, y desde entonces me lo leí dos veces. Ahora me dio por volver a leerlo, por eso de escribir la reseña para el blog, mi hobby principal después de la lectura. Además no me costó nada leerlo, porque son apenas 160 páginas que se leen del tirón, y de hecho me llevó un solo día.
Antes de nada, decir que no es necesario leerlos en orden ya que cada libro es una aventura diferente y no hay referencias cruzadas entre ellos (bueno, eso que yo sepa, este es el único que me he leído de la serie y al menos aquí no se menciona ninguna de las otras aventuras de los Cinco).

Aquí van a pasar dos semanas de vacaciones alojados en la Granja Finniston, en Dorset, ya que su dueña, la sra. Philpot, es amiga de la madre de George. La Granja Finniston tiene problemas económicos y por eso los Philpot se ven obligados a alojar huéspedes en ella. Allí conocen al abuelo Philpot, que siempre se está quejando por todo, y a los gemelos Enrique (aunque uno de ellos es una chica), que se muestran bastante ariscos con ellos y siempre están con el ceño fruncido. Los Cinco descubren que este comportamiento se debe a los otros huéspedes, el sr. Henning, un americano ansioso por llevarse toda antigüedad que encuentre en la granja y sus alrededores, y su hijo Junior, que es aborrecible, que les ocasiona muchas molestias. Los gemelos pensaban que los Cinco les darían tanto trabajo como Junior y por eso se comportaban tan groseramente con ellos para que se fueran, pero después de que le den una lección a Junior (con la inestimable colaboración de Tim) su actitud cambia para con ellos y enseguida se hacen amigos.
Un anticuario del pueblo, el sr. Finniston, les cuenta la historia del castillo de Finnston. Que fue asaltado y arrasado por el fuego en el siglo XII. Según cuentan, Lady Finniston y sus hijos consiguieron escapar a través de un túnel secreto que llevaba desde el castillo hasta las bodegas. Éstas nunca se encontraron, así que todo lo que hubiera dentro, oro, joyas, etc, debería continuar allí. Los chicos creen que si dan con el túnel secreto que lleva a las bodegas y encuentran el tesoro, los problemas económicos de los Philpot desaparecerán, así que se ponen a buscar la posible ubicación del castillo.


El libro es bastante ameno. Como he dicho antes, es muy fácil de leer y sus 160 páginas se pasan volando, tranquilamente se puede leer en un solo día. Pero claro, el libro es para niños y eso se nota. La prosa es algo simple y a veces parece que no ocurre gran cosa, solo los niños recorriendo la granja o hablando o divirtiéndose, pero bueno, yo ya sabía lo que me iba a encontrar.
En mi biblioteca tienen 17 de los 21 libros de la serie, incluído éste, y estoy seguro de que acabaré leyéndolos todos. A ver si para el año que viene.






jueves, 22 de mayo de 2014

Through the Never, la jodida película de Metallica, contada paso a paso

Como ya dejé constancia en la otra entrada de esta película, soy heavy desde los 14 años y me encanta Metallica, y la primera vez que la vi casi me da algo, porque es alucinante de principio a fin, todo un puro espectáculo. Cuando paso mucho tiempo sin volver a verla me entra el mono y tengo que verla otra vez, y ya lo he hecho en cinco ocasiones. Me gusta tanto que he decidido escribir esta segunda entrada para contar con pelos y señales todo lo que pasa en la película, así que prepárate que vas a flipar.
La película empieza con un plano aéreo que recorre una ciudad, la noche en la que Metallica va a dar allí su único concierto. La cámara se detiene en el estadio donde tendrá lugar el concierto, mientras por la radio escuchamos que las entradas están agotadas. Un coche destartalado, cubierto de pegatinas de grupos de rock, se detiene en seco frente al estadio, mientras suena “Whiplash” por los altavoces. Su conductor, un gordo fan del grupo, se baja y al ver los carteles que anuncian el concierto de Metallica se pone a flipar allí mismo, saltando y luego subiéndose al capó de su coche, en plan “¡Metallica!¡Hijo de puta!¡Esta noche puedes irte a la mierda, maldito universo!”.

Por su lado pasa un chaval encapuchado en monopatín, nuestro protagonista, que se cae a un charco. El chaval entra por la parte de atrás, pasa por debajo de unos arcos y por donde están descargando unos camiones y llega hasta el párking, donde tiene su furgoneta, tan destartalada como el coche del gordo. Deja en ella sus cosas y se retira la capucha, dejándonos verle la cara por primera vez. Entonces pasa por su lado un Rolls Royce que petardea y echa una gran llama por el tubo de escape, que es conducido por nada menos que James Hetfield, el cantante de Metallica, que lo mira de reojo al pasar por él. El chaval, que no tiene nombre, se dirige a la entrada del backstage, donde está Kirk Hammett, el guitarrista del grupo, enseñándole su guitarra a uno de los técnicos, que está goteando sangre, aparentemente (un efecto que podremos ver durante el concierto). El chaval les enseña su identificación y Kirk le da su visto bueno y le deja pasar.

Recorre un pasillo con amplificadores y otros aparatos a uno y otro lado y los técnicos cargando cosas y conectando cables a toda prisa para que todo esté listo para el concierto. Llega hasta su jefe y le da el paquete que le envió a buscar y éste le dice que se quede cerca, que tal vez lo necesite más tarde. Sigue adelante y pasa por un cuarto donde está Robert Trujillo, el bajista, tocando su bajo en su clásica postura en cuclillas. El cuarto esta lleno hasta arriba de amplificadores y al tocar, las vibraciones desprenden polvo del techo. Luego se cruza con Lars Ulrich, que va acompañado de unos técnicos y luego ambos se dan la vuelta y se miran al mismo tiempo. El chaval sigue hacia el escenario y empieza a escucharse “Ecstasy of Gold”, de “El bueno, el feo y el malo”, que siempre suena en sus conciertos antes de que el grupo salga a escena. Se queda mirando el escenario y a cámara rápida vemos cómo se van llenando las gradas. Las luces se apagan y la gente empieza a flipar y a silbar. Entonces aparece James Hetfield, que empieza a recorrer el pasillo que conduce al escenario y les hace gestos al público, en plan “¿Sentís la magia? ¿Listos para flipar?”. El resto del grupo entra seguidamente, que saluda desde el escenario y los vitorean, y sin perder un instante entran a saco con “Creeping Death”. Durante la canción se nos muestra un primer plano de cada miembro del grupo, tocando cada uno su instrumento: Lars flipando mientras toca la batería y Kirk moviendo rapidísimo los dedos sobre el mástil de su guitarra. Con James y Robert idem.

¡Vamos, hostia!
Durante el estribillo el escenario se llena de sangre, con un efecto de luces espectacular y el grupo invita al público a hacerles los coros. La cámara se desplaza hacia las gradas y allí en las escaleras está nuestro chaval, agitando el puño como los demás. Entonces aparece su jefe, que lo reclama y él lo acompaña a regañadientes. Hay un camión parado en el centro de la ciudad con algo que el grupo necesita para esa misma noche y él tiene que traerlo sin perder un instante. Se dirige hacia su furgoneta y uno de los técnicos le da uun bidón de gasolina, que no tiene mucho sentido ahora pero que luego tendrá su utilidad. Y mientras, la canción sigue.
Regresamos con el chaval, que se sube a la furgoneta y se toma una pastilla azul y roja, lo cual explicaría todo lo que pasa después en la ciudad. Le da unos golpecitos a un arlequín que cuelga del espejo retrovisor y arranca, mientras comienza “For Whom The Bells Dolls”. Aquí atención a la cara de Lars, que parece estar matando a alguien con sus baquetas, y luego a la alucinante guerra de guitarras entre James, Kirk y Robert con su bajo, tocando mientras se mueven en círculos, y luego cada uno regresa a su sitio. Nada más acabar la emprenden con “Fuel”. Vemos el interior del motor de la furgoneta, cómo circula la gasolina y cómo se produce la chispa, y durante los siguientes minutos vamos alternando entre el concierto y el chaval, conduciendo y buscando en un mapa la calle donde se encuentra el camión.

Acaba la canción y la furgoneta se salta un semáforo en rojo y frena en seco en mitad del cruce. Afortunadamente las calles están desiertas. El chaval mira un cartel de neón con la huella de una mano ensangrentada y entonces, ¡zas!, un coche impacta de lleno con él, haciéndole dar dos vueltas de campana. A continuación se produce una escena un tanto surrealista en la que el chaval se cae al agua, pero me imagino que es así como él ve el accidente a causa de la pastilla de antes. En el escenario comienza “Ride the Lightning”. James está cantando, a lo suyo, y entonces el micro se estropea. Se cabrea y lo tira al suelo y les hace gestos a los de sonido para que se encarguen de él y se va a otro de los micros que hay repartidos por todo el escenario. Luego se producen unos efectos especiales bastante guays de descargas eléctricas sobre el escenario, como arcos voltaicos. Después pasamos al chaval, que aún está dentro de la furgoneta boca abajo y regresamos al escenario, donde se producen unas explosiones y ráfagas de ametralladoras. Volvemos con el chaval, que sale tambaleándose de la furgoneta y se acerca al coche, que está vacío. Por la radio hablan de unos disturbios en el centro de la ciudad. El hombre está de pie a unos metros, dándole la espalda. Le dice “¡Hey, hey!” (las únicas palabras que pronuncia en toda la película) y el hombre se vuelve, con la cara ensangrentada, mira algo que lo acojona y sale corriendo en dirección contraria. Suena “One” y el chaval coge el bidón de gasolina y el arlequín y sigue caminando. Pasamos al escenario, que está casi a oscuras y la única luz proviene de unos rayos lásers verdes y luego se producen unas explosiones.

El chaval ve un caballo arrastrando el cadáver de un policía con el pie enganchado en el estribo y luego aparecen como unas 30 personas o así corriendo por la calle, en la misma dirección que el caballo, armados con bates y cadenas, y luego unos coches de policía con la sirena puesta y por último otro coche de policía en llamas. Pasamos al escenario y tras “One” empieza “Memory Remains”. James cambia de guitarra y en el estribillo (na, na, na, na...) el público lo corea. La canción acaba con los coros del público y empieza “Wherever I May Roam”, cuando el chaval llega al centro de la ciudad. Se ven pequeños fuegos por doquier y coches calcinados. A un lado hay como unas 100 personas con la cara cubierta y armados con bates y cadenas, y al otro otros tantos antidisturbios, y a él lo pillan en medio. Los polis empiezan a golpear las porras contra los escudo, siguiendo el ritmo de la canción. La carga comienza mientras suena “Cyanide” y enseguida empiezan a llover piedras y granadas de humo. Entre un bando y el otro la emprenden a hostia limpia, lanzando cócteles Molotov, los perros policía se lanzan contra los alborotadores y las palizas acaban en muerte, tanto de un lado como del otro.

Un tipo a caballo que lleva una máscara antigás va colgando a unos y otros de las farolas. El chaval le tira una piedra a la cabeza y el jinete empieza a perseguirle, pero él consigue dejarlo atrás y llega hasta una calle con gente colgada de las farolas y coches calcinados. Empieza “And Justice For All”. En el escenario los técnicos montan una estatua gigante de la Dama de la Justicia, que sale en la portada de dicho álbum. James les hace gestos de cómo tienen que colocar las piezas y le gusta cómo va quedando. Durante el clímax de la canción la estatua es derribada y las piezas caen peligrosamente cerca de Lars, que sigue tocando la batería como si nada. Acaba la canción y volvemos con el chaval, que llega hasta el camión. Llama a la puerta del conductor pero éste parece colocado y no se entera, así que se sube a la parte de atrás y allí encuentra únicamente una vieja bolsa de viaje de cuero. La abre y lo que ve en su interior lo deja tan alucinado que tiene que sentarse.
(Esto hay que aclararlo: la bolsa de viaje perteneció a Cliff Burton, el primer bajista de Metallica, que murió en un accidente de autobús a los 24 años, y el grupo la lleva siempre con ellos como recuerdo).

Empieza “Master of Puppets” y volvemos al escenario, y durante el estribillo regresamos con el chaval. Un tipo, a lo lejos, lo saluda con la mano y entonces a su lado aparece el jinete de antes y luego los alborotadores y los antidisturbios, y todos juntos corren hacia él. El chaval coge la bolsa de viaje y el bidón de gasolina y sale por patas. Al final lo acorralan en un callejón sin salida, se detienen a unos metros y lo miran en silencio. Entonces empieza a sonar “Battery”. El chaval se tapa la cara con un pañuelo, se cala la capucha, deja la bolsa de viaje en el suelo, se echa gasolina por encima, enciende un mechero, se planta fuego y se lanza contra ellos con las manos desnudas y la emprende a puñetazos. Sobra decir que lo muelen a palos.
A continuación tocan “Nothing Else Matters” y nos pasamos toda la canción en el escenario. Luego empieza “Enter Sandman” y volvemos con el chaval. Está boca abajo en un párking al aire libre y no tiene ni rastro de quemaduras, así que lo de antes debió ser una alucinación causada por la pastilla. Tiene una alucinación con el arlequín en la que éste cobra vida, y mientras empieza a levantarse aparece el jinete, que le echa una soga al cuello para colgarlo de una farola. El chaval se debate, le coge el martillo que lleva en la silla de montar y le golpea la cabeza, consiguiendo así librarse de la soga. El jinete cabalga hacia él, el chaval coge el martillo y como si fuera Thor golpea el suelo con todas sus fuerzas, lo que hace que las ventanas del edificio que hay al lado exploten todas. Un segundo martillazo convierte al jinete y a su caballo en polvo de ceniza y los edificios colindantes se vienen abajo, quedando la zona completamente arrasada, como si hubiera caído una bomba.

Te vas a cagar
La onda del segundo martillazo llega hasta el escenario, produciendo explosiones y que salten chispas y que los focos se vengan abajo. Incluso dos técnicos acaban envueltos en llamas. James detiene el concierto para asegurarse de que todo el mundo está bien. Llegan los ATS y se llevan a los heridos y James pregunta si pueden seguir tocando. Retiran los focos y demás cosas y les traen unos amplificadores, que a James le recuerda cuando tocaban en el garaje de su casa, al principio, prueban los instrumentos y empiezan “Hit the Lights”.
El chaval consigue llegar por fin al estadio con la dichosa bolsa de viaje, con la cara hecha un cromo, pero cuando llega no hay ni Dios. El grupo ya no está y las gradas están vacías. Sube hasta el escenario y deja la bolsa de viaje bajo el haz de luz de uno de los focos y se marcha.
FIN.
¿Qué? ¿Acaba así? Tranquilos, aún hay una escena más. El grupo está en el escenario, sin nadie más, sentados en unos taburetes y tocan “Orión”, tema instrumental que tocaron en el funeral de Cliff Burton, en plan tranquilo, como si estuvieran ensayando. Entonces aparece el chaval, con la misma cara de cromo, que se sienta en uno de los asientos de las gradas, y se queda a escucharlos, y mientras tanto van pasando los créditos. Lo último que vemos es un primerísimo plano de la bolsa de viaje de Cliff Burton, que está parcialmente quemada.



lunes, 19 de mayo de 2014

Venganza, de Douglas Preston y Lincoln Child

Este es el primer libro de la nueva serie de Douglas Preston y Lincoln Child. La verdad, no sé cómo lo hacen, porque cada año sacan su correspondiente libro de Pendergast, de autoría conjunta, así como el que cada uno escribe por su cuenta, y ahora encima empiezan con una nueva serie. Deben acabar uno y ponerse ya con el siguiente, menudas máquinas. En fin, a lo que vamos.
Cuando tenía 12 años, Gideon Crew vio cómo su padre era tiroteado tras haber tomado un rehén en el complejo donde trabajaba. Años más tarde, cuando su madre yacía moribunda en la cama de un hospital, le reveló a Gideon la verdad sobre lo ocurrido con su padre. Su padre era un prestigioso matemático que trabajaba para el INSCOM, el Comando de Inteligencia y Seguridad del ejército de Estados Unidos, en la elaboración de un nuevo sistema de encriptación, denominado Proyecto Thresher. El trabajo de su padre era ponerlo a prueba y asegurarse de que no tuviera fallo alguno. Pero sí lo tenía y dejó constancia de ellos en un memorándum enviado a sus superiores. Estos no hicieron caso y lo pusieron en funcionamiento. En tan solo dos meses los rusos consiguieron descifrarlo y como resultado 26 espías estadounidenses fueron descubiertos y asesinados.

Cómo no, le echaron la culpa a su padre y éste se vio obligado a secuestrar a aquel hombre, para obligarles a sacar el asunto a la luz. Pero en vez de eso optaron por matarle para silenciarlo. El hombre responsable fue el general Tucker, responsable también del Proyecto Thresher. Con su último aliento su madre le hace prometer que, le lleve el tiempo que le lleve, le hará pagar a Tucker lo que le hizo a su padre. Esto es algo que le lleva ma´s de 10 años, pero finalmente logra destruir a Tucker y de paso limpiar el nombre de su padre. Gideon respira por fin aliviado, pero no tarda en descubrir que está lejos de haber acabado, pues alguien ha estado espiándolo durante mucho tiempo y sabe todo lo que ha hecho para llevar a cabo su venganza, incluso conoce el secreto mejor guardado de Gideon, su pasado como ladrón de guante blanco.
Esa persona es Eli Glinn (para los habituales de Preston y Child este nombre no nos resulta desconocido, es el protagonista de “Más allá del hielo” y el mismo que ayudó a Pendergast a fugarse de prisión en su trilogía de Diógenes), y cree que Gideon es el candidato perfecto para desempeñar una misión de vital importancia, gracias a sus habilidades tan peculiares. En esos momentos un científico chino se dirige hacia Estados Unidos en avión, con los planos de una nueva arma de alta tecnología que inclinará la balanza de poderes en favor de los chinos, así que su labor será hacerse con esos planos de la forma que sea. Para convencerlo, Glinn le muestra a Gideon las radiografías que le hicieron tras el incidente con el general Tucker, radiografías que no le mostrarn y que revelan que padece una enfermedad congénita que acabará con su vida en como mucho un año, y para la que no existe curea. Glinn se ofrece a pagarle una gran suma de dinero para que puede disfrutar cómodamente de lo que le quede de vida, y Gideon acaba aceptando, aún impactado por la noticia.
Es la suya una carrera contrarreloj, porque los chinos envían a un asesino letal para recuperar esos planos, que no dudará en matar a todo aquel que se interponga en su camino, y para dar con él se pondrá tras la pista del propo Gideon.


Tengo que confesarlo, el libro no me ha gustado tanto como los de Pendergast. Gideon Crew es un personaje muy carismático y resulta muy atractivo, pero el libro no engancha tanto como los otros de esta pareja de escritores. Aquí se alejan de sus thrillers habituales y se meten de lleno en la novela de espías, pero le falta esa tensión tan característica de sus otros libros y por eso decepciona un poco.
Lo que no sé e spor qué aquí lo titularon “Venganza” (ésta ocupa solo las 60 primera páginas) cuando su verdadero título es “Gideon's Sword”, o sea, “La espada de Gideon”. Digo yo que no cuesta nada hacer una traducción literal, ¿no?
De todas formas, pese a lo flojo del libro, pienso leerme el siguiente, “El cádaver”, que dicen que es bastante mejor.

viernes, 16 de mayo de 2014

El misterio de los Estudios Kellerman, de Ken Follett


Parece que está de moda que grandes autores de bestsellers prueben suerte con las novelas juveniles. Ahí está John Grisham, con su serie de Theodore Boone; Noah Gordon, que tiene en su haber un libro de cuentos para niños, “Sam y otros cuentos de animales” (algo difícil de encontrar por estos lares); incluso Clive Barker tiene un libro para niños, “El ladrón de días”, aunque el niño que se lo lea creo que acabará teniendo horribles pesadillas. Ahora es el turno de Ken Follett. Escribió este libro en 1976 bajo seudónimo, cuando su hijo tenía la edad del protagonista, 8 años.
Mick Williams trabaja repartiendo periódicos con su bici y no se pierde las noticias referentes a la Banda del Disfraz, unos ladrones que ya han atracado cuatro bancos con éxito y han conseguido eludir a la policía porque se disfrazan y maquillan, haciéndose pasar por clientes. Tras leer la última noticia sobre ellos otra noticia llama la atención de Mick. Al parecer, planean derruir los Estudios Kellerman, unos viejos estudios de cine que cerraron hace un año, junto con los edificios colindantes, para construír un hotel de 30 plantas. El problema es que Mick vive detrás de los estudios, y eso significa que se va a quedar sin casa. Desgraciadamente es cierto, a su madre ya le han comunicado el desahucio y está preocupada, porque mucha gente no quiere alquilarle su vivienda a una madre soltera y no sabe adónde irán cuando los echen. Pero Mick es optimista y está seguro de que al final todo se arreglará.


Mick se hace amigo de un chico que empieza a repartir periódicos con él, llamado Izzie. Mick le enseña las diferentes rutase Izzie le habla de su padre, que es actor y sale sobretodo en anuncios de televisión. Éste trabajó en los Estudios Kellerman y está tratando de impedir su derrumbe y de reabrir sus puertas. Izzie conoce una entrada secreta a los Estudios Kellerman y se la enseña a Mick. Una vez dentro encuentran ropa y atrezzo de películas y se dedican a jugar, hasta que aparecen unos desconocidos y tienen que salir por patas. Mick descubre que aquellos hombres son la Banda del Disfraz y que han establecido su cuartel general en los Estudios Kellerman. La siguiente vez que van allí son sorprendidos por ellos y capturan a Izzie, pero Mick consigue huír. Ahora depende de él dar con su amigo, pero no sabe por dónde empezar; no sabe adónde se lo han llevado ni la identidad de los secuestradores.


El libro está genial. Es muy ameno y sus 170 páginas se leen enseguida, sin que apenas te des cuenta. De hecho yo casi me lo leí de un tirón. Lo empecé una noche, 20 páginas, y el resto me lo leí al día siguiente, sin parar, y me llevó lo que suelo tardar en leer 50 páginas de cualquier otro libro. Claro que es de letra grande, qué menos. El libro me recordó un poco a los libros de los Cinco de Enid Blyton; tengo uno de ellos en casa, así que creo que volveré a leerlo.

miércoles, 14 de mayo de 2014

El Exorcista, de William Peter Blatty


Desde que empecé con el blog le he cogido gusto a esto de escribir reseñas (empecé por libros y luego amplié el radio de acción a series, películas, miniseries e incluso alguna que otra chorradita) y lo que me gustaría, aunque lo veo misión imposible, es volver a leer los libros que me he leído a lo largo de mi vida (al menos los buenos) solo para escribir la reseña. Uno de estos libros es “El exorcista”, que me leí hace como un millón de años. No sabía cuándo podría volver a leerlo, porque tengo pendientes de lectura casi 100 libros, no es coña, pero la oportunidad surgió cuando unos colegas del grupo “Readers United” de Facebook organizaron una lectura conjunta del libro. A mí me encantan estas actividades porque es como estar en un club de lectura y me apunto siempre que puedo, y esta vez no lo dudé. La experiencia fue muy grata, aunque tuve que reducir mi ritmo de lectura para acompasarlo al de los demás.


“El exorcista” es todo un clásico del terror, tanto el libro como la película, esto no hace falta ni decirlo. Regan es una niña dulce y agradable que vive con su madre, Chris MacNeil, una actriz divorciada desde hace poco. Regan empieza a mostrar un comportamiento extraño. Está irascible, dice palabrotas, los muebles de su habitación están desplazados aunque ella dice que no ha sido y afirma que su cama se mueve. Su madre no se lo cree, hasta que lo ve con sus propios ojos y decide llevarla a un especialista. Chris acude a varios médicos y Regan les habla del Capitán Howdy, su amigo invisible, que antes era bueno con ella pero que ahora le hace daño. Los médicos opinan que Regan ha creado la personalidad del Capitán Howdy como forma de llamar la atención a causa del divorcio de sus padres, y como ningún tratamiento parece hacerle efecto, como último recurso le aconsejan que acuda a un sacerdote para que le realice un exorcismo a su hija, no porque crean que está poseída, sino porque Regan cree estarlo y eso haría de efecto placebo, eliminando su otra personalidad. Así, Chris acude al padre Karras, un joven jesuita que además es psiquiatra, cuya fe lleva tiempo flaqueando y que está pasando por un mal momento personal tras la muerte de su madre.
Karras acepta ayudarla pero antes de acudir a sus superiores para informarles de la posesión de Regan, tiene que probar que está realmente poseída y la somete a una serie de pruebas. Cuando se convence de que es un auténtico caso de posesión informa a sus superiores y estos le envían al padre Merrin, un anciano sacerdote con mucha experiencia en exorcismos, que acaba de regresar de una expedición arqueológica en el norte de Irak.


En esta lectura conjunta tocaba a 50 páginas por día o el equivalente en capítulos y tras cada sesión podías ir comentando en Facebook cómo te estaba yendo la experiencia, lo mucho que te gustaba (o no) o lo que más te llamaba la atención del libro, sin entrar en spoilers, claro. Este sistema me ha servido para fijarme en alguos puntos que de haber seguido mi rutina habitual de 100 páginas diarias, habría pasado por ellos sin inmutarme. Por ejemplo, me parece bastante curioso que la madre de Regan, una atea convencida, acabe recurriendo a un sacerdote para curar a su hija. O el personaje del padre Karras, un sacerdote que ha perdido la fe y que encima es psiquiatra, toda una contradicción. O la postura de los médicos, buscando siempre una explicación racional a todo lo que le pasa a Regan. ¿Que la cama se mueve? Espasmos musculares. Que en mi opinión es una chorrada, porque si sufres unos espasmos musculares que te hacen saltar en la cama como un metro, entonces esos espasmos bien podrían partirte la columna. Creo yo que algunas cosas no se pueden explicar racionalmente y es mejor dejarlas así.


Durante la lectura del libro siempre tuve en mente la película, para ver qué cambiaba y qué se mantenía, y me sorprendió detectar algunos pequeños cambios. Por ejemplo, lo de la madre de Karras se trata muy por encima. El momento “¡Déjate follar por Jesús!” brilla por su ausencia, una lástima. Las escenas de la araña y de la estatua de la Virgen mancillada están aquí, pero en la 1ª versión cinematográfica fueron censuradas y tuvimos que esperar al montaje del director para verlas (Regan bajando las escaleras es para hacérselo encima) y una cosa que no sale en la película es lo de la hija de Karl y en el desenlace de exorcismo nos quedamos de puertas afuera, perdiéndonos los detalles, lo que es un pequeño chasco. Pero en definitiva este es un gran libro de terror que creo que jamás pasará de moda. Espero leer este año el de “Legión”, otra vez.



Más allá del espejo, de John Connolly

Este es el penúltimo libro de la serie de Charlie Parker (de momento, porque en junio sale el nuevo, “La ira de los ángeles”, así que debería decir “antepenúltimo”), pero en realidad lo escribió hace 10 años y se sitúa entre el cuarto y el quinto libro (hay una referencia al final del cuarto libro bastante clara) y en él aún está con Rachel, pero esta todavía no ha dado a luz a su segunda hija, pero le queda poco.
A mediados de los 70, John Grady secuestró y asesinó a varios niños, de los cuales solo sobrevivió uno. Cuando lo arrinconaron en el sótano de su casa, se voló los sesos, no sin antes decir una extraña frase: “Esto no es una casa, esto es un hogar”. Frank Matheson, padre de la última víctima, compró la casa Grady para que nadie olvidara nunca lo que pasó, pero ahora alguien ha dejado en su buzón la foto de una niña, y Matheson teme que esté en peligro, si no lo está ya, así que contrata a Charlie Parker para que dé con ella.


Esta novela corta se incluye en “Nocturnos”, una antología de relatos de terror de John Connolly, publicada no hace mucho, pero me extraña que no se publicara en su día como se ha hecho ahora, porque la historia habría quedado más fresca y de esta manera he tenido que hacer un pequeño esfuerzo de memoria, pero de todas formas recuerdo bien lo que pasó en el cuarto libro (que fue el primero para mí) y no me supone ningún problema. De todas formas esta novelita está genial. Es corta y tan buena como cualquiera de sus otras novelas, y es agradable ver a Charlie Parker en su mejor momento, antes de que todo empezara a torcerse con Rachel. En esta historia también hay un poco de tema sobrenatural, con los espejos de la casa Grady, que reflejan cosas que no están ahí, dando a entender que son una especie de entrada a otra dimensión, y también somos testigos de la primera aparición del Coleccionista.
Este regreso al pasado me ha dado ganas de volver a leerme la serie desde el principio (empecé por el 4º y luego el 2º, el 3º, el 1º y del 5º en adelante ya en orden), aunque no sé cuándo lo haré. De momento, el próximo será el de “Cuervos”, que es el último.

martes, 13 de mayo de 2014

Theodore Boone. El acusado, de John Grisham

Alguien ha empezado una campaña de desprestigio contra Theodore Boone. De entrada alguien ha abierto su taquilla, cuyo código solo conoce él,, y le ha robado los recambios de su inhalador. Luego le pinchan las ruedas de su bici, un día la delantera y el siguiente la trasera. Alguien arroja una piedra contra la ventana de su pequeño despacho en el bufete de sus padres, cuando él estaba dentro, y lo peor de todo, han robado en una tienda de informática en el centro comercial y la policía recibe una llamada anónima dándole el nombre de Theo, y cuando abren su taquilla allí encuentran tres tablets de última generación. Theo no sabe cómo han llegado hasta su taquilla, pero la policía no le cree y además se le vio en bici cerca del centro comercial, así que se convierte en el principal sospechoso. Por si fuera poco, alguien le hace una foto saliendo con sus padres de la comisaría y la publica en las redes sociales, así que al día siguiente todos en su colegio saben que es sospechoso del robo, y Theo lo pasa bastante mal.
Con ayuda de sus padres, su tío Ike y sus mejores amigos tratará de demostrar su inocencia y descubrir al verdadero culpable.

Bueno, el libro está genial, como era de esperar. En las primeras páginas comienza el segundo juicio contra Pete Duffy (asesinó a su mujer en el primer libro y parecía que se iba a salir con la suya, pero Theo encontró a un testigo que echó por tierra su coartada y el juez declaró el juicio nulo) pero al empezar el juicio resulta que Duffy se ha escapado y nadie es capaz de dar con él, así que el juez vuelve a anular el juicio, hasta que lo encuentren. Theo tenía permiso para ausentarse de las clases para presenciar el juicio y ante la fuga de Duffy tiene que volver a su rutina diaria, y poco después empiezan los problemas para él.
Como el anterior, el libro tiene mucho de novela policiaca, con Theo tratando de averiguar quién es el ladrón y siguiendo las pistas que puedan llevar hasta él, y como viene siendo costumbre, la parte más divertida es la del Tribunal de Animales. Allí no hace falta que seas abogado, el propietario del animal denunciado puede representarlo ante el juez y a Theo siempre le piden que defienda a alguno y a él le encanta, claro, y en esta ocasión tiene que defender a una llama que la tiene tomada con un guardia de seguridad, que siempre que lo ve lo persigue y le escupe. Jaja.
Bueno, el cuarto libro de la serie, “Theodore Boone. El activista”, ha salido hace muy poco, pero creo que de momento me daré un respiro.

lunes, 12 de mayo de 2014

El caballero invisible, de Massimo Manfredi


Massimo Manfredi aplica la regla número uno de la escritura, que es escribir sobre lo que conoces. Él es profesor de arqueología e historia clásica, así que escribe novelas sobre el Imperio Romano y otras civilizaciones ya desaparecidas, pero sobretodo de romanos, y es el mejor en su género. A mí estos libros no me van mucho pero en una ocasión me regalaron uno suyo por mi cumpleaños y me lo leí porque creo que es de mala educación que te regalen un libro y que no te lo leas. Se trataba de “El imperio de los dragones” e iba de unos soldados romanos que llegaban hasta China, y lo cierto es que me gustó bastante. Luego también me leí “La última legión”, del que hicieron película. Este me lo regalaron, claro que se trata de una edición no venal, es decir, que no lo puedes comprar, sino que te lo regalan al comprar unos libros, como forma de promoción.

“El caballero invisible” es una novela corta de menos de 100 páginas que transcurre en España en plena Edad Media, cuando ésta se encuentra bajo asedio de los moros. Los caballeros cristianos más valientes de toda Europa acuden a la llamada del Rey Alfonso para defenderla de los infieles, entre ellos el señor de Roquebrune, uno de los más famosos de Francia, que va acompañado por su fiel criado. En su camino se cruza Antonius Bosch, un caballero templario que le encarga una importante misión, cargar con un misterioso paquete a lo largo de 1500 leguas y depositarlo en las manos del arzobispo Esteban José de Ururoa.
Roquebrune y su criado tendrán que afrontar innumerables peligros para llevar a cabo su misión.

Esta novelita corta me ha gustado mucho. Son menos de 100 páginas que se leen enseguida y utiliza un lenguaje muy similar al de la época, y esto mola porque hace que te creas que estás realmente en la Edad Media. Además la historia guarda relación con el Camino de Santiago, y como soy gallego eso me atrae. Una última cosa. Al final se nos revela la identidad del criado, que es el narrador de la historia, pero si te pasa como a mí la primera vez que lo leí, no te sonará el nombre. Esta vez me dio por buscarlo en la Wikipedia, y resulta que Bernart de Ventadorn fue un personaje real, un trovador muy importante en su época. Supuestamente con esta aventura se inspiró para toda su obra, y eso mola.

viernes, 9 de mayo de 2014

Crónica de una muerte anunciada, de Gabriel García Márquez (Spoilercillo al final)


Cuando muere un autor que conozco suelo leerme algún libro suyo, porque creo que es una buena forma de rendirle homenaje. Hace poco murió Gabriel García Márquez, uno de los grandes representantes de la literatura latinoamericana, así que opté por leer “Crónica de una muerte anunciada”, que mi padre tiene en casa desde hace 30 años por lo menos.
A mí no me van mucho los autores latinoamericanos y de García Márquez no me había leído nada hasta ahora, pero lo cierto es que el libro me ha gustado bastante. El libro se basa, supuestamente, en un caso real ocurrido 30 años antes. La crónica está narrada por alguien cercano a los protagonistas, del que no sabemos el nombre pero supuestamente se trata del propio autor, o eso es lo que se dice por ahí, y se reconstruye a partir de las distintas versiones de los testigos del trágico suceso.
Bayardo San Román, un hombre rico recién llegado al pueblo, se casa con Ángela Vicario, pero tras la noche de bodas la devuelve furioso a casa de sus padres, pues resulta que no es virgen, y eso por aquel entonces era un gran deshonor. A base de golpes la familia le saca a Ángela el nombre de quien la “mancilló”, Santiago Nasar, y sus dos hermanos, Pedro y Pablo, anuncian por todo el pueblo que lo van a matar por lo que hizo. Todos en el pueblo saben lo que va a pasar, menos Santiago, que no tiene ni idea, pero nadie se lo acaba de creer del todo porque los hermanos Vicario no serían capaces ni de matar a una mosca, y la desgracia acaba teniendo lugar pese a la incredulidad de la gente.

La posa de García Márquez me ha sorprendido. Es fácil de leer y tiene un estilo muy cercano, y la historia me ha gustado; me recordó a esas leyendas urbanas típicas de los pueblos. Lo que es una lástima es que la cosa acabe tan mal para Santiago Nasar, porque resulta que es inocente y lo malo es que nos quedamos con las ganas de saber quién es el verdadero culpable. Vivida esta experiencia no descarto leer alguno de sus otros libros.

Egidio, el granjero de Ham; Hoja de Niggle y El herrero de Wottom Mayor, de J. R. R. Tolkien


Siguiendo con mi plan de leerme todo lo que hay en la biblioteca de mi pueblo de Tolkien, ahora toca este librito con tres relatos tuyos.
El primero lo escribió al terminar ESDLA y tiene el mismo tono que éste y “El hobbit”, el protagonista es un tipo normal que sin comerlo ni beberlo acaba convirtiéndoe en todo un héroe. Egidio es un granjero que vive en Ham, un pueblo del centro de Inglaterra. Un día le avisan de que un gigante se está acercando al pueblo y lo está destrozando todo a su paso, así que Egidio coge su trabuco y le dispara para que no destroce sus campos. El gigante se da la vuelta y regresa por donde vino y Egidio se convierte en el héroe del pueblo, aunque en realidad el gigante creyó que le habían picado unos insectos y por eso se dio la vuelta. La hazaña de Egidio llega incluso a oídos del rey y cuando aparece un dragón que lo está arrasando todo, todos esperan que Egidio vaya a ocuparse de él, pero él no está muy por la labor.

El segundo lo escribió en un descanso de la redacción de ESDLA y su protagonista, Niggle, es un artista que lleva mucho tiempo trabajando en el cuadro de un árbol, pero para él los detalles son muy importantes, quiere darle el máximo realismo y así, claro, apenas avanza y el cuadro va haciéndose más y más grande. Además, Niggle se ve obligado a interrumpir au trabajo cada vez que algún vecino va a pedirle ayuda de algún tipo, y esto le cabrea bastante.

El tercero se publicó por primera vez en 1967 y de los tres es el que más tiene tono de cuento de hadas. En Wootton Mayor el Maestro Cocinero debe preparar la Gran Tarta para la Fiesta de los Veinticuatro, que se celebra cada 24 años y a la que invitan a 24 niños. Pero resulta que el Cocinero Mayor ha desaparecido. En su lugar es elegido Nokes, que años antes lo había ayudado de vez en cuando. Pero es Alf, el aprendiz de éste, quien realmente hace la tarta. En ella esconde algunas sorpresas, incluida una pequeña estrella mágica. Uno de los niños se traga la estrellita y un día se le cae de la boca en la palma de la mano y se la estampa en la frente. Este chico se convierte en el herrero de Wootton Mayor y gracias al poder de esta estrella puede viajar al Reino de Fantasía.

De los tres relatos el único que no me gustó fue el de “Hoja de Niggle”. En cierto momento empiezan a ocurrir cosas un poco raras y al final es todo muy confuso. El primero es como una versión reducida y algo infantil de “EL hobbit” y como éste, también sale un dragón con un montón de oro, pero mi favorito es el tercero, por ese toque de cuento de hadas que tiene.
Ahora solo me quedan “El Silmarillion” y “Los Hijos de Húrin”.


jueves, 8 de mayo de 2014

Ripley en peligro, de Patricia Highsmith


Un matrimonio de americanos, los Pritchard, ha alquilado una casa en Villeperce, a unos kilómetros de la casa de Tom Ripley, y aunque parecen bastante agradables acabarán convirtiéndose en toda una pesadilla para Tom. Tom empieza a recibir extrañas llamadas de alguien haciéndose pasar por Dickie Greenleaf, su primera víctima (El talento de Mr. Ripley) y allá adonde va siempre se los encuentra, incluso cuando viaja a Marruecos con su esposa de vacaciones, y en una ocasión pilla a David Pritchard haciendo fotos de su casa. Los Pritchard parecen saber muy bien quién es Tom y amenazan con sacar a la luz un crimen del que salió bien librado, el asesinato de Thomas Murchison (La máscara de Ripley). Tom arrojó su cadáver al fondo de un río, pero ahora Pritchard ha alquilado una barca y está rastreando el río arriba y abajo en busca de los restos de Murchison. Tom no se ve capaz de ocuparse él solo de los Pritchard y le pide ayuda a sus socios de la Buckmaster Gallery. Estos saben que mató a Murchison para proteger el fraude de los cuadros de Derwatt y están dispuestos a hacer lo que sea para ayudar a Tom.

Bueno, por fin el último libro de la serie de Tom Ripley. El anterior era algo flojo y parado, pero este es mucho mejor. Me gusta la tensión que se palpa a lo largo de todo el libro a causa de ese juego del gato y el ratón entre Tom y David Pritchard y las referencias a los libros anteriores, sobretodo el de “La máscara de Ripley”. Claro que también tiene partes que sobran, como lo del viaje a Marruecos y en mi opinión le da demasiadas vueltas al acoso de Pritchard. Lo que tenía que hacer Tom es ponerse en plan Dexter y decirle a David: “Mira, si sigues en ese plan no me va a quedar más remedio que matarte, y sabes que soy capaz”. Y ya está. Luego el final me decepcionó un poco, porque me esperaba un enfrentamiento a muerte entre Tom y los Pritchard, que Tom los mataría o al menos a él, y se acabaría todo, pero nunca me imaginé que acabaría de esta forma, tan casual. Pero bueno, igualmente es muy buen libro de suspense. Y con esto acabo mi primer desafío literario de este año. Ahora a por el siguiente.


miércoles, 7 de mayo de 2014

El Hombre Ilustrado, de Ray Bradbury


Creo que fue bastante tiempo antes de que muriera que me compré tres obras suyas, a raíz de una conversación sobre él, “Crónicas Marcianas”, “Fahrenheit 451” y el presente libro. Lo primero que hice fue leer “Crónicas Marcianas” y luego, cuando murió, “Fahrenheit 451”, para rendirle homenaje. Solo me quedaba “El Hombre Ilustrado”, que empecé un par de días antes de que arrancara la lectura conjunta de “El exorcista”, en la que participaba con unos colegas. Ya había acabado el que estaba leyendo y no iba a estar esos dos días sin leer nada, así que me puse con él; lo bueno es que si no me daba tiempo a acabarlo no pasaba nada, ya que se trata de relatos y no de una novela, y no corría el riesgo de parar a la mitad y luego perder el hilo. Pero al final sí me dio tiempo.

Ray Bradbury es conocido sobretodo por los otros dos libros que he mencionado antes, dos grandes clásicos del género, pero también tiene muchos otros conocidos, como por ejemplo éste, que nada tiene que envidiar a sus “Crónicas Marcianas”. La premisa es bastante original. Un hombre tiene todo el cuerpo tatuado, de arriba a abajo, pero los tatuajes tienen vida propia y cada uno nos cuenta una historia. El libro está formado por 18 relatos y es muy similar al de “Crónicas Marcianas” porque los relatos tratan sobre Marte o algún otro planeta, el espacio o el éxodo de los habitantes de la Tierra a causa de alguna guerra atómica, y muchos de estos relatos tienen el mismo tono amargo y melancólico que los de “Crónicas Marcianas”. Puestos a comparar me resulta difícil escoger uno por encima del otro, porque ambos son igual de buenos y tratan más o menos de lo mismo.

Al principio me costó explicar de qué iban algunos relatos, así que busqué otras reseñas en Internet, en la Wikipedia y en los blogs de algunos amigos que sé que las habían hecho, para comparar, y me sorprendió descubrir que en todas esas reseñas había un relato que en mi ejemplar no salía, “Bolas de fuego”. Esto me fastidió bastante porque lo adaptaron en la miniserie que hiceron de las “Crónicas Marcianas” allá por los 80, y yo tenía ganas de leerlo. En cambio mi ejemplar incluye un relato que está presente en esos otros, sobre el origen de los tatuajes del Hombre Ilustrado. Debe ser algún tipo de errata, pero me gusta que mi ejemplar sea especial. Hace que lo valore más.
Bueno, a continuación los 18 relatos:


1. La Pradera
Una habitación dotada con lo último en tecnología de simulación es capaz de crear hologramas muy vívidos de lo que estás imaginando.

2. Caleidoscopio
Un cohete explota y los astronautas que iban dentro quedan desperdigados por el espacio. Uno de ellos cae hacia la Tierra.

3. El otro pie
Cuando la guerra atómica comenzó en la Tierra, todos los negros emigraron a Marte. Ahora , veinte años después, llega el primer hombre blanco, y algunos de ellos pretenden hacerle pagar todo el daño sufrido.

4. La carretera
Unas personas que viven cerca de una autopista en México ven como la gente huye despavorida de la guerra nuclear, mientras ellos siguen a lo suyo.

5. El hombre
Unos exploradores llega a un planeta desconocido y descubren que todos sus habitantes están dichosos porque antes que ellos pasó por allí un misterioso hombre, que por lo que deducen podría tratarse de Jesús, nada menos. El capitán decide ir en su busca, planeta tras planeta, aunque le lleve toda la vida, mientras que los demás optan por quedarse en el planeta y disfrutar de su ambiente tan pacífico.

6. La larga lluvia
Unos astronautas llegan a Venus, donde llueve seguido sin parar, así que van en busca de una de las cúpulas dotada de luz artificial, en la que podrán refugiarse. Pero a medida que avanzan van perdiendo la esperanza y la cordura.

7. El hombre del cohete
Un hombre, que es astronauta, tiene que pasar largos periodos de tiempo en el espacio y eso le impide estar con su mujer e hijo todo lo que le gustaría. Lo triste es que el poco tiempo que pasa en casa se lo pasa pensando en regresar al espacio.

8. La última noche del mundo
El mundo llega a su fin pero la gente sigue con su rutina diaria, como si no ocurriera nada.

9. Los desterrados
En la Tierra los libros están siendo quemados, así que varios autores clásicos, junto a sus personajes más emblemáticos, se exilian a Marte para salvarse de la destrucción.

10. Una noche o mañana cualquiera
Un hombre pierde la razón al reflexionar obsesivamente en los frío y vacío que es el espacio y que en este no hay nada seguro.

11. El zorro y el bosque
Un matrimonio se va de vacaciones al pasado, al año 1938, desde 2155 mediante una compañía llamada “Viaje en el tiempo S. A.” para huír de la guerra. Una vez allí decide quedarse, pero un agente del gobierno de su época viaja al pasado tras ellos para llevarlos de vuelta.

12. El visitante
Marte se utiliza como zona de cuarentena para las personas que padecen una enfermedad mortal. Un día llega allí un joven que posee la capacidad de crear con la mente ilusiones muy vívidas, y los enfermos empiezan a pelearse entre sí por ver quién pasará más tiempo con él.

13. La mezcladora de cemento
Los marcianos se disponen a invadir la Tierra, pero uno de ellos, Ettil Vrye, que ha leído muchos libros de la Tierra sobre invasiones alienígenas, cree que pasará como en los libros, que sufrirán una humillante derrota a manos de los terrícolas. Pero ninguno de sus compañeros le hace caso y cuando llegan a la Tierra descubren que los humanos los reciben pacíficamente y enseguida se someten a ellos.

14. Marionetas S. A.
Un hombre desea irse de vacaciones sin su mujer, así que acude a “Marionetas S. A.”, una empresa que fabrica robots con el aspecto y recuerdos de su cliente, y así este puede darle el cambiazo y marcharse sin que su esposa se entere.

15. La ciudad
Un cohete desde la Tierra llega a un planeta desconocido, donde encuentran una ciudad aparentemente abandonada desde hace mucho tiempo. Pero la ciudad guarda un secreto...

16. La hora cero
Unos alienígenas invaden la Tierra con ayuda de los niños, que creen que se trata de un juego.

17. El cohete
Fiorello Bodoni tiene el sueño de viajar al espacio y para ello ha ahorrado 3.000 dólares, pero resulta que solo puede enviar allí a un miembro de su familia, así que se construye su propio cohete a partir de un modelo viejo y juega con sus hijos a viajar por el espacio.

18. El Hombre Ilustrado
La historia del origen de los tatuajes del Hombre Ilustrado.

De ellos, los que más me gustaron fueron : el 1, 3, 11, 12, 16 y el 18.

El sol desnudo, de Isaac Asimov

El siguiente libro que me toca leer de la saga Fundación es el quinto, “Fundación y Tierra”, y una parte de él transcurre en el planeta Solaria, el planeta en el que transcurre “El sol desnudo”, así que decidí volver a leerlo para refrescar la memoria antes de empezar “Fundación y Tierra”. Esta fue la primera novela que me leí de Asimov y me gustó mucho, porque es una mezcla de novela policiaca y de ciencia-ficción. La novela pertenece al ciclo protagonizado por el policía Elías Baley y su compañero, R. Daneel Olivaw, un robot de aspecto humano procedente del planeta Aurora (uno de los personajes más populares de Asimov): “Bóvedas de acero”, “El sol desnudo”, “Robots e Imperio” y “Los robots del amanecer”.

A Elías Baley lo reclaman en el planeta Solaria para resolver un asesinato que se ha cometido allí, algo que jamás había ocurrido en toda la historia del planeta. Al llegar se encuentra a Daneel, al que han enviado desde Aurora para supervisar la investigación del caso, y pone a Baley en antecedentes sobre lo peculiar que es la sociedad solariana y lo complicado del asesinato. Solaria está habitada por 20.000 personas exactamente (mantienen un estricto control de la natalidad) y el planeta está dividido en enormes parcelas de miles de kilómetros cada una, y en cada parcela habita únicamente una persona, dos en caso de los matrimonios. Debido a esto, los solarianos han desarrollado una fobia a estar en presencia de otras personas y lo hacen mediante hologramas, lo que ellos llaman “visualización”, así que cosas como verse cara a cara, tocarse, los sentimientos o tener hijos son de lo más repulsivas, propias de animales salvajes. Y para realizar sus tareas recurren a los robots (hay como unos 200 millones, uno para cada tarea).
Así que el que se haya cometido un crimen es algo materialmente imposible: no pudo ser ninguna persona debido a esa fobia de los solarianos a la presencia física y no pudo ser ningún robot a causa de la Primera Ley de la Robótica, “un robot no puede causar daño a un ser humano ni con su pasividad permitir que éste lo sufra”. La principal sospechosa es la esposa de la víctima, que si bien vivía con él, cada uno se movía por sus respectivas habitaciones y estaban en presencia física uno frente al otro en muy contadas ocasiones y por muy poco tiempo.


El libro está genial. Me gusta especialmente la mezcla de géneros, los giros habituales de las novelas policiacas con las características inusuales de la sociedad solariana. Lo más interesante es ver cómo se teoriza acerca de la posibilidad de que un robot pudiera eludir la Primera Ley. Es muy divertido. Aunque si no recuerdo mal en un relato de Asimov se eludían no una, sino las Tres Leyes. Bueno, este libro me ha dado ganas de leerme los otros libros de la serie de Baley y Daneel, así que a ver si los encuentro.

martes, 6 de mayo de 2014

Theodore Boone. El secuestro, de John Grisham


April, la mejor amiga de Theo, ha desaparecido y la policía cree que ha podido ser secuestrada, porque se ha ido con lo puesto y todas sus cosas siguen en su habitación. La policía interroga a Theo por si sabe algo que les sirva de ayuda para dar con ella, pero él se guarda algunas cosas porque le prometió a April no decírselas a nadie.
La familia de April es bastante desestructurada; sus padres están siempre separándose y volviendo y su padre pasa mucho tiempo fuera, con un grupo de música formado por cuarentones fracasados como él, y su madre es una hippie loca que lleva dos días sin pasar por casa, y April estaba tan asustada que dormía con un bate de béisbol a su lado. Pero esto Theo no se lo dice a la policía porque es un secreto que le confió April.


La policía tiene un sospechoso, Jack Leeper, un primo lejano de la madre de April, un hombre que arrastra una larga lista de antecedentes y que actualmente estaba cumpliendo cadena perpetua por secuestro. April llevaba un tiempo carteándose con él, pero Leeper se fugó hace dos semanas y se lo ha visto a cuatro manzanas de alí. La policía centra sus esfuerzos en dar con él y mientras, Theo organiza su propia partida de búsqueda con sus compañeros del colegio, que van repartiendo carteles por toda la ciudad.


Hace ya dos años y medio que me leí el primer libro de esta serie juvenil de John Grisham, que me encantó tanto como cualquiera de sus mejores novelas judiciales. Sabía que la serie llevaba ya cuatro libros publicados, aunque aquí el último aún no había salido, así que pensé que era hora de retomarla. Fuí al Corte Inglés expresamente a ver si encontraba este y el siguiente, ya que el primero lo compré allí, y efectivamente di fácil con ellos (hacía ya tres años que no iba, desde que comprara el primer libro, y me topé conque la sección de libros estaba en otro lugar y organizada de otra forma, pero enseguida me orienté). Los libros son un poco caros, unos 18 € por 200 y pico páginas, pero creo yo que vale la pena. Este segundo libro es tan bueno como el primero. En aquél había bastante tema judicial, pero aquí solo está presente en las últimas páginas y en un capítulo del medio, que por cierto es divertidísimo (Theo tiene que representar a un loro en el Tribunal de Animales), y básicamente es una novela policiaca. El libro está genial, es muy ágil y te lo lees casi sin darte cuenta, y además se guarda alguna que otra sorpresa en el tramo final.
Bueno, espero ponerme con el tercer libro dentro de poco.

Voces que susurran, de John Connolly

El hijo de Bennett Patchett fue soldado en Irak pero a diferencia de muchos de sus compañeros regresó a casa sin ningún problema ni trauma. A pesar de ello hace unos meses se pegó un tiro. El sr. Patchett contrata los servicios de Charlie Parker a causa de una de as camareras que trabajan en su cafetería. Karen Emory está saliendo con un individuo que a él no le gusta nada, Joel Tobías, que fue el líder del pelotón en el que estaba su hijo. El sr. Patchett cree que la maltrata y que está metido en algún negocio ilegal; Tobías es camionero y hace muchos viajes cruzando la frontera con Canadá, lo cual significa algún tipo de contrabando. Así que lo que el sr. Patchett quiere es que Charlie Parker obtenga pruebas de ese negocio ilegal para mostrárselas a la chica y convencerla de que abandone a Tobías. Pero Parker no es tonto y sabe que lo contrata porque cree que Tobías tuvo algo que ver con la muerte de su hijo, pero aún así acepta el caso. 

Parker empieza a seguir a Tobías y descubre que dirige a un grupo de ex-combatientes dedicados al contrabando de obras de arte saqueadas durante la guerra de Irak, y que Damien Patchett no fue el único que se suicidó. Otros miembros de su unidad también corrieron la misma suerte, y antes de hacerlo hablaban de unas voces que les susurraban todo el tiempo.
Una noche, unos hombres enmascarados lo llevan a un lugar apartado y lo torturan para que les diga por qué está siguiendo a Tobías y él acaba diciéndoles la verdad, derrumbado. Estos consideran que el sr. Patchett no es ninguna amenaza i deciden dejar a Parker con vida, aconsejándole que deje de meter las narices si no quiere acabar mal. Pero Parker es muy terco y llama a sus amigos Ángel y Louis para que le ayuden a cargarse a esos hijoputas y descubrir toda la verdad sobre los suicidios.

“Deberíais haberme matado. Deberíais haber permitido que me ahogara en esa agua. Porque ahora iré a por vosotros y no iré solo. Los hombres que me acompañarán valen lo que una docena de vosotros, con instrucción militar o sin ella. No sé a qué os dedicáis, no sé qué tinglado os traéis entre manos, pero sea lo que sea, voy a echarlo abajo y a dejaros morir entre los escombros.
Por lo que me habéis hecho, voy a mataros a todos”.


Charlie Parker ha recuperado su licencia de detective y la de armas y vuelve a hacer lo que mejor se le da. El libro no es el mejor del detective pero sí es muy bueno, y se nota que Connolly se documentó sobre el tema de los ex-combatientes y el estrés post-traumático y otras taras psicológicas, porque en ese aspecto es muy riguroso. Me encanta sobretodo el toque sobrenatural de la novela, esa especie de caja de Pandora de la que salen los susurros que acaban volviendo loco a todo aquel que la tiene cerca. Y también lo de la identidad que quiere ver muerto a Charlie Parker desde antes incluso de que naciera (esto sale un poco en cada libro) y las breves apariciones del Coleccionista, que parece saber más de Parker que el propio Parker. Estaba pensando que sería interesante leerlos todos desde el principio, por eso de tener la historia más fresca y tal, pero eso a ver cuándo lo hago. Hace unos días descubrí sorprendido que los dos siguientes libros de la serie ya habían salido en bolsillo, así que espero ponerme con ellos dentro de poco. Al menos el primero de ellos.