Este libro reúne los tres relatos protagonizados por Auguste Dupin, considerado como le primer detective privado de la historia y que ha servido de inspiración a otros célebres detectives como Sherlock Holmes o Hércules Poirot.
En "Los crímenes de la Rue Morgue" Madame L'Espanaye y su hija son brutalmente asesinadas en una habitación cerrada en su apartamento de la Rue Morgue de París. La policía no llega a ninguna parte tras examinar las pistas halladas en el lugar del crímen. Pero Dupin, tras escuchar los testimonios contradictorios de los vecinos y analizando los restos de pelo y la forma de las huellas digitales en el cuello de una de las víctimas, llegará a una conclusión sorprendente.
En "El misterio de Marie Roget" la policía le pide ayuda a Dupin para esclarecer la desaparición y asesinato de Marie Roget, cuyo cadáver ha aparecido flotando en las aguas del Sena.
En "La carta robada", un importante documento ha desaparecido y aunque la policía sabe quién es el ladrón, han registrado varias veces su domicilio y lo han asaltado en la calle simulando un atraco, han sido incapaces de encontrarlo. El prefecto de la policía de París le pide ayuda a Dupin para recuperar el documento.
El primer relato me ha gustado, es la presentación de Auguste Dupin y de sus dotes de observación y deducción, aunque parece algo prepotente de su parte utilizarlos para adivinar lo que está pensando su amigo, y la resolución es algo surrealista. El segundo no me ha gustado, es bastante lento y algo pesado. Dupin se dedica a recopilar los artículos escritos sobre el caso y desmontar las distintas teorías de los periodistas, y al final ni siquiera lo resuelve. El tercero también me gustó, aunque la resolución es un poco porque patata.
En general, aunque Dupin fuera el primero en abrir la puerta a este tipo de detectives, creo que Sherlock Holmes es muy superior y ha dejado más huella que él.