Ken Follett
publicó “El umbral de la eternidad” en noviembre de 2014, pero
yo aún no me había leído el segundo libro, “El invierno del
mundo”, así que a principios del 2015 volví a leer el primero,
“La caída de los gigantes”, para refrescar la memoria antes de
ponerme con ellos, pero al final como tengo tantos libros pendientes
y algunos tenían prioridad sobre otros acabé el año sin haberme
leído ninguno de los dos, así que “El invierno del mundo” se
convirtió en mi primera lectura del 2016.
El libro se
enfoca en la 2ª Guerra Mundial. El ascenso y expansión de los
nazis, la 2ª Guerra Mundial, la Guerra Civil Española, Pearl
Harbor, el desarrollo de la bomba atómica... y los protagonistas son
los hijos de los protagonistas del primer libro. Muchos de estos
también salen aquí porque aún desempeñan un papel importante,
pero todo el peso de la novela recae sobre sus hijos.
Lloyd es el hijo
que Ethel Williams tuvo con el conde Fitzherbert pero él lo ignora;
cree que su padre murió durante la 1ª Guerra Mundial. Ambos viajan
a Alemania para visitar a una vieja amiga de Ethel, Maud Fitzherbert,
la hermana de Fitz. Maud se casó con su amor de juventud, Walter von
Ulrich, en secreto, en las vísperas de la guerra y cuando Fitz lo
supo la repudió. Las dos fueron amigas durante años e hicieron
campaña para lograr el derecho a voto de las mujeres, pero una
discusión sobre sus diferentes puntos de vista sobre el tema terminó
con su amistad. Afortunadamente solucionaron sus problemas unos años
atrás y reanudaron su amistad.
Ethel también
está en Alemania para escribir unos artículos sobre los nazis y
allí ella y Lloyd son testigos de la impunidad con que actúan y de
la dura represión a la que someten a los judíos y a todos aquellos
que se oponen y critican su partido. El propio Lloyd lo sufre en sus
carnes y cuando estalla la guerra civil en España se une a las
Brigadas Internacionales y participa en la batalla de Belchite, en
Zaragoza.
Lloyd se enamora
de la prometida de Boy Fitzherbert, el hijo de Fitz y hermanastro
suyo (aunque él desconoce este detalle), una rica heredera americana
llamada Daisy Peshkov (hija de Lev Peshkov, que huyó de Rusia rumbo
a América e hizo fortuna como contrabandista de alcohol). Lloyd se
le declara pero ella se lo toma a risa porque su meta en la vida es
casarse con un hombre rico y acudir a fiestas de la alta sociedad y
estar a la última moda, y a Lloyd se le parte el corazón.
Ken Follett en Belchite |
Boy apoya
abiertamente a los fascistas, lo cual hace que Daisy se posicione de
su parte. Durante unos disturbios en Londres entre profascistas y
antifascistas Lloyd se encuentra casualmente con ella en plena calle
y ambos acaban siendo bastante hirientes el uno con el otro, cada uno
defendiendo su postura.
Cuando estalla
la 2ª Guerra Mundial, Ty Gwyn, la mansión de los Fitzherbert, se
convierte en un centro de instrucción para oficiales británicos y
allí Lloyd vuelve a encontrarse con Daisy. Boy es piloto de la RAF y
ella se ha quedado en la mansión, en una zona alejada de los
oficiales junto con el servicio de la casa, pues según Boy no estará
en ningún otro lugar mejor protegida que allí. Ambos mantienen una
relación cordial y ella le pide disculpas por lo que pasó la última
vez que se vieron, pues no le contaron la verdad sobre aquellos
disturbios, y a partir de entonces se hacen buenos amigos. Su
relación se vuelve más estrecha y Daisy acaba enamorándose de él:
pero su historia de amor no será fácil y tendrán que superar
muchos obstáculos. La guerra los obligará a estar largos periodos
de tiempo separados y también está el matrimonio de Daisy con Boy,
el mayor error que ha cometido nunca. Boy no la quiere ni la ha
querido nunca y siempre se está acostando con otras mujeres, pero
aún así se niega a que ella sea feliz con otro hombre y no piensa
concederle el divorcio mientras viva.
Maud y Walter
von Ulrich tienen dos hijos, Carla y Erik. Los dos se oponen
firmemente al régimen nazi y Carla también, hasta el punto de
convertirse en espía y pasarle información a los rusos con el fin
de ayudarles a terminar con los nazis. Erik no. sin decirle nada a
sus padres se ha unido a las Juventudes Hitlerianas, ya que todos sus
amigos lo han hecho, y él cree realmente que todo lo que hace Hitler
es por el bien de Alemania, pero durante la guerra descubre por sí
mismo que todo lo que le decía su padre sobre los nazis es cierto,
al ser testigo de cómo las SS ejecutaban a hombres, mujeres y niños
y arrojar sus cuerpos a unas fosas comunes.
Carla descubre
horrorizada que los nazis están matando niños deformes y con
cualquier deficiencia mental. Con ayuda de su padre lo saca a la luz,
escandalizando al ente público, lo que obliga a Hitler a cancelar el
proyecto, pero esto tiene graves consecuencias para los von Ulrich,
que se convierten en blanco de la Gestapo.
El senador Gus
Dewar tiene dos hijos, Woody y Chuck. Woody es el mayor y acaba
trabajando estrechamente con su padre en la creación de una
organización de naciones, sueño que su padre lleva queriendo ver
realizado desde hace años, y acaba codeándose con algunos de los
personajes más importantes del Gobierno, llegando a conocer al
Presidente.
Chuck es el
hermano menor y es gay, pero solo se lo ha dicho a su hermano mayor.
Chuck deja los estudios y se alista en la Marina y está presente
durante el ataque a Pearl Harbor y participa directamente en la
guerra contra Japón en el Pacífico.
Greg Peshkov es
hijo ilegítimo de Lev Peshkov, que tuvo con su amante Marga, pero a
pesar de ello él y su hermanastra Daisy se llevan tan bien como si
fueran verdaderos hermanos. De adolescente Greg se enamora de una
chica negra aspirante a actriz llamada Jacky Jakes con la que pasa
las dos mejores semanas de su vida. En realidad su padre la utiliza
para arruinarle la vida a un empresario rival y cuando Greg iba a
proponerle matrimonio ésta desaparece sin dejar rastro, dejándole
una nota de despedida. Años más tarde vuelve a encontrarse con ella
y descubre que su padre la obligó a que lo abandonara porque no
quería que se casara con una negra, bajo amenaza de matarla de una
paliza, y también descubre que tiene un hijo pequeño. Greg
enseguida suma dos y dos y le asegura que su padre no volverá a
causarle problemas y empieza a formar parte de la vida del niño.
Además, Greg acaba trabajando también en el Congreso, como Woody, y
relacionándose con personajes importantes.
Y por último
está Vladimir Peshkov, llamado familiarmente Volodia. Es hijo de
Gregori Peshkov, el hermano de Lev que se quedó en Rusia y que acabó
convirtiéndose en un personaje importante en el gobierno ruso. En
realidad Volodia es hijo de Lev, pues cuando éste huyó a América
dejó a su novia embarazada, y Gregori se casó con ella y se hizo
cargo de él. Como su padre, Volodia también es un personaje
importante y se dedica a reclutar espías alemanes contrarios al
régimen nazi para que les suministren información vital sobre los
planes de campaña de Hitler y así ayudar a Rusia a derrocar a los
nazis.
Como en el libro
anterior, con este libro aprendemos mucho sobre cómo alguien como
Hitler consiguió ascender hasta lo más alto y lo que dio pie a que
estallara la 2ª Guerra Mundial. Me encanta que haya tantísimos
personajes y que los protagonistas sean los hijos de los del primer
libro, y ver cómo van relacionándose entre ellos. Como lectores,
nosotros los conocemos a todos pero ellos entre sí no, así que es
muy interesante ser testigo de cómo llegan a conocerse.
Los libros de
mil páginas me encantan, siempre digo que cuanto más gordo mejor, e
inicialmente me decepcionó que este libro no llegara a las mil
páginas, pero al leerlo me alegró de que no fuera así, porque tras
el final de la guerra el libro aún sigue por unas cien páginas,
para cerrar las trames pendientes, y ya se hace algo cansino.
Bien, ahora
esperaré un poco antes de ponerme con “El umbral de la eternidad”,
para que no se haga pesado, que son 1148 páginas.
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