Brandon Sanderson es una de las grandes revelaciones del género fantástico de los últimos años. Su primera novela, “Elantris”, del 2006 (primera en publicarse pero antes ya había escrito otras cinco), fue un soplo de aire fresco para un género que tanto ha abusado del modelo de Tolkien, también conocido como Síndrome de Campbell, y tanto crítica como público lo pusieron por las nubes. Cuando Robert Jordan falleció en 2007 Sanderson fue elegido para terminar su novela inconclusa “A Memory of Light”, último volúmen de su serie “La rueda del tiempo”. Además Sanderson es un autor sumamente prolífico. En poco más de 10 años ha publicado una veintena larga de libros y por si fuera poco reparte su tiempo dando clases de Escritura Creativa. Es alucinante. La verdad no sé cómo lo hace, debe tener un giratiempo o algo.
Yo a Sanderson solo lo conocía de oídas; una vez hablaron de él en las noticias, estuvo en España firmando libros y la cola de los fans llegaba afuera, y el tío se mostró muy cercano con ellos, preguntándoles cómo estaban, que disfrutaran del libro y tal. En la biblioteca consiguieron la trilogía de los Reckoners (Steelheart, Fiefight y Calamity) y como al bibliotecario le gusta que los nuevos libros que recibe vayan circulando me habló de esta trilogía de Sanderson. Yo siempre atiendo a las recomendaciones que me hacen (antes fue Abercrombie y me encantó), así que decidí leerme los tres libros seguidos.
En pocas palabras la trilogía va de unos superhéroes malos que se convierten en unos tiranos y dominan el mundo, y un grupo de humanos normales, los Reckoners, son los únicos que se atreven a hacerles frente.
Tras la aparición del cometa Calamity, que quedó atrapado por la gravedad de la Tierra y ahora es un punto fijo en el firmamento, muchas personas empezaron a desarrollar poderes. Estas personas, llamadas Épicos, lejos de convertirse en superhéroes y proteger a los inocentes, son corrompidos por sus poderes y se convierten en unos tiranos que acaban dominando el mundo.
De ellos el Épico más poderoso de Norteamérica es Steelheart, que tiene bajo su dominio la ciudad de Chicago Nova, la antigua ciudad de Chicago. De él dicen que es invencible; ninguna bala puede hacerle daño, ni cuchillo atravesar su piel y ni las bombas ni el fuego tienen el más mínimo sobre él. Además tiene una fuerza descomunal, puede volar y convertir todo lo que toca en acero. No hay nadie que se atreva a enfrentarse a él, con la excepción de una sola persona.
Hace 10 años, cuando tenía 8, David Charleston presenció impotente cómo Steelheart mataba a su padre y ha estado desde entonces planeando su venganza. David ha empleado todo su tiempo libre en recopilar toda la información posible acerca de los Épicos, identidades, poderes primarios y secundarios y sus puntos débiles, pues todos los Épicos tienen uno y a pesar de todo este tiempo sigue sin conocer el punto débil de Steelheart, pero cree que algo de lo que ocurrió hace 10 años (la serie de circunstancias que condujo a la muerte de su padre) puede ser la clave para derrotarle.
Al saber que los Reckoners, un grupo de humanos que se dedica a matar Épicos, se encuentra en Chicago Nova, decide contactar con ellos para convencerles de ir contra Steelheart. Y es que David sabe algo que nadie más conoce: hace 10 años él vio sangrar a Steelheart.
El libro me ha encantado. Tiene una prosa ágil y un ritmo rápido que engancha desde las primeras páginas y el tema es muy interesante. A mí lo de los superhéroes es un género que me gusta mucho y no es muy habitual encontrar un libro que trate sobre esto, además el enfoque me ha parecido muy original. Esta trilogía está catalogada cono una de esas trilogías distópicas juveniles tan habituales en los últimos años, pero a mi modo de ver es una buena historia de ciencia-ficción apta para todos los públicos.
Seguidamente el segundo libro.
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