"La maga" es la precuela de las Crónicas del Mago Negro y transcurre varios siglos antes. En dicha trilogía se nos contaba que hacía mucho tiempo hubo una guerra entre los magos de Kyralia y los de Sachaka; estos últimos utilizaban magia negra para absorber la energía vital de personas, matándolas en el proceso, multiplicando así su poder. Tras la batalla Sachaka se convirtió en un páramo desierto y se prohibió el uso de la magia negra, y de esto es de lo que trata esta novela.
En el pueblo de Mandryn, situado en la frontera con Sachaka, la joven Tessia asiste a su padre, que es el sanador del pueblo. Su mayor deseo es convertirse en sanadora pero al ser mujer ese oficio le está vedado. Un día debe acudir con su padre al castillo de lord Dakon, el mago que gobierna Mandryn, a tratar a un paciente gravemente herido.
El paciente es el esclavo de un mago sachakano llamado Takado, huésped de lord Dakon, y al ver el estado en que se encuentra el esclavo resulta obvio que ha sido torturado por su amo.
Al encontrarla sola, Takado trata de propasarse con ella, y Tessia se defiende mediante una súbita explosión de magia, algo que ignoraba que pudiera hacer. Lord Dakon se percata de que tiene capacidades mágicas y decide convertir a Tessia en su aprendiz, cambiando su vida de la noche a la mañana. Pero Tessia se convierte en maga en tiempos oscuros. Hace 100 años Kyralia formaba parte de Sachaka pero logró independizarse. No obstante, algunos magos sachakanos opinan que Kyralia debería estar de nuevo gobernada por Sachaka, de modo que Takado, por su cuenta, empieza a arrasar pueblo tras pueblo de Kyralia y masacrar a sus habitantes, comenzando por Mandryn. Su campaña tiene tal éxito que a él se únen otros magos sachakanos que comparten sus mismos ideales y el rey de Sachaka se ve obligado a apoyar sus ataques.
Así comienza una terrible guerra de cuyas consecuencias aún se hablarán siglos después, en la época de Sonea.
Las Crónicas del Mago Negro no acabaron de gustarme del todo. Al primer libro le sobran como 100 páginas, al segundo más que eso, al menos una tercera parte, y el único que vale verdaderamente la pena es el tercero, 600 páginas pero no le sobra ninguna. Es lo que suele pasar cuando conviertes un relato en una trilogía de más de 1500 páginas, que hay mucha paja de por medio.
Sin embargo con esta precuela me pasó lo contrario. Es incluso más larga que el tercer libro de las Crónicas, 700 páginas, pero me ha gustado mucho, más que la trilogía original, y no le sobra ninguna página pese a su extensión.
Personalmente encuentro fascinantes las precuelas e historias de orígenes, ver cómo se llega al punto en que arranca la novela o la saga original, cómo encajan las piezas. Esto me encanta y esta novela ha sido de lo mejor que he leído este año, la recomendaría aún antes que las Crónicas del Mago Negro.
Luego hay otra trilogía, "La espía traidora", una secuela de las Crónicas en plan 20 años después, pero lo ideal es leer antes "La maga", pues aquí se habla por por primera vez de las Traidoras, que no recuerdo que se mencionaran en la trilogía original, y si la secuela se títula "La espía traidora" imagino que guardará relación, ¿no? Dicho queda.
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