Esta es la tercera entrega de la saga de John Carter y tiene lugar seis meses después de los acontecimientos narrados al final de "Dioses de Marte".
Al final de este, Faidor, la hija de Matai Shang, líder de los therns y enemigo mortal de John Carter, era rechazada por Carter, pues él solo tenía ojos para Dejah Thoris, y ella en respuesta se volvía hacia la susodicha con intención de apuñalarla, pero Thuvia de Ptarth se interponía entre ambas en el último momento y entonces las compuertas de la cámara en la que se encontraban se cerraban, y no volverían a abrirse hasta dentro de un año; John Carter tendrá que esperar hasta entonces para conocer el destino de su amada Dejah Thoris.
Como he dicho, la acción tiene lugar seis meses después de esto. John Carter lleva todo este tiempo haciendo guardia en un bosque cercano al templo de la diosa Issus, esperando a que las compuertas vuelvan a abrirse. Una noche distingue a una figura en el bosque, una figura que le es familiar, y empieza a seguirla. Se trata de Thurid, uno de los Primeros Nacidos, al que se enfrentó y derrotó, humillándolo ante los suyos, por lo que Thurid ansía vengarse de él.
Thurid se reúne allí con otro enemigo de Carter, Matai Shang, líder de los therns,y el hecho de que se traten con cordialidad hace sospechar a Carter, que empieza a seguirlos.
Aunque las compuertas del templo no se abrirán hasta pasados otros seis meses, Matai Shang conoce una entrada secreta hasta la cámara en la que están encerradas Thuvia de Ptarth, Dejah Thoris y su hija Faidor, y su plan es llegar hasta ellas y raptar a Dejah Thoris, para causarle el mayor daño posible a Carter, algo a lo que Thurid se presta gustosamente a ayudarle. Así que Carter va tras ellos, enfrentándose a varios therns en su camino, pero no llega a tiempo y solo puede echar un fugaz vistazo a su amada, asegurándose de que se encuentra bien, antes de que Matai Shang se la lleve consigo junto a Thuvia.
Así que, básicamente, Carte se echa todo el libro persiguiendo a Matai Shang y enfrentándose a todo tipo de peligros para rescatar a su amada, viajando a las tierras de Kaol, donde aun se rinde culto a la antigua religión, hasta uno de los polos, donde descubre a una raza de marcianos amarillos, que se suponían extintos hace miles de años.
Esta tercera entrega de las aventuras de John Carter es tan buena como las anteriores. Está llena de aventuras, luchas y demás y pese a que tiene apenas 150 páginas pasan muchas cosas. Es muy entretenida y se lee en poco tiempo. Por otro lado, el retrato que hace el autor de las mujeres no lo deja en muy buen lugar. Se nota que era un poco machista, además de racista. Los personajes femeninos, aparte de ir prácticamente desnudos, con excepción de una tiras de cuero estratégicamente colocadas para cubrir lo necesario (solo hay que ver las portadas de las revistas pulp en las que se publicaron originalmente estas novelas para hacerse una idea; parecen sacadas de los hentai japoneses), acaban todas enamorándose del protagonista. Y Dejah Thoris no ejerce aquí más que de damisela en apuros (al contrario que en la película, que es un personaje fuerte). Carter la ve de refilón hasta en tres ocasiones y no logra rescatarla hasta el final.
Estas son historias muy de principios del siglo XX y dudo mucho que pudieran publicarse en la actualidad sin que nadie se escandalizara ante estos retratos tan misóginos. En fin, es entretenida y ya está.
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