Este libro se lo regaló mi hermano a mi padre hace unos años. Yo normalmente también suelo aprovechar para leerlos, pero este no lo leí entonces porque era un autor totalmente desconocido para mí y además español, que no me tiran mucho, y antes que un desconocido prefiero leer a uno internacional. Me he animado ahora a leerlo porque estoy apuntado a varios desafíos de lectura de la blogosfera, como ya he dicho en más de una ocasión, y así mato dos pájaros de un tiro: es un libro más para el desafío de 25 autores españoles (o hispanos) y para la categoría de novela histórica del desafío “No me Olvides” (también me vale para el de 50 libros, pero para ese vale cualquier libro).
El libro lo leí un poco a la fuerza, pero me alegra el haberlo hecho porque al final ha acabado gustándome mucho, y como es habitual con este tipo de libros he aprendido unas cuantas cosas de Historia. La novela transcurre entre 1195 y 1212 en España, con la guerra entre cristianos y musulmanes por el dominio de al-Andalus como telón de fondo, pero sobretodo nos muestra cómo era el oficio de veterinario (o albeitar, como lo llaman durante todo el libro) en la Edad Media.
El protagonista es Diego, un chico de 14 años que es testigo del asesinato de su padre y su hermana mayor a manos de los musulmanes y del secuestro de las otras dos, llevadas Dios sabe dónde. Diego parte a Toledo buscando a alguien que le ayude a rescatarlas, pero todos pasan de él y acaba por perderles la pista. Al haberlo perdido todo, Diego empieza a vivir en la calle con su fiel yegua Sabba, y una noche mientras duerme se la roban para venderla. Diego descubre que el que la compró es un albeitar árabe llamado Galib. Diego habla con él y le explica lo sucedido, y tras demostrarle sus conocimientos sobre los equinos Galib lo acoge como su aprendiz. A su lado Diego aprende los fundamentos de su oficio y en los siguientes años Galib se convierte en un segundo padre para él. Tras un suceso inevitable Diego tiene que abandonar la casa de Galib y comienza a vivir una aventura tras otra, siempre con sus hermanas en el pensamiento: sigue formándose como albeitar en un monasterio cisterniense, se enamora de una mujer de la nobleza, se codea con reyes, duques y caballeros y acabará teniendo un papel importante en el desarrollo de la guerra contra los musulmanes.
El clímax de la novela se produce al final, en la famosa batalla de las Navas de Tolosa, donde el rey Alfonso VIII de Castilla, aliado con los reyes de Navarra y Aragón, consigue derrotar a las tropas del califa al-Nasir en un sangriento combate que supone el principio del fin del dominio muslumán en la Península Ibérica.
En mi opinión creo que el autor debió dedicarle más páginas a esta importante batalla y dejarse de tanto lío amoroso, pero aún así el libro es perfecto en su conjunto, ya que cumple su cometido: es entretenido y ameno, se lee fácilmente, aprendes algo de Historia y mucho de los orígenes de la profesión de veterinario y de los métodos que se utilizaban por aquel entonces.
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