Lo poco que he leído de Clive Barker me ha encantado, porque lo que sale de su imaginación es terror en estado puro, y su prosa es tan peculiar que convierte la escena más visceral en pura poesía. Asimismo, las adaptaciones de sus libros más conocidos, Hellraiser (la primera, no todas las secuelas que le siguieron) y Cabal, son las más terroríficas que he visto nunca, y de hecho me traumatizaron buena parte de mi infancia. (¡Cómo olvidar el tío arrancándose el pellejo de la cabeza!)
Sintiéndolo mucho este no es el caso. He visto esta película varias veces y en todas ellas tuve la misma opinión: es muy mala.
La película es una adaptación de un relato de Barker incluido en sus Libros de Sangre, en el cuarto volumen si no me equivoco, pero no se parece en nada. Únicamente tienen en común alguna que otra escena y algunos personajes, pero la historia es completamente diferente. Y esto me choca porque es el propio Clive Barker el encargado de escribir el guión y dirigir la película. ¿A qué escritor no le gustaría ver o hacer una adaptación 100% fiel a su relato? En mi opinión es como tirar piedras contra su propio tejado, pero bueno, vayamos al asunto que nos ocupa.
La película va sobre el líder de una secta, Nix, que no es el típico charlatán, sino que tiene auténtico poder. Es un verdadero mago y puede entrar en la mente de la gente y provocarles alucinaciones. Entonces aparece Swann, que fue miembro de la secta pero que consiguió salir de ella, con un grupo de amigos también ex-miembros, para enfrentarse a él y rescatar a una niña a la que secuestró para sacrificarla.
En la lucha Swann consigue ponerle a Nix una especie de máscara de hierro, para “cegarle”, y lo entierra en un sitio que solo él conoce. Trece años más tarde Swann se ha convertido en el ilusionista más famoso del mundo. En su nuevo espectáculo algo sale mal y muere atravesado por varias espadas. Entre el público está el otro protagonista, Harry D’Amour, un detective metido en temas sobrenaturales, contratado por la esposa de Swann (la niña del principio) para que averigüe qué es lo que atormenta a su marido. Cuando muere, D’Amour se queda para investigar si ha sido un accidente o un asesinato, y acaba descubriendo todo el meollo de la historia: que Swann ha fingido su muerte para engañar a los seguidores de Nix, que lo estaban buscando para saber dónde lo enterró y al que quieren resucitar. Algo que obviamente acaba pasando y Swann deberá enfrentarse una última vez a Nix.
La base de la película es buena y contiene mucha mitología Barkeriana, pero eso de que el malo sea el líder de una secta que tiene más pinta de vagabundo borracho que de otra cosa loo echa todo a perder. Además el final es una porquería. Una lástima. Esperemos que otras adaptaciones suyas tengan más suerte.
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