Vi esta miniserie por primera vez allá
por el 2000, que fue cuando se hizo. Yo no conocía esta obra, solo
de oídas, y la historia me fascinó desde el principio. De hecho me
gustó tanto que quise leerme el libro, pero era tan extenso (casi
1.300 páginas) que me eché para atrás y he estado dándole largas
desde entonces. Ahora he decidido leerlo de una vez por todas (acabo
de empezarlo) y para ir entrando en calor he vuelto a verla
miniserie. Pensé que se me haría algo cuesta arriba, pero nada más
lejos de la realidad. La experiencia ha sido tan buena como la
primera vez.
La historia es impresionante,
impactante y duramente realista. Una historia de pobreza y miseria,
de desesperación e injusticia. El protagonista es Jean Valjean, que
pasa 20 años en prisión por robar una barra de pan. Al salir, un
obispo le da cobijo y comida por una noche. Valjean le roba la
cubertería, que es de plata, pero por la mañana es apresado. Él
afirma que el obispo se la regaló, y se sorprende cuando el obispo
confirma su versión, dándole además dos candelabros de plata. Esto
le demuestra que aún hay gente buena en el mundo y a partir de
entonces encauza su vida. Bajo otra identidad, Jean Valjean se
convierte en un hombre respetable, llegando a dirigir su propia
fábrica y a ser alcalde. Pero el pasado no perdona, y a sus puertas
llega el inspector Javert, su antagonista. Javert cree firmemente en
la ley y para él o hay segunda oportunidad. Ladrón una vez, ladrón
para siempre. Javert está obsesionado con llevar a Valjean de nuevo
entre rejas, y a Valjean no le queda otra que huír e ir cambiando de
identidad en una persecución que durará años y años, refugiándose
en lugares a los que Javert no tiene acceso, y éste tendrá que
resignarse y esperar a que se presente otra oportunidad para
atraparle más adelante. Ambos tendrán su enfrentamiento final
durante una revuelta estudiantil en las calles de París, aunque su
final será sorprendente.
He visto esta miniserie dos veces, y
una vez la película protagonizada por Liam Neeson y Uma Thurman, y
en ninguna de esas veces he llegado a entender por qué Javert toma
la decisión que toma. Es incomprensible para mí. Espero que al
menos en el libro sí se entienda.
En la historias hay muchos otros
personajes, pero son estos dos sobre los que recae todo el peso. Y si
esta miniserie es tan magnífica es gracias a la gran interpretación
de sus dos actores principales. A Gerard Depardieu estos papeles
clásicos le sientan como anillo al dedo. Estuvo genial como Edmond
Dantés y lo bordaa como Jean Valjean. La única pega es que le
sobran unos cuantos kilos y no luce tan bien como lo haría con algo
menos de peso. Y John Malcovich está de Oscar en su papel de Javert,
consigue transmitirte esa obsesión de su personaje por Valjean y su
creencia ciega en la ley. La única nota negativa es esa melena larga
que le ponen al principio, que se nota que ni de lejos es suya.
En definitiva, una magnífica historia
y una magnífica adaptación, que demuestra que en pleno siglo XXI
los clásicos aún pueden seguir molando. Y tú, ¿te animas a
adentrarte e la Francia miserable del siglo XIX?
No hay comentarios:
Publicar un comentario