Clive Barker alcanzó la fama con sus Libros de Sangre y luego se
reafirmó como uno de los mejores escritores de terror actuales con
Hellraiser, pero esta fue su primera novela. La historia es similar
al Fausto de Goethe. Joseph Whitehead es uno de los hombres más
ricos de Europa y contrata a Marty Strauss, que lleva seis años en
la cárcel por robo, como guardaespaldas, pero Marty pronto
descubrirá que las amenazas contra su jefe no son las corrientes.
Hace años Whitehead jugó a las cartas con un ser llamado Mamoulian.
Whitehead ganó y a cambio consiguió fama y fortuna, pero ahora se
acerca el momento en que Mamoulian vendrá a reclamar lo que es suyo,
su alma. Marty no lo tendrá fácil para detener a Mamoulian, ya que
posee un gran poder: es capaz de resucitar a los muertos y puede
meterse en tu mente y provocarte terribles alucinaciones.
Al principio no pasa gran cosa y el ritmo es un poco lento, pero
Clive Barker domina hasta tal punto el lenguajes que es una gozada
leerlo, aunque no pase nada. Luego, con la entrada en escena
Mamoulian y su acólito, el Tragasables, la historia da un vuelco.
Las escenas de terror son brutales. Clive Barker es un especialista
del terror visceral y te sumerge en él de forma tan fría, como si
estuviera hablando de la cosa maś normal del mundo, que te deja en
estado de shock. Y por eso es tan grande. No me extraña que tenga en
su haber el Living Legend y el Grand Horror Grandmaster.
Tengo en mi estantería otro libro suyo aún por leer, pero voy a
dejar pasar algo de tiempo, para desconectar un poco.
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