En esta segunda entrega
de las Crónicas del asesino de reyes, Kvothe sigue contándole al
Cronista la historia de su vida, la verdad que se esconde tras el
mito. Las primeras 400 y pico páginas se centran en las nuevas
vivencias de Kvothe en la Universidad, en la línea del primer libro.
Problemas para conseguir el dinero para pagar su matrícula y la
deuda que tiene con Devi, sus noches en el Eolio tocando su laúd,
sus puntuales encuentros con Denna, sus extrañas clases de
Nominación con el maestro Elodin y su clara enemistad con Ambrose,
que llega a usar la magia para causarle daño físico, y Kvothe tiene
que hacerse un amuleto para protegerse (un amuleto nada fácil de
fabricar). Pero después de esto Kvothe sale al mundo y le tocará
vivir un montón de aventuras que lo acercarán al mito en el que se
acabará convirtiendo.
A causa de Ambrose,
Kvothe debe abandonar la Universidad durante unos meses, hasta que se
calmen las aguas, y se dirige a la ciudad de Severen, donde se pone
al servicio del maer Alveron, un noble tan importante y poderoso como
el mismo rey de Vintas, gracias a los contactos de su amigo el conde
Threpe. El maer Alveron requiere de su habilidad con las palabras y
la música para que lo ayude a conquistar a cierta dama con la que
pretende casarse. Estando allí en la corte descubre que alguien ha
estado envenenando la comida del maer y gracias a haberlo descubierto
a tiempo se gana la amistad eterna del maer Alveron y su posición en
la corte se vuelve más cómoda.
Tras hacerle de
Celestino, el maer pone a Kvothe al mando de un grupo de mercenarios
y los envía a los límites de sus tierras, para que se encarguen de
los bandidos que están asaltando continuamente a los recaudadores de
impuestos del rey. El camino será largo y arduo y Kvothe llegará a
conocer bien a cada miembro de su grupo.
Tras acabar finalmente con los bandidos y
recuperar el botín robado parten de regreso a Severen, pero una
noche el grupo de mercenarios y Kvothe descubren a Felurian, ser
antiguo e irresistible por cualquier hombre perteneciente a la raza
de los Fata (a la que pertenecen también las hadas), presente en
muchas leyendas y mitos. Contra los consejos de sus compañeros
Kvothe persigue a la mítica mujer, entrando en el reino Fata, del
que dicen que ningún hombre ha vuelto con vida, y los pocos que lo
consiguieron perdieron la razón. Básicamente Felurian se acuesta
con los hombres hasta que estos mueren o se vuelven locos, pero
Kvothe le compone una canción, o parte de una, y le gusta tanto que
le deja marchar a cambio de la promesa de que regresará a cantársela
cuando la haya terminado.
De regreso en el mundo de los mortales, Kvothe le
cuenta sus fabulosas experiencias a su grupo de mercenarios, aunque
pocos le creen, y luego acompaña a Tempi, un de los mercenarios, a
su tierra, donde aprenderá el legendario Ketan y el camino del
Lethani, unas artes marciales letales pero también una especie de
filosofía de vida. Acabado su aprendizaje, Kvothe decide regresar
con el maer e informarle de lo que pasó con los bandidos. De camino,
Kvothe tendrá ocasión de demostrar lo aprendido y lo letal que es
ahora, dando lugar así a que comiencen a circular las primeras
leyendas sobre su persona.
Así que Kvothe regresa a Severen e informa al
maer Alveron de lo sucedido con los bandidos y este se muestra
satisfecho y le propone quedarse a su servicio, pero su esposa siente
un odio visceral hacia los Edena Ruh, y al saber que Kvothe es un Ruh
no puede permitir que se quede sin ofenderla, así que en pago a sus
servicios prestados se ofrece a pagarle la matrícula de la
Universidad de aquí en adelante. Kvothe regresa a la Universidad, se
reencuentra con sus amigos, que lo daban por muerto, y les relata
todas sus aventuras, y por primera vez en su vida tiene dinero en sus
bolsillos y los invita a todos a una noche de correrías.
Con este libro tuve bastante suerte, porque valía
24 euracos y yo lo conseguí totalmente gratis, por un rollo por
puntos. Hace año y medio-dos años que lo tengo; el año pasado no
pude leerlo porque estaba apuntado a demasiados desafíos literario y
no me dio tiempo, así que cuando este año puse en marcha mi desafío
personal de leerme 10 libros de más de 1.000 páginas, enseguida lo
anoté en la lista de libros que tenía pensado leerme.
Pero creo que la espera ha merecido la pena. El
libro es impresionante. El primero era bueno, pero este le da cien
vueltas. Son casi 1.200 páginas pero no se nota en absoluto. Patrick
Rothfuss tiene una prosa sencilla que te engancha desde la primera
página y resulta imposible parar de leer una vez has empezado. Son
1.190 páginas exactamente, pero se hacen cortas. La historia es
genial. La parte de la Universidad viene a ser más de lo mismo (no
por ello es peor, ojo), pero a partir de que Kvothe llegue a la corte
de Alveron el libro es todo aventura y no tiene desperdicio.
Pero aún habrá que esperar al menos un par de
años por el tercer y último libro. Lo que no sé yo si un solo
libro más será suficiente, porque aquí Kvothe solo tiene 16 años
y aunque empieza a ser conocido, aún es un simple estudiante, así
que tendría que condensar los siguientes 10 o 15 años, cómo llega
a ser alguien legen... espera un momento... dario y temido, cómo
acaba sus días en una posada en el camino y cómo es que ha perdido
su toque mágico y el Lethani. Rothfuss dice que va a ser casi tan
gordo como éste, pero creo que por lo menos haría falta otro más.
Hasta entonces, a esperar.
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