Desde 2007 Terry
Pratchett convivía con una “versión rara” del Alzheimer, la
cual no le impedía hacer vida normal y seguir escribiendo, pero
finalmente la enfermedad le ganó la partida. Terry Pratchett
falleció el 12 de marzo de 2015 a la edad de 66 años y por eso
decidí leerme un libro suyo, para rendirle tributo. El escogido fue
“El país del fin del mundo”, de la saga de Mundodisco,
básicamente porque lo tenían en la biblioteca y llevaba tiempo
dándole largas.
El bibliotecario
de la Universidad Invisible de Ankh-Morpork sufre una extraña
dolencia que le hace cambiar de aspecto cada vez que estornuda. La
única forma de curarlo es diciendo su nombre, pero lleva tanto
tiempo de bibliotecario que nadie lo recuerda. Solo hay una persona
que conoce su nombre, el inepto mago Rincewind, el problema es que se
encuentra en XXXX, un continente muy similar a Australia cuya
ubicación nadie conoce. Investigando dónde puede hallarse el
misterioso continente, los magos de la Universidad acaban
encontrándolo pero quedan atrapados miles de años en el pasado, sin
forma de poder regresar a su época.
Por su parte
Rincewind acaba metiéndose sin pretenderlo en un sin fin de líos, a
causa de un canguro parlante que lo sigue a todas partes y que quiere
obligarlo a asumir el papel de héroe. En XXXX nadie recuerda que
haya llovido nunca y parece ser que solo Rincewind puede hacer que
llueva, pero el mago no está muy por la labor porque siempre que
hace de héroe pone en peligro su vida, así que a la primera
oportunidad trata de despistar al canguro, pero con eso solo consigue
empeorar las cosas.
El primer libro
que leí de Terry Pratchett, “El color de la magia”, no me empezó
a gustar hasta casi el final (soy más de fantasía épica que de
fantasía humorística), sin embargo, su continuación, “La luz
fantástica”, me gustó de principio a fin. Con este me ha pasado
igual. Es un libro muy divertido y contiene algunos momentos tan
ridículos y absurdos (en el buen sentido) que resulta imposible no
esbozar al menos una sonrisa. Rincewind sigue siendo tan genial como
recordaba. No sé cómo se las arregla pero no para de meterse en un
lío tras otro. Me encantó lo de la oveja.
Si me hubieras
preguntado hace 2-3 años si me gustaba Pratchett, te habría
respondido que no, pero si me lo preguntas ahora te diré un rotundo
sí (y no es porque haya muerto, cambié de parecer con “La luz
fantástica”). Aunque creo que no podría leerme dos seguidos, las
cosas como son.
Un maestro de maestros. A mi me encanta. Por cierto, me inicie con él con EL HÉROE PERDIDO (un libro ilustrado) y te lo recomiendo a ojo cerrado. Con muchas ganas de leer la novela que escribió junto a Neil Gaiman. Saludos.
ResponderEliminar