“Caso abierto”
es una serie policiaca del 2003 que duró 7 temporadas. En España se
emitió por la Sexta y yo vi unos cuantos capítulos sueltos, así
que cuando se me presentó la oportunidad de conseguir las 7
temporadas completas no lo dudé.
La serie se
centra en la resolución de casos abiertos, es decir, casos de hace
5, 10, 20 o 30 años que en su día no se resolvieron por falta de
pistas o porque estas llevaban a un callejón sin salida. Dentro del
género policial este subgénero es uno de mis favoritos, me encanta
ver cómo casos de hace décadas que no se resolvieron por falta de
pistas o medios, sí logran resolverse en la actualidad, así que he
disfrutado muchísimo con esta serie, pese a su antigüedad.
La serie
transcurre en Filadelfia y la protagonista es la detective de
Homicidios Lily Rush. Ella en realidad no trabaja en ningún
departamento de Casos Abiertos, se dedica a investigar asesinatos en
el presente, como cualquier detective de Homicidios normal, pero en
el piloto una mujer quiere hablar con un detective de Homicidios
acerca del asesinato de una chica cometido en 1976 del que fue
testigo, y ella se hace cargo y a partir de entonces todos los casos
abiertos los lleva ella.
Su jefe es el
teniente John Stillman, que se implica mucho en los casos y Lily
trabaja con otros tres detectives: el detective Nick Vera, que es
bastante rudo y un especialista en sacarle las confesiones a los
sospechosos; el detective Will Jeffries, un detective de la vieja
escuela que lleva como 20 años en el cuerpo y su compañero el
detective Chris Lassing, que es el novato y tiene diabetes, aunque
este solo dura cuatro capítulos ya que a causa de su enfermedad lo
trasladan a las oficinas (aunque lo que yo creo es que el actor dejó
la serie para fichar por Anatomía de Grey), y lo sustituye el
detective Scotty Valens, al que acaban de trasladar a la unidad.
La serie tiene
algunas cosas bastante curiosas. Cuando Lily o los otros detectives
interrogan a alguien relacionado con el caso, por unos segundos
aparece con el aspecto que tenía cuando la víctima fue asesinada,
para luego pasar al aspecto que tiene en el presente. Cuando arrestan
al asesino éste también se convierte por unos instantes en su
versión joven y la víctima aparece entre la gente y establece
contacto visual con Lily, como si fuera un fantasma dándole las
gracias por esclarecer su muerte.
Algunos de los
capítulos de esta 1ª temporada los recuerdo claramente, como si los
hubiera visto hace poco. El piloto (que yo no sabía que era el
piloto), el del violador en serie y el del gay asesinado (en el que
aparece Brandon Routh, por cierto), entre otros. Algunos casos se
remontan a 5, 10 o 20 años, pero hay un par de ellos que tuvieron
lugar hace más de 60 años, y que logren resolverlos es
impresionante.
Realmente me
encanta ver cómo poco a poco van uniendo las piezas y descubres toda
la historia que hay tras el asesinato, y algunas de ellas consiguen
llegarte adentro. Igual que una buena novela policiaca. Lo único que
no me satisfizo es que el último capítulo es como un capítulo más,
con final cerrado, y a mí me gustan más los finales con
cliffhunger.
Ahora la 2ª
temporada.
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