Con esta serie
me pasó lo mismo que con otras muchas series (Breaking Bad, Dexter,
Almacén 13, Falling Skies...). Sabía que existía pero nunca me
animé a verla y cuando empezó su última temporada fue cuando me
picó el gusanillo. Y, joder, ahora lamento no haberla visto desde un
principio porque es una puta pasada.
La serie
transcurre en el pueblo ficticio de Charming y gira en torno a una
banda de moteros, los “Hijos de la Anarquía”. “Los Hijos de la
Anarquía” mandan en el pueblo igual que un clan de la Mafia,
tienen a parte de la policía y la oficina del sheriff en el bolsillo
(incluyendo al propio sheriff) y se dedican al tráfico de armas. Le
suministran armas a otras bandas y al IRA y tienen que andarse con
cuidado con la ATF, que trata de reunir pruebas contra ellos.
El protagonista
principal es Jax, el segundo al mando de los Hijos de la Anarquía.
Su padre fue el fundador y jefe de los Hijos de la Anarquía y tras
su muerte fue Clay (Ron Perlman), el miembro más joven de aquella
primera generación de los Hijos, el que se convirtió en el jefe, y
luego se casó con la madre de Jax, Gemma.
Los Hijos de la
Anarquía están en guerra con los Mayas, una banda de moteros
mejicanos que les está pisando el territorio, y la serie empieza
cuando éstos incendian el almacén donde los Hijos guardaban todas
sus armas, lo cual tiene graves consecuencias para sus negocios, pues
les crea problemas a la hora de seguir distribuyendo armas a otras
bandas. Por su parte, Jax vive una situación personal bastante
complicada. Su ex mujer, Wendy, está embarazada, en avanzado estado
de gestación, pero encima es una yonki y metiéndose un pico tiene
una sobredosis y el bebé nace prematuramente, con lo que se pasa
buena parte de la temporada en una incubadora, debatiéndose entre la
vida y la muerte.
Aparte Jax
encuentra entre las cosas de su padre una especie de memorias y así
descubre que éste tenía serias dudad sobre el camino que estaba
recorriendo la banda, lo del tráfico de armas y todo eso, y que se
estaban alejando de los ideales que regían a los Hijos de la
Anarquía en su primera etapa. Jax siente como si su padre le
estuviera hablando desde la tumba, y empieza a contagiarse de esas
mismas dudas y a cuestionar las decisiones que toma Clay.
Esta serie ha
sido todo un descubrimiento. Menuda pasada. Esta temporada ha sido
muy impactante y brutal. Es como ver Los Soprano pero en vez de
mafiosos tenemos a una banda de moteros. En algunos momentos no puede
evitar quedarme con los ojos abiertos como platos (cuando castran al
tipo que violó a una niña, o con la trama de Obey de los últimos
capítulos). Y luego también está la madre de Jax, que es
acojonante. Gemma es como la versión femenina del Padrino, tiene una
mala leche que flipas y con una mirada hace que se cague encima el
tipo más duro. Por ejemplo, cuando ve por la calle a la putilla con
la que se acostó Clay, coge el monopatín de un chaval y le arrea en
toda la cara, rompiéndole la nariz.
No puedo esperar
a ponerme ya con la 2ª temporada.
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