El libro retoma
la historia justo donde la dejó “Cazadores de Dune”.
Sheanna retoma
el proyecto ghola y el siguiente en ver la luz es el de Alia. Los
próximos iban a ser Gurney Halleck, Serena Butler y Xavier
Harkonnen, pero alguien ha saboteado los tanques axotl, matando a los
nuevos gholas. No solo esto, sino que este individuo también ha
saboteado los tanques de suministros de aire y es responsable de
otros muchos pequeños fallos a bordo de la Itaca. Sheanna i Duncan
creen que entre ellos ha podido infiltrarse un Danzarin Rostro, de
cuando estuvieron en el planeta de los futars, pero no tienen forma
de identificarlo, y debido a sus antecedentes, el ghola de Wellington
Yueh se convierte en el principal sospechoso.
El Enemigo ha
iniciado la batalla final por el universo, el Kralizec,, y se ha
adentrado en el Universo Conocido, conquistando o aniquilando todos
los planetas que se encuentra a su paso. A sus tropas solo se oponen
las brujas Bene Gesserit y las Honoratas Madres lideradas por la
Reverenda Madre Murbella, que están dispuestas a hacer lo que sea
necesario para frenar su avance. Por ello el Enemigo extiende una
epidemia letal en Casa Capitular que acaba con el 90% de las brujas.
Sheanna, Duncan
y Miles Teg logran identificar al saboteador, pero no antes de que
este logre inutilizar la nave, y el Enemigo finalmente captura la
Itaca y tiene lugar la gran confrontación por el destino del
Universo.
Sé que hay
muchos fans de la saga original de Frank Herbert a los que no les
gustan los libros escritos por Brian Herbert y Kevin J. Anderson, que
los tachan de bodrios y todo, algo que no me entra en la cabeza
porque a mí me parecen fabulosos e increíbles, tan buenos como los
de Frank, con un ritmo mucho más rápido y una prosa más ágil y
amena. Miedo me da leer lo que opinan de este cierre de la saga
original, pero a mí me ha parecido inmejorable, un final perfecto
que está a la altura de esta magnífica serie de ciencia-ficción.
Aquí se cierran las tramas pendientes del libro anterior (se
resuelve lo de la escasez de melange, qué pasa con los gusanos y el
nuevo resurgir del planeta Dune) y descubrimos la identidad del
Kwisatz Haderach definitivo, que es toda una sorpresa. Dados los
antecedentes de cierto personaje yo daba por hecho que él sería el
Kwisatz Haderach, pero resulta que no. Menudo golpe de efecto.
Este desenlace,
que me ha encantado, deja la puerta abierta a una nueva etapa en el
universo de Dune y yo, por mi parte, estaría encantado de leer los
libros que le seguirían, en caso de que llegaran a escribirse.
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