En “Perros callejeros” volvemos a encontrarnos con Jack foley, el ladrón protagonista de “Tú ganas, Jack”, y con Cundo Rey, el cubano de “Joe LaBrava”. Al final de “Tú ganas, Jack” Jack recibía un tiro en la pierna de Karen Sisco, la agente judicial con la que se había acostado la noche anterior, y lo llevaban de vuelto a la prisión de Glades para cumplir el resto de su condena de 30 años.
Al final de “Joe LaBrava” el protagonista le metía dos tiros en el pecho a Cundo Rey y todo parecía indicar que se lo habían cargado, pero milagrosamente logró sobrevivir. Se pasó unas semanas en coma, le quitaron 15 cm de colon y luego se recuperó. Después de eso se convirtió en el rey de la droga en las calles y ganó un montón de pasta, pero se cargó a un tío y por eso acabó en la cárcel.
Jack y Cundo son llevados en el mismo furgón a la prisión de glades y allí dentro se hacen amigos. Ambos se cuentan sus respectivas historias y Cundo lo pone en contacto con su abogada, ,que convirtió su condena de cadena perpetua en una de 7 años y medio, y ésta logra reducir la condena de Jack de 30 años a solo unos meses más. La abogada le ha costado a Cundo unos 30.000 $ pero le dice a Jack que no se preocupe, que no tiene que devolverle nada, que son amihos y solo quería echarle una mano, pero Jack no es tonto y sabe que en cualquier momento Cundo querrá que haga algo por él, convencerlo de que den un golpe, atracar un banco o algo y a él lo de atracar bancos como que ya le aburre.
Jack queda en libertad dos semanas antes que Cundo y este le dice que vaya a California, donde posee dos casas, una enfrente de la otra. En una vive su novia, Dawn Navarro, una adivina que lee el pensamiento y que se dedica a estafar a viudas, haciéndolas creer que los fantasmas de sus maridos pululan por sus casas y cobrándoles 10.000 $ por librarlas de ellos. Cunso invita a Jack a hospedarse en la otra y luego cuando salga ya verán lo que hacen.
Al poco de conocerla, Jack ya sabe que debe andarse con cuidado con Dawn, que es toda una femme fatale, pero a los dos días ya está acostándose con ella. Dawn trata de convencer a Jack con todas las armas de que dispone para quitarle a Cundo todo su dinero, pero Jack no se ve capaz de traicionar a su amigo y cuando el cubano sale de prisión Jack se ve convertido en un peón entre ambos, sin saber qué hacer para salir bien librado.
Por si no fuera poco, Jack también tiene que lidiar con el agente del FBI Lou Adams, el hombre que lo metió entre rejas (Adams lo acuso de haber atracado más de 200 bancos, cuando en realidad solo fueron 127). Adams está obsesionado con él y está convencido de que es cuestión de tiempo que vuelva a atracar otro banco, así que le hace saber que va a vigilarlo las 24 horas del día, sin darle un respiro, y cuando vuelva a las andadas él estará allí para arrestrarlo.
Jack Foley es uno de mis personajes favoritos de Elmore Leonard y ya tenía ganas de leer la continuación de “Tú ganas, Jack” después de cómo había acabado el libro y la verdad es que me ha gustado. También me ha sorprendido mucho la presencia de Cundo Rey, ya que el tío acababa con dos balas en el pecho en “Joe LaBrava” y estaba más que claro que la había diñado. Preguntado al respecto Leonard respondió que a él también le sorprendió que hubiera sobrevivido, como si no hubiera sido cosa suya, como si el personaje tuviera vida propia.
Como digo, el libro me gustó, todos los libros de Leonard me gustan en mayor o menor grado, pero si tengo que escoger me quedo con el primero de Jack Foley. Este tiene una trama bastante dispersa, es de esos libros donde los personajes llevan todo el peso de la historia, con mucho diálogo y entre ellos, cinco o seis en total, van pasando cosas imprevistas que tienen consecuencias para el tramo final de la novela. Es como si Leonard se hubiera puesto a escribir sin tener nada planeado, como si fuera improvisando sobre la marcha. Es una buena novela, pero tampoco es la joya de la Corona que digamos.
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