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viernes, 31 de marzo de 2017

La Casa del Trueno, de Dean Koontz

Cuando tenía 19 años Susan Thornton fue testigo de cómo su prometido era asesinado durante el ritual iniciático de una hermandad universitaria que se les fue de las manos a sus compañeros. Susan logró escapar antes de que la mataran a ella también y los culpables fueron a la cárcel, años después hallaron una muerte violenta. Trece años después, Susan sufre un aparatoso accidente de coche que la deja en coma durante tres semanas y cuando despierta no recuerda quién es ni lo que le ha pasado ni cómo ha llegado al hospital. Con el paso de los días empieza a recuperar la memoria excepto en lo que se refiere a su trabajo, de lo que no recuerda el más mínimo detalle, y estando allí la someten a varias pruebas para ayudarla a recuperar los recuerdos perdidos y a fortalecer los músculos de sus piernas. Pero pronto empieza a percibir que en el hospital ocurren cosas extrañas. Susan ve con sus propios ojos, en los pasillos del hospital, a los asesinos de su prometido, con el mismo aspecto de hace 13 años, como si el tiempo no hubiera pasado por ellos, algo imposible ya que están todos muertos, y también el cadáver putrefacto de su prometido, que aparece en un momento para desaparecer al siguiente y Susan cree estar volviéndose loca.


Este fue el primer libro que compré de Dean Koontz y creo que también el primero que leí (a Koontz lo conocía primero por sus miniseries, las de “Único superviviente” y “Tensión” y luego empecé con los libros) y me gustó mucho. Es una historia con mucha tensión y varios momentos de puro horror, ese horror irracional e inexplicable que te rompe los esquemas y te paraliza el corazón y con un ambiente claustrofóbico muy conseguido, eso hay que reconocérselo a Koontz. En ciertos aspectos me recuerda un poco a “Misery”, porque como aquél este libro transcurre casi en su totalidad en la habitación de hospital donde está la protagonista y el ambiente es similar. Eso sí, el final es toda una sorpresa y nada es lo que parece.

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