En “Mutación fatal” conocemos a Gary Lutz, un niño de 12 años que no soporta a su hermana pequeña, en el colegio siempre le están dando palizas o burlándose de él y encima le tiene miedo a las abejas. Su vecino, el señor Andretti, es aficionado a la apicultura y tiene varias colmenas y suele gastarle bromas pesadas con sus abejas. Un día ve un anuncio de algo llamado “Vacaciones Intercambio”, una empresa que te permite intercambiar el cuerpo con otra persona durante una semana, y Gary no duda en apuntarse, harto de su vida. Pero durante el intercambio algo sale mal y Gary acaba en el cuerpo de una abeja.
En “Sangre de monstruo II” nos reencontramos con Evan Ross, el niño protagonista de la primera entrega de “Sangre de monstruo”. Evan se ha cambiado de ciudad y de colegio y les ha contado a sus nuevos compañeros su aventura con la sangre de monstruo durante el verano, pero ninguno lo ha creído y ahora lo toman por un bicho raro. El matón del colegio la ha tomado con él y le hace la vida imposible y Evan siempre se mete en líos con el señor Murphy, su profesor de ciencias, que lo obliga a cuidar de su odioso hamster, Cuddles, en castigo. Evan se reencuentra con su amiga Andy, que va a empezar a ir a su mismo colegio y él le cuenta todos los problemas que está teniendo con el profesor Murphy y el matón. Andy aún tiene sangre de monstruo y su plan es darle un poco a Cuddles para darle una lección al profesor Murphy, pero al final la cosa se descontrola.
Este es uno de esos libros que conseguí gratis en el mercadillo de libros de segunda mano que se hizo en mi pueblo por el Día del Libro (me llevé unos 20 a casa). Me he leído unos cuantos de “Pesadillas” de esta forma y supongo que si tuviera que pagar por ellos dejaría de hacerlo, porque no dejan de ser libros para niños y algunos ya no me parecen tan buenos. Si los leyera de niño supongo que disfrutaría mucho, pero al hacerlo ahora de adulto me parecen bastante simples y nada terroríficos.
“Mutación fatal” no me ha gustado nada, me ha parecido una historia bastante estúpida (¿intercambiar el cuerpo con una abeja? ¿en serio?) y además dedica la mitad del libro a mostrarnos lo pringao que es Gary y lo mucho que se meten con él y eso solo sirve para rellenar páginas. Y con “Sangre de monstruo II” pasa lo mismo, demasiadas páginas para contarnos que Evan tampoco lo pasa bien en el colegio. A mí no me gusta leer estas cosas porque no soporto a los abusones, y lo del hámster no pasa hasta el final. Vamos, que si no eres un niño no te gustará demasiado.
En fin, al menos solo me llevó dos días terminarlo.
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