“El umbral de la eternidad” es el último libro de la trilogía sobre el siglo XX de Ken Follett (La caída de los gigantes, el invierno del mundo y el umbral de la eternidad) y se centra en los acontecimientos históricos más importantes que tuvieron lugar entre 1961 y 1989: el Muro de Berlín, la crisis de los misiles de Cuba, los disturbios raciales, Martini Luther King, el asesinato de JFK y el de Bobby Kennedy, Nixon y el Watergate, Vietnam, el fin de la Unión Soviética y la caída del Muro de Berlín.
Los protagonistas pertenecen a la tercera generación de las cinco familias que Ken Follett nos presentó en el primer libro, hijos de los personajes del segundo libro y nietos de los del primero. La mayoría de los personajes del segundo libro también aparecen, aunque en segundo plano y también algunos del primero, pero todo el peso recae sobre esta tercera generación.
Rebecca Hoffmann, hija adoptiva de Carla Frank, la hija de lady Maud, es profesora en la Alemania del Este y descubre que su marido desde hace un año, Hans Hoffmann, en realidad es un oficial de la Stasi y que se casó con ella para espiarla. Tras echarlo de casa y destrozarle una maqueta en la que llevaba trabajando desde hacía un año, Hans se dedicará en cuerpo y alma a hacerle la vida imposible a Rebecca y a su familia.
Walli, el hermano adolescente de Rebecca, sueña con huír a Occidente para convertirse en músico de rock. La vida en Alemania del Este es insoportable y Walli decide cruzar ilegalmente el Muro. El plan era hacerlo con su novia Karolin, pero ésta descubre que está embarazada y por miedo a lo que pueda pasarle a su bebé lo deja plantado en el último momento, y no volverán a verse hasta muchos años después.
A Dave Williams, hijo de Lloyd y Daisy Williams, no se le dan bien los estudios y consigue entrar en un grupo de música como guitarrista rítmico. El grupo, Plum Nellie, consigue unas actuaciones en Hamburgo y allí se hospeda en casa de su prima Rebecca (en realidad prima segunda), donde conoce a su otro primo Walli. El guitarrista solista del grupo sufre de nostalgia al estar tan lejos de casa y se pasa todo el tiempo borracho y por su culpa las actuaciones del grupo dejan mucho que desear. Walli, que es un virtuoso de la guitarra, se ofrece a sustituirlo para ayudarlo a salir del apuro y resulta todo un éxito, así que le ofrecen un puesto permanente con ellos, y cuando tienen que regresar a Inglaterra Walli decide irse con ellos. Y Plum Nellie acabará haciéndose famoso internacionalmente.
George Jakes, el hijo negro de Greg Peshkov, es un joven abogado que forma parte del equipo de Robert Kennedy y un activista del movimiento por los derechos civiles de los negros y su sueño es que sea aprobada la ley que ponga fin a la segregación racial. Debido a su posición en el equipo de Bobby George se relacionará directamente con Martin Luther King y participará de lleno en las protestas en los estados del Sur y en la marcha sobre Washington liderada por el reverendo King.
Y en la Unión Soviética tenemos a los hermanos mellizos Tania y Dimka Dvórkin, hijos de Ania, la hermana de Volodia Peshkov, muy unidos entre sí pero cuyas ideas políticas son muy diferentes. Tania es periodista y se dedica a escribir artículos criticando las medidas tomadas por el Gobierno, lo que la mete en problemas muy a menudo, mientras que Dimka es un firme defensor del comunismo y trabaja de primer ayudante del secretario general Jrushchov, participando activamente en la toma de decisiones del Gobierno.
Tenía en casa este libro desde hacía tres años, desde que salió, así que decidí que ya era hora de leerlo y quitármelo de encima. La verdad es que el libro intimida bastante, es el más extenso de los tres, 1150 páginas, pero se lee fácilmente, como cualquiera de los libros del autor. Hay una diferencia con respecto a los dos libros anteriores y es que mientras que el primero se ocupaba de la 1ª Guerra Mundial y la Revolución Rusa y el segundo de la 2ª Guerra Mundial y la Guerra Civil Española, este es más disperso y se ocupa de un montón de hechos históricos, que parece mentira que ocurrieran tantas cosas en tan corto periodo de tiempo.
Aparte de los hechos históricos, en el libro hay mucho drama personal, historias de amor, desengaños y traiciones, y con la gran cantidad de personajes que desfilan por sus páginas eso explica que el libro sea tan extenso. Algunos de estos dramas podría habérselos ahorrado, pero ya sabemos cómo es Ken Follett.
El libro me ha parecido muy bueno, tanto como los dos anteriores y me resultaría difícil escoger uno sobre los otros porque yo los veo como un solo libro dividido en tres partes. Pero como me pasó con los otros dos, al llegar a las últimas cien páginas ya estaba deseando acabarlo. Un pelín largo de más.
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