Leí la novela hace un millón de años (la cogiera en la biblioteca y en la hoja donde se anota la fecha de devolución he reconocido mi letra, año 2000) pero como tengo la segunda parte en casa desde hace un par de años, he querido hacer las cosas bien y volver a leerla antes de ponerme con “El mundo perdido”.
En la isla Nublar, próxima a Costa Rica, el magnate multimillonario John Hammond ha erigido un parque único en su clase. Mediante ingeniería genética ha logrado traer de vuelta a la vida a los dinosaurios y planea abrir su Parque Jurásico al público en un año. Por eso invita a varios expertos en sus respectivos campos, el paleontólogo Alan Grant, su estudiante Ellie Sattler, paleobotánica y el matemático Ian Malcolm, para hacerles una visita guiada por el parque y demostrarles que es un lugar 100% seguro. Pero estando allí algo sale mal y el parque se queda sin electricidad, propiciando que algunos de los dinosaurios más peligrosos rompan las verjas de contención y queden en libertad, causando el caos por toda la isla.
¿Qué decir de “Parque Jurásico” que no se haya dicho ya? Fue uno de los mayores éxitos de Michael Crichton, uno de sus bestsellers más conocidos, éxito que se vio incrementado por el propio éxito cinematográfico de la película de Spielberg. Aunque también es verdad que entre libro y película hay varias diferencias. La película es una versión bastante limitada de la novela, en el libro hay más dinosaurios y más situaciones de peligro (por ejemplo, el principio de la segunda película, lo de la niña atacada por unos comsognatus, ya ocurre aquí), además el destino de dos de los personajes principales es totalmente diferente.
La novela está genial, no podía ser de otra forma. Tiene una prosa ágil y directa y engancha desde el principio. Aunue ya sabes de qué va el libro el misterio del parque se mantiene durante bastante tiempo y tiene mucha acción y la idea de cómo se podrían resucitar a los dinosaurios tiene bastante sentido. Con razón Crichton era uno de los mejores escritores de su género. Pronto “El mundo perdido”.
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