Tras finalizar la investigación del Tren del Dinero el Equipo de Asalto se disuelve: Mackey y Gardocki siguen en Farmington con la Operación Garaje (instalan microcámaras en vehículos que utilizan los delincuentes para llevar a cabo sus negocios). Lem ha sido destinado a la División de Menores y Vendrell está en Antivicio con un nuevo compañero, Armando “Army” Renta.
Aceveda gana las elecciones a concejal y la capitana Monica Rawling llega para sustituirle al frente de la Granja. Rawling enseguida conecta con Mackey, ya que su forma de trabajar es bastante similar y decide darle una oportunidad para que se rehabilite como policía liderando una nueva Unidad Especial contra el crimen organizado. El plan de la capitana consiste en confiscar y subastar todos aquellos bienes que se demuestre han sido conseguidos con el dinero de la droga. Esta nueva política enfrentará a Rawling con gran parte del vecindario, el Ayuntamiento y con las bandas de la zona, sobretodo con los 19, liderados por Antwon Mitchell.
Mackey, Gardocki y Lem han decidido mantenerse limpios y dejar atrás su pasado corrupto, pero descubren que Vendrell ha reanudado los negocios turbios con Mitchell y los 19, a los que da protección informándoles de los movimientos de la policía contra ellos. Mackey consigue que Vendrell regrese a Farmington para tenerlo controlado, pero a sus espaldas Vendrell sigue dando protección a los 19 desde la comisaría de Farmington. La relación de Vendrell con Mitchell acabará volviéndose muy peligrosa para el primero cuando Mitchell le ordena que mate a Mackey, o de lo contrario hará público todo lo que ha hecho por él, lo que lo llevará a la cárcel.
Sintiéndose entre la espada y la pared, Vendrell acabará acudiendo a Mackey para pedirle ayuda para acabar con el pandillero y así, el Equipo de Asalto vuelve a reunirse para sacarle del apuro. Por otro lado, Lem le roba a un traficante salvadoreño un kilo de heroína para presionarle. La novia del traficante, que lo ha visto hacerlo, resulta ser confidente de Asuntos Internos. Estos, en vez de actuar contra él, deciden mantenerlo vigilado para utilizarlo para acabar con el Equipo de Mackey.
Debo aclarar que esta serie la vi entera hará dos años o así, pero no he escrito la reseña hasta ahora porque las reseñas de los libros que leo tienen prioridad, ya que al acabar el año me gusta tenerlas todas escritas, y las de series y películas no son tan urgentes. Pese al tiempo transcurrido recuerdo muy bien lo que me gustó de esta temporada y lo cañera que fue esta serie. Aunque los protagonistas se mueven mucho en la zona gris (unos polis que se pasan la ley por el forro y que lo más suave que se puede decir de ellos es que son unos cabrones), acabas empatizando con ellos y deseas que se libren y no los pillen. Además el villano de turno siempre es alguien más cabrón que ellos, así que en comparación ellos suelen ser el mal menor.
Uno de los aciertos de esta temporada es la presencia de Glen Close, en el papel de la capitana Rawling, que brilla por sí sola y hace un tándem fantástico con Vic Mackey. Sus personalidades son muy similares, ambos están dispuestos a hacer lo que sea necesario para limpiar las calles de criminales, y por eso conectan enseguida. Y como en temporadas anteriores, algunos casos y momentos de la serie son muy fuertes y transgresores. Con razón es una de las mejores series policiacas que se han hecho nunca, una de las más cañeras y que puso de moda la figura del antihéroe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario