"Y pese a todo" es una novela ambientada en Bangor, Maine, el pueblo natal de Stephen King, pero es un ¨Bangor que vive un invierno casi perpetuo, sepultado por la nieve, después de una Tercera Guerra Mundial de nefastas consecuencias para la humanidad.
Estados Unidos le declaró la guerra a Irán, los aliados de Irán le declararon la guerra a Estados Unidos y los aliados de este hicieron lo propio. Irán diseñó un arma bacteriológica que afectaba al ADN humano y la soltó en Nueva York, y casi un año después no hay señal de vida humana en mil kilómetros a la redonda a excepción de nuestros protagonistas: Peter Staublosky y su hija Ketty de cinco años y su odiado vecino Patrick Sthendall.
Peter y Patick eran amigos de toda la vida e incluso fundaron juntos una empresa, pero Patrick hizo algo con lo que se granjeó el odio eterno de Peter y nisiquiera la actual situación ha podido cambiar eso. de hecho Peter lleva un año sin dirigirle la palabra. Pero esto está a punto de cambiar.
Aunque ellos puedan ser los últimos seres humanos de la Tierra, no son las únicas criaturas que pululan por esa parte del mundo. El virus iraní convirtió a los infectados en unos seres carentes de raciocinio, extremadamente violentos y muy ágiles, que se mueven únicamente por la necesidad de alimentarse. Peter y Patrick tendrán que hacer frente a una horda de estos seres, y se verán obligados a dejar a un lado sus diferencias si quieren salvar la vida, y la de la pequeña Ketty.
El género post-apocalíptico es uno de mis favoritos, no solo por la parte que atañe a los zombis, cuando los hay (¿a quién no le gusta una buena casquería de vez en cuando?¨) sino también por la idea del fin de la civilización tal y como la conocemos; me parece muy interesante el tener que empezar de cero, el luchar por sobrevivir, buscar refugio, reconstruir la sociedad, etc. Tengo varias novelas de este género para leer en la tablet (y otras en papel, en mi biblioteca personal) y escogí esta porque hay una película del 2015 titulada "Extinction" (con Matthew Fox, el de "Perdidos", y Clara Lago) que vi en su día y me gustó (que he vuelto a ver). Aunque, sinceramente, tanto me daba leer esta que cualquiera de las otras, porque pienso leerlas todas.
La novela me ha gustado mucho. Encuentro muy divertido que transcurra en el pueblo natal del Maestro, aunque sea un Bangor muy distinto del actual, cubierto de nueve, con apenas comida ni electricidad. También encuentro muy interesante que todo gire en torno a solamente tres personajes durante casi toda la novela, como si fueran los únicos seres humanos del mundo, y hasta casi el final no sabes si es efectivamente así. Ese tono de soledad es un aliciente del libro.
El libro está muy bien escrito. Tiene un ritmo rápido y los capítulos son cortos y se te pasa volando. Los albinos, como se refieren a ellos en el libro, tardan bastante en aparecer, pero cuando lo hacen son verdaderamente terroríficos; algunas escenas son muy impactantes y es que nada cojona más que un zombi rápido. Sin duda es una muy buena novela post-apocalíptica y si te gusta el género la disfrutarás como he hecho yo.
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