Leí “La Máquina del Tiempo” por primera vez hace más de diez años y he vuelto a leerlo ahora solo para cumplir con uno de los desafíos de la bloggesfera a los que estoy apuntado. Tenía que leerme un libro cuyo protagonista se llamara como yo (Eloy), pero como eso es harto improbable, la autora del desafío me ha permitido tomarme una licencia y leerme este libro, que si bien el protagonista no se llama como yo, sí aparece una raza que comparte mi nombre: los Eloi. Así que desde aquí le doy las gracias.
“La Máquina del Tiempo” es un clásico de la ciencia-ficción y es el libro con el que Wells alcanzó la fama y la fortuna. En él, un hombre construye una máquina del tiempo y viaja al año 802.701. allí descubre que el mundo se ha convertido en un inmenso desierto, debido a algún tipo de cataclismo, y al poco de investigar descubre los primeros seres vivos, los Eloi, personas bajitas, rubias y hermosas, casi como niños. El Viajero no entiende su idioma, ni ellos el suyo, así que se queda con los Eloi unos días para conocerlos mejor. Al parecer en el futuro nadie trabaja y los Eloi se dedican a divertirse, jugar y nadar todo el rato y siempre se están riendo. Cuando el Viajero va a buscar su máquina, descubre que ha desaparecido y por mucho que pregunta a los Eloi no consigue hacerse entender, así que comienza a buscarla por su cuenta. El Viajero descubre unos pozos que llevan bajo tierra y cuando pregunta a los Eloi, éstos se muestran atemorizados. Así el Viajero acaba conociendo la otra cara de esta aparente utopía: bajo tierra viven los Morlocks, criaturas horrendas, salvajes y muy peligrosas, que cada cierto tiempo suben a la superficie y se llevan a un Eloi para comérselo, pues son caníbales.
Además de ser una buena historia de ciencia-ficción con moraleja incluída (Wells hace responsable a la humanidad y a sus acciones de su propio futuro), también es una dura crítica contra la sociedad en la que le tocó vivir al propio H. G. , especialmente la distinción de clases. Los Eloi son los capitalistas, la clase alta, que viven como Dios, sin ningún tipo de preocupación, y los Morlocks son la clase obrera, que tiene que trabajar sin descanso para que los Eloi puedan seguir teniendo su estilo de vida.
El libro me ha gustado tanto como la primera vez, es corto, 170 páginas, y es muy fácil de leer. Lo único que no me gusta tanto es ese final tan abierto, el Viajero realizando un segundo viaje en el tiempo del que ya no regresa, que te deja con la intriga. Igual que he releído éste, tal vez haga lo mismo con “La guerra de los mundos” y “El Hombre Invisible”, pero no este año.
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