Si se te da bien algo, no lo hagas gratis.
¿Quieres saber de qué son estas cicatrices? Mi padre era un alcohólico, y un animal, y una noche se le fue la olla más de lo normal. Mi madre cogió un cuchillo de cocina para defenderse. A él no le hizo ninguna gracia. Nin-gu-na. Y delante de mis narices le clavó el cuchillo a la vez qu se reía. Se volvió hacia mí y me preguntó “¿por qué tan serio?”. Vino hacia mí con el cuchillo, “¿por qué tan serio?”, y me metió la hoja en la boca, “vamos a dibujarte una sonrisa en esa cara y...”, ¿por qué estás tan serio?
Te veo nerviosa. ¿Es por las cicatrices? ¿Quieres saber cómo me las hice? Estaba casado, era muy guapa, como tú, me decía que me preocupaba demasiado, que tenía que sonreír más. Le gustaba el juego y se endeudó con quien no debía. Un día le rajaron la cara. No podíamos pagar su cirugía, ella no aguantaba más, yo quería volver a verla sonreír, quería que supiera que no me importaban sus cicatrices, así que me metí una cuchilla en la boca y me hice esto, ¿y sabes qué? Ella no podía ni mirarme. Me dejó. Ahora le veo la gracia. Estoy siempre sonriendo.
¿De verdad tengo pinta de tener un plan? ¿Sabes qué soy? Soy un perro que corre detrás de los coches. No sabría qué hacer si alcanzase uno.
La locura, como tú sabes, es como la gravedad, basta con un pequeño empujón.
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