El libro trata un episodio acaecido
durante la campaña de Napoleón en Rusia. En la batalla de
Sbodonovo, en 1812, entre las tropas napoleónicas y las rusas, el 2º
batallón del 326 de Infantería de Línea, formado por prisioneros
españoles obligados a luchar en el bando francés, decide desertar y
pasarse al bando ruso. Pero Napoleón interpreta su gesto como un
acto heroico y ordena una carga que acabará dándole una de las
mayores victorias de su campaña.
El libro es muy breve, apenas 150
páginas, es más una novela corta que una novela en sí, y está
escrito en un tono desenfadado, con mucha ironía y humor, como quien
no quiere la cosa, en plan “ya que estamos aquí le echamos un par
y desertamos y tal”, y Pérez-Reverte nos hace un retrato
caricaturesco del Emperador, convirtiéndolo en un monigote ridículo
(incluso trae algunos dibujos del Petit Cabrón, como lo llama
Pérez-Reverte).
El libro me ha gustado, es muy fácil
de leer y tiene un ritmo rápido, y me ha parecido muy divertido. La
única pega es que tiene un tono demasiado desenfadado y parece que
se lo toma todo a broma. Y la guerra, amigo mío, no tiene nada de
gracioso.
Gran libro! yo tengo esa misma edición.
ResponderEliminarPrecisamente la pega que le pones me parece uno de sus mayores aciertos. Ese contraste entre humor y crudeza me encanta, aunque en la recta final el tono se vuelve mucho más serio y oscuro.