Isaac Asimov fue (y siempre será) uno de los escritores de ciencia-ficción más importantes del siglo XX y sus relatos de robots, junto con sus famosas Tres Leyes de la Robótica supusieron un antes y un después dentro del género. Robots aparte, su saga Fundación está considerada como una de las mejores del género y con ella ganó el prestigioso Premio Hugo, que es como el Oscar de la ciencia-ficción. O sea que estamos hablando de todo un clásico.
Yo siempre he dicho que cada género tiene sus clásicos y que hay que leer cada uno de ellos, y como a mí me encanta la ciencia-ficción decidí leerme la saga entera (empezó como trilogía y acabó llegando hasta los 7 libros) cosa que hice en 2001. Este año me ha dado por volver a hacerlo y pienso leerme los 7, y si puedo también la llamada Segunda Trilogía de la Fundación, y hacer sus correspondientes entradas. Así que al lío.
Para esta saga Asimov se inspiró en el auge y caída del Imperio Romano, pero trayéndolo a su terreno. Así, tenemos que la humanidad se ha extendido por todo el Universo, habitando miles de planetas y formando el Imperio Galáctico, cuya capital administrativa es el planeta Trántor, desde donde gobierna el Emperador. Hari Seldon, el psicohistoriador más importante de Trántor (la psicohistoria es una ciencia que utiliza las matemáticas para predecir futuros sucesos históricos importantes) predice con su psicohistoria que en 500 años el Imperio empezará a derrumbarse y lo seguirán 30.000 años de caos y barbarie, pero consigue reducirlo a un periodo de 1.000 años creando dos Fundaciones, una en cada extremo del Universo, cuya labor será recopilar todo el conocimiento y saber de la humanidad en una Enciclopeida Galáctica, para evitar que se pierdan cuando lleguen los Años Oscuros.
Pero al cabo de 50 años en la Primera Fundación descubren que la Enciclopedia no es el verdadero objetivo de Seldon, sino solo una cortina de humo que enmascara algo que va mucho más allá...
Este primer libro se centra en la Primera Fundación, establecida en el planeta Términus, y en las diferentes crisis que debe afrontar a lo largo de los siguientes 150 años para continuar por el camino previsto por Hari Seldon (las cuales también fueron predichas por Seldon). El libro está formado por 5 relatos, los cuales Asimov escribió y publicó por entregas en la revista de John Campbell entre 1942 y 1944. cuando supe esto me quedé alucinado porque significa que Asimov escribió este clásico de la ciencia-ficción a la tierna edad de 22 años. Menudo prodigio, yo a esa edad aún estaba estudiando. Pero no sé de qué me extraño, Isaac Asimov era un superdotado y su coeficiente de inteligencia andaba por los 132, similar al de Einstein, e incluso formó parte de MENSA.
La narrativa de Asimov es muy amena y fácil de leer y te engancha sin que te des cuenta. Sus historias suelen ser una mezcla de ciencia-ficción y misterio o intriga, y al final siempre se produce algún giro sorpresa que no ves venir. Con los relatos de este libro pasa igual. Los protagonistas tienen que hacer frente a diferentes crisis o situaciones conflictivas difíciles de superar y cuando parece que no hay solución, ¡zasca!, la historia coge un rumbo que no te esperas. Vamos, que el libro es muy bueno y un candidato perfecto para iniciarse con Asimov. En un par de semanas el siguiente.
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