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martes, 21 de enero de 2014

La oscuridad de los sueños, de Michael Connelly (aunque su verdadero título es "El Espantapájaros")


Esta es otra novela independiente de Michael Connelly, pero a su protagonista ya lo conocíamos de antes. Se trata de Jack McEvoy, el periodista que protagonizó “El Poeta” y que salió también en “Más oscuro que la noche”. En el libro de Harry Bosch anterior a este, “Nueve dragones”, se mencionaba que a McEvoy lo echaban del periódico en el que trabajaba debido a los recortes, y aquí conocemos los detalles.
En el periódico tienen que despedir a 100 personas y a Jack le toca el nº99, pero le dan dos semanas más para que enseñe a su sustituta, lo que acepta porque dos semanas de sueldo son dos semanas de sueldo.
Jack piensa despedirse a lo grande y escribir el mejor reportaje de su carrera, centrado en Alonzo Winslow, un chico de 16 años que violó con diversos objetos y luego asesinó a una bailarina de streaptease y después la metió en el maletero de un coche. Jack piensa hablar de cómo el ambiente marginal en el que se crió lo convirtió en un asesino, pero descubre que en realidad es inocente. La policía lo presionó para que confesara, pero Alonzo en ningún momento admitió haberla asesinado, solo admitió haber robado el coche en el que se encontraba el cadáver. Jack descubre un caso similar en Las Vegas de un año atrás, un hombre condenado por violar y asesinar a su ex-mujer, también bailarina exótica, a la que también encontraron en el maletero de su coche.

Jack cree haber dado con un asesino en serie que ha eludido el radar del FBI hasta ahora y viaja a Las Vegas para hablar con el ex-marido, pero antes de poder hacerlo descubre que alguien le ha cancelado las tarjetas de crédito, el teléfono móvil e incluso le han vaciado su cuenta bancaria. Jack decide llamar a Rachel Walling, la agente del FBI que llevó el caso del Poeta y con la que mantuvo un breve romance (hasta que creyó que ella era el asesino y eso echó por tierra la relación) y la informa tanto de lo que le ha pasado como de su descubrimiento del asesino en serie, y le pide ayuda, pero ella de entrada pasa de él. Luego empieza a reflexionar y se pone a investigar y comprueba que lo de las tarjetas y la cuenta es verdad, así que coge un helicóptero a Las Vegas, llegando a tiempo de salvarle la vida a Jack, pues el asesino sabía que se estaba acercando a la verdad y pensaba matarlo y hacerlo pasar por un suicidio. Así que tras informar a sus superiores, Rachel y Jack se ponen a trabajar juntos para atrapar al asesino.

El anterior libro que me leí de Michael Connelly, “Llamada perdida”, era una novela independiente y tardó algo en engancharme, y como este también era independiente pensé que me pasaría lo mismo, pero fue todo lo contrario. El libro me ha parecido uno de los mejores del autor y me ha mantenido tan pegado a sus páginas como hacía tiempo que no me pasaba. El libro es impresionante y tiene un ritmo ágil y es tan adictivo que te vuelve loco. Lo más interesante es que sabemos quién es el asesino desde el principio y vamos viendo cómo van estrechándole el cerco poco a poco (a veces incluso le pasan de largo).
Bueno, ahora solo dos más y acabo con Connelly.

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