“Cazadores de
Dune” y el siguiente libro, “Gusanos de arena de Dune”, forman
en realidad un único volumen y suponen el desenlace de la saga
original de Dune, que debido a la muerte de Frank Herbert quedó
inconclusa.
Supuestamente
estos dos libros se basan en las notas que Frank Herbert dejó sobre
un hipotético séptimo libro de la saga. Cuando Brian y Kevin
empezaron a revisar los papeles de Frank Herbert para preparar “Casa
Atreides”, descubrieron con sorpresa dos cajas de seguridad que
contenían un documento impreso y dos viejos disquetes con las
etiquetas “Esquema Dune 7” y “Notas Dune 7”, en las que
describía por donde quería llevar exactamente la historia, y
también otras notas y papeles sobre diferentes personajes y su
historia, páginas de epígrafes que no había utilizado y esquemas
de futuros trabajos.
Esto nos lo
cuentan los autores en las primeras páginas, pero debo confesar que
la primera vez que lo leí no me lo creí. Pensé que era un cuento
de los autores para quedar de guay, la aparición de una caja de
seguridad de la que nadie tenía conocimiento con las notas de un
nuevo libro de Dune. Como si fuera el tesoro de los Templarios,
vamos. La razón por la que no me lo creí fue la siguiente:
el Enemigo está
íntimamente relacionado con la trilogía de la Yihad Butleriana,
pero en la saga original las referencias de Frank Herbert a la guerra
contra las Máquinas Pensantes son muy ambiguas, como si no tuviera
claro lo que pasó entonces. De hecho no conocemos el nombre de
Serena Butler hasta las precuelas de Dune. Si hubiera tenido notas
sobre el tema,, las referencias a la guerra con las Máquinas
Pensantes habrían sido más concretas, ¿no?
Ahora que he
vuelto a leer el libro he reconsiderado todo esto y estoy dispuesto a
aceptar que, si bien lo del origen del Enemigo sigue pareciéndome
cosa de Brian y Kevin, el resto de las tramas sí pueden estar
recogidas en las notas de Frank. Digamos un 80% de Frank Herbert y un
20% de Brian y Kevin.
Al final de
“Casa Capitular”, los gholas de Duncan Idaho y Miles Teg,
Sheeana, el maestro tleilaxu Scytale, un grupo de refugiados judíos
y de Bene Gesserit renegadas, abandonaban Casa Capitular abordo de la
no-nave, llevándose con ellos los últimos gusanos de arena de Dune
y un grupo de futars, huyendo del Enemigo, que bajo la apariencia de
dos afables ancianos trataba de atraparlos utilizando una red de
taquiones que solo Duncan podía ver.
“Cazadores de
Dune” arranca tres años después. La no-nave, la Ítaca, ha estado
todo este tiempo en otro universo, un universo negativo,
escondiéndose del Enemigo y ahora nuestros protagonistas consiguen
regresar al universo conocido, pero poco después, sin saber cómo,
el Enemigo los localiza y lanza sobre ellos la red de taquiones y
Duncan se ve obligado a plegar nuevamente el espacio para trasladarse
a otra parte del universo. Esa es su rutina durante los siguientes
años, viajando por el universo y plegando el espacio cada vez que el
Enemigo da con ellos. Los judíos y las brujas Bene Gesserit están
cansados de esta situación y lo que quieren es encontrar un planeta
en el que poder establecerse y empezar de nuevo, pero Duncan no puede
arriesgarse a bajar la guardia ya que el Enemigo podría dar con
ellos y entonces ya no podrían huír.
El maestro
Scytale se está muriendo; en realidad aún le quedan 10 o 15 años,
pero su degeneración celular ya ha comenzado y necesita crear un
ghola de sí mismo para poder seguir existiendo tras su muerte. Pero
a bordo de la Ítaca no hay ningún tanque axotl y aunque lo hubiera
Scytale está seguro de que Sheeana y las brujas no le ayudarían,
así que para convencerlas les revela su mayor secreto: en su
interior lleva una cápsula con las células de los grandes
personajes míticos del pasado, Paul Atreides y su amada Chani, dema
Jessica, Stilgar, Thufir Hawat, etc, y si los traen de vuelta a la
vida, sus recuerdos y experiencia podrían suponer una gran ayuda
para derrotar al Enemigo. A cambio, el tleilaxu quiere su propio
ghola. Tras someterlo a votación, el proyecto ghola es aprobado, no
sin ciertas reticencias por parte de las brujas Bene Gesserit, y
después de que Scytale les enseñe a crear tanques axotl comienzan
la producción de los gholas, empezando por el de Paul y siguiendo
con los de su madre, dama Jessica, Thufir Hawat, el amor de Paul,
Chani, el doctor Wellington Yueh, el planetólogo y padre de Chani
Liet Kynes, el naib Stilgar y por último el hijo de Paul, Leto II.
En Casa
Capitular, Murbella se ha convertido tanto en la líder de la Bene
Gesserit como de las Honoradas Matres y ha unido ambas organizaciones
en una sola, pero el odio entre ellas es demasiado grande como para
hacer borrón y cuenta nueva, y pese a que Murbella trata por todos
los medios de que centren su odio en el Enemigo, que se está
acercando, más de una ocasión ha sorprendido a grupos de uno y otro
bando enzarzados en una lucha a muerte, masacrándose mutuamente, así
que para que eso no vuelva a ocurrir decide imponer un mismo uniforme
para todas, un simple traje negro, para que no haya diferencias de
vestuario entre unas y otras.
Distintas
facciones de Honoradas Matres asentadas en diferentes planetas se
niegan a aceptar a Murbella como su líder y ésta se ve obligada a
ir a la guerra contra ellas, para someterlas o destruirlas según sea
el caso. La facción que más resistencia le presenta es la del
planeta Tleilax, dirigida por la Madre Superiora Hellica. Ella le
ocasiona los mayores daños a las tropas de Murbella, y Murbella deja
para el final su enfrentamiento con ella, después de acabar con
todas las otras facciones.
El Enemigo ha
creado un nuevo tipo de Danzarines rostro que se han infiltrado en
todas partes y su líder se llama Khrone. El Enemigo quiere capturar
la Ítaca porque en ella se encuentra o se encontrará el Kwisatch
Haderach definitivo, y quiere tenerlo de su lado cuando comience el
Kralizec, la batalla final por el Universo. Pero tras muchos años de
búsqueda sigue sin poder capturar la nave, así que Khrone, por su
cuenta, pone en marcha un plan para garantizar el éxito a sus amos y
señores: ya que el Enemigo sigue sin tener al Kwisatch Haderach
definitivo, Khrone decide crear el suyo propio a partir de una
muestra de sus células. Así, Khrone lleva al maestro tleilaxu
Uxtal, el últimi tleilaxu con vida del Consejo tleilaxu, a las
instalaciones del planeta Tleilax y lo pone a trabajar de inmediato
en el proyecto (aunque Uxtal tiene que repartir su tiempo con la
creación de una especia sintética basada en la adrenalina para
Hellica, que no le quita el ojo de encima), creando al ghola de Paul
Atreides, al que llaman Paolo para diferenciarlo del otro y que
corrompen, convirtiéndolo en una versión oscura y retorcida de Paul
Atreides.
Esta esperada
continuación de Casa Capitular me ha parecido fantástica. La idea
de traer de vuelta a la vida a los personajes clásicos de la saga
original en forma de ghola hace que se te ponga la piel de gallina.
Hasta ahora el único ghola conocido era el de Duncan Idaho, al que
Leto II resucitó una y otra vez durante los milenios qué duró su
Imperio, y en última instancia el de Miles Teg, pero tener otra vez
a Paul, dama Jessica, Chani, Stilgar y los demás, todos juntos de
nuevo es algo genial y de da esperanzas de que el destino de algunos
de ellos sea distinto que el de sus versiones originales.
Una cosa
interesante de este libro es que se nos revela algo que ocurrió al
principio del Imperio de Paul, cuando éste sufrió un intento de
asesinato. Esto nos lo cuentan también en el libro “Paul de Dune”,
el primero de la siguiente serie del universo Dune que transcurre
durante los primeros años de Paul como Emperador. Lo malo es que
esta serie no funcionó tan bien y los libros que la forman no se
tradujeron, así que la única forma de leerlos es hacerlo en inglés,
algo que como fan me cabrea bastante.
La identidad del
Enemigo es toda una sorpresa, pero lo habría sido más si antes de
leer este libro por primera vez no hubiera entrado en la Wikipedia,
porque ahí te lo cuentan todo con pelos y señales. Así se pierde
la magia del descubrimiento y te recomiendo que no lo hagas.
Ahora “Gusanos
de Arena de Dune” y se acabó.
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