Como “Friends”,
“Embrujadas” fue otra serie mítica que marcó mi adolescencia.
Hay que reconocerlo, los efectos especiales (algunos) eran bastante
cutres, pero la serie molaba y a lo tonto duró 8 temporadas. Aquí
en España la ponían los domingos por la tarde, creo recordar que
dos capítulos seguidos, y yo siempre la veía, incluso las
reposiciones, pero me perdí algunos capítulos de la 8ª temporada,
incluido el último, así que cuando se me presentó la oportunidad
de verla entera desde el principio no lo dudé, y en eso estoy.
En pocas
palabras, la serie va de tres hermanas que son brujas y utilizan sus
poderes y la magia para luchar contra brujos, demonios y todo tipo de
criaturas sobrenaturales.
Prue es la mayor
y trabaja en una casa de subastas. Piper es la del medio y es la
encargada de un restaurante, no por gusto sino por obligación. Ella
en realidad es cocinera pero después de que la contrataran el
encargado se largó y le dejó a ella el marrón. Y luego está
Phoebe, la menor, la hermana rebelde e irresponsable que no piensa en
el futuro, razón por la cual Prue siempre está discutiendo con
ella.
Su madre murió
cuando eran pequeñas y fue su abuela quien las crió. Ésta murió
hace seis meses y Prue y Piper se trasladaron a su casa, que les dejó
en el testamento. Phoebe se marchó de casa hace mucho y ha estado
viviendo en Nueva York, pero no le ha ido bien y en el piloto vuelve
a trasladarse con sus hermanas, algo que a Prue no le hace mucha
gracia por lo dicho más arriba.
Jugando con un
tablero de Ouija Phoebe recibe el mensaje de que suba al ático y
allí encuentra en un baúl el Libro de las Sombras, un libro
gordísimo que contiene un montón de hechizos y conjuros, y tras
leer la primera página Phoebe activa los poderes de las tres (Prue
la telequinesis a través de los ojos, Piper puede congelar el tiempo
y Phoebe las premoniciones) y así empieza la carrera de las Haliwell
contra el Mal.
Volver a ver la
1ª temporada después de tantos años (18 nada menos) despertó
cierta nostalgia en mí. Qué jóvenes eran todos entonces. Me
encantó volver a ver el comienzo de la relación de Piper y Leo,
cuando se hacía pasar por el manitas y le ocultaba el hecho de que
era una luz blanca, Phoebe y Piper compitiendo por él o cuando
Phoebe lo pilló levitando, y también lo de Prue y Andy. Pobre Andy.
Aunque si la
comparas con todo lo que vino después es bastante floja. Aquí no
hay ningún villano principal (bueno, están los jefes de Prue de la
casa de subastas, pero solo duran media temporada), sino uno por
capítulo y algunos son un poco cutres; otros sin embargo sí están
a la altura, como el demonio del miedo o el del tiempo del último
capítulo.
Lo que chirría
un poco es que Leo no solo cura las heridas, sino que también repara
las camisas y elimina las manchas de sangre. Ni el mejor de los
detergentes, oye. ¿Pero tanto cuesta dejar la camisa rota y con
manchas de sangre y curar solo la herida en cuestión? En fin, ahora
la 2ª temporada, a ver si soy capaz de verme este año las 8
temporadas.
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