Esta temporada
se une un nuevo miembro al Departamento de homicidios de Philadelphia procedente del Departamento de Detectives, la detective Jodie Sutton.
Su padre fue una leyenda dentro del Cuerpo y ella se ha trasladado de
Departamento debido a cierto asunto sexual relacionado con su
sargento. A Jodie no le gusta hablar sobre el tema y todos en el
Departamento creen que ella le tiraba los trastos a su sargento, pero
resulta ser al contrario, ella era la víctima del acoso de su
sargento.
Pero tras 10
capítulos o así se pide un permiso por un asunto personal y ya no
vuelve, y digo yo, ¿para qué la introdujeron en la serie si
pensaban deshacerse de ella sin darnos explicación alguna? Tras su
salida se une una nueva inspectora al equipo de Lily Rush para
sustituir a Jodie, Kate Miller, procedente de Narcóticos, y esta ya
se queda para el resto de la temporada.
Sobre los casos
en sí, la serie sigue el mismo patrón; los casos corresponden a
épocas muy distintas, desde el más reciente, el 2003, hasta el más
antiguo, de 1928, pasando por los años 80, 70,50, etc. Como ya tengo
dicho con anterioridad, lo de los casos abiertos es algo que me
encanta y en esta temporada hay casos muy buenos y muy bien
construidos, incluso algunas de las historias son bastante emotivas.
Entre los que más me gustaron están: el de la chica gorda, el de la
chica en silla de ruedas, el del bateador negro, el del manicomio, el
del veterano de Vietnam que regresa a casa, el de la niña de 4 años
víctima de maltrato, el de la sala de castigo, el del atraco a un
banco, el del chico enterrado vivo, el de la jugadora de tenis, el
del cabaret y el del cirujano de éxito adicto al poker.
Ahora la 4ª
temporada.
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