En el pueblo de
Amity se produce el brutal ataque de un tiburón blanco y el jefe de
policía, el jefe Brody, quiere cerrar las playas en previsión de un
nuevo ataque. Pero eso significaría la ruina para el pueblo, que
subsiste gracias a la llegada de turistas en verano, y el alcalde
presiona a Brody para que deje las playas abiertas, aduciendo que un
solo ataque de tiburón no significa que vayan a producirse más y
que su reacción es algo exagerada, que piense en lo que está en
juego. Brody accede pero cuando se producen más ataques no duda en
ignorar las presiones y cerrar las playas, y solicita la ayuda de un
experto en tiburones para darle caza al temible escualo que está
sembrando el terror en sus playas.
Esta es la
novela en la que se basó la película de Spielberg y la encontré el
año pasado en un mercadillo de libros de segunda mano, que se
repartían gratis. Tenía curiosidad así que, siendo gratis, me lo
llevé.
No soy muy dado
a leer libros de películas pero este me ha gustado. Está bien
escrito y es muy ameno, la tensión se mantiene durante todo el
libro. El final es ligeramente distinto y hay un par de tramas que
Spielberg no reflejó en la película: el alcalde tiene unos socios
mafiosos a los que debe mucho dinero y son los que le presionan para
mantener las playas abiertas, que también acaban presionando al
propio Brody, y la mujer de Brody que tiene una aventura con el
experto en tiburones. Esto último no me gustó nada, me pareció una
estupidez que no viene a cuento y me alegra que Spielberg lo obviara
en la película.
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