Finales de 1943.
Washington tiene un grave problema entre manos. Los giróscopos de sus aviones no funcionan y sin ellos los aviones no pueden orientarse a gran altura. Es de vital importancia sustituir esos giróscopos lo antes posible pues se ha programado un ataque aéreo sobre Alemania para varias semanas después y no puede aplazarse.
Por otro lado los nazis también tienen problemas. Se han quedado sin diamantes y sin ellos no pueden seguir fabricando munición para sus armas y Alemania no podrá hacer frente a los aliados.
Americanos y nazis buscan desesperados sus respectivos repuestos e irónicamente resulta que los únicos repuestos que existen de cada cosa está en manos del bando contrario, los americanos poseen los diamantes y los nazis tienen los giróscopos. Así que unos y otros deciden pactar una pequeña tregua, en el máximo secreto, para realizar dicho intercambio. El hombre encargado de ese intercambio es un judío alemán exiliado en Buenos Aires llamada Erich Rhinemann, fanático de su país como el que más. Washington envía allí al teniente coronel David Spaulding, que ha estado dirigiendo una red de espionaje en el norte de España para asegurar que los giróscopos que le dé Rhinemann sean auténticos y no pretenda engañarle. Spaulding solo sabe lo referente a los giróscopos y no le han dicho nada sobre los diamantes y cree que todo irá según lo planeado, pero ciertas personas no piensan permitir que ese intercambio tenga luar y Spaulding sufre varios intentos de asesinato por parte de hombres armados.
Este es el último libro de Robert Ludlum que me faltaba por leer de los que tengo en casa. El libro está bastante bien aunque no está entre mis favoritos, se deja leer, es del montón, vamos, pero en mi opinión le sobran bastantes páginas. Con trescientas y pico páginas era más que suficiente.
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