Con excepción de sus libros más populares (los Libros de Sangre, Cabal, Hellraiser, El Juego de las Maldiciones e incluso Demonio de Libro, que no es demasiado bueno) el resto de la obra de Clive Barker es muy difícil encontrarla en las librerías españolas. La editorial que los estaba publicando, La Factoría de Ideas, echó el cierre hace unos años pero lo que yo creo es que pasó lo mismo que con Dean Koontz, que sus libros no vendían tanto como pensaban y por eso pasaron de seguir traduciéndolos.
Hace muchos años vi en La Casa del Libro los libros de Imajica, pero no los compré porque por aquel entonces no era fan de Barker, y hoy me pesa no haberlo hecho.
Hace 10 años o así, encontré una versión en cómic del presente libro, una miniserie de 12 números de 2006, y me pareció una historia totalmente alucinante. Me absorbió de tal forma que incluso después de terminarla no podía quitármela de la cabeza. Jamás pensé que llegaría a tener el libro en mis manos, por eso cuando lo vi en el escaparate de una librería de mi pueblo, literalmente me quedé con la boca abierta. Al principio pensé que podría tratarse de la versión en inglés, así que lo consulté en Internet, y efectivamente, estaba publicado en español, así que al día siguiente me lo compré, aunque si llego a saber que me iban a clavar 26 euracos igual me lo pensaba mejor. En fin, que el libro llevaba en casa pendiente de leer como 3 o 4 años,así que decidí que ya había llegado el momento de echarle mano.
El protagonista de esta historia es Randolph Jaffe, un hombre apocado y anodino que trabaja en la Oficina Central de Correos de Omaha, al que su jefe claramente desprecia. Allí se amontonan todas las cartas perdidas de Estados Unidos y su jefe le encarga que las revise una a una, que se deshaga de las inútiles en la incineradora y que si encuentra algo de valor lo comparta con él y sus compañeros, que ni se le ocurra quedárselo para él solo. Jaffe se pone a ello y así, leyendo todas esas cartas, descubre la existencia de Quididad, el Mar de los Sueños, que se encuentra más allá de nuestra realidad, al que todos vamos tres veces en nuestra vida (al nacer, cuando nos acostamos con la persona amada y cuando vamos a morir), en la que se encuentra una isla llamada Efemérides y la existencia de una secta religiosa, la Hueste, cuya misión es proteger Quididad.
Muchas personas han intentado llegar a Quididad a lo largo de la historia pero muy pocas lo han conseguido, pues la única forma es dominar un gran poder llamado el Arte. A partir de este momento Jaffe se obsesionará con alcanzar el Arte y llegar hasta Quididad, pero en su condición de simple ser humano éste no está todavía a su alcance, por ello se asocia con un científico caído en desgracia llamado Fletcher, y tras nueve meses de trabajo crea una sustancia llamada Nuncio, que producirá en Jaffe el salto evolutivo que necesita para acceder al Arte. Pero una vez logrado su objetivo Fletcher decide que lo mejor es destruirlo, pues sabe que Jaffe hará un mal uso de él, en su obsesiva búsqueda del Arte. Pero el Nuncio es una sustancia consciente que quiere ser utilizada e infecta a Fletcher, potenciando su mente y otorgándole el don de la telepatía.
Como su supiera lo que Fletcher pretendía hacer, Jaffe se presenta en su laboratorio y se enfrenta a él; el Nuncio también lo infecta dándole unos poderes similares a los de Fletcher pero más oscuros, y entonces ve a su socio como lo que realmente es, su Némesis. Ambos emprenden entonces una épica y larga batalla por los cielos de América, Jaffe utilizando su terata, extraída de los miedos de la gente y Fletcher con su hallucygenia, extraída de sus deseos y sueños. Finalmente ambos caen agotados sobre el pueblo de Palomo Grove, quedando atrapados bajo tierra y sobre la grieta que se formó tras su caída surge un lago de la noche para la mañana, al que cuatro amigas (Arleen Farrell, Trudi Katz, Joyce McGuire y Carolyn Hotchkiss) deciden ir a nadar. Allí son tomadas por las fuerzas de Jaffe y Fletcher; el objetivo del primero es tener descendencia para que continúen con su lucha, razón por la que Fletcher se ve obligado a hacer lo mismo.
Después de esa cuasi violación sobrenatural, las cuatro amigas pactan guardar el secreto, pero poco después sienten el impulso incontrolable de tener sexo con cualquier persona con el fin de quedarse embarazadas. La historia acaba saliendo a la luz y supone todo un escándalo en el pequeño y tranquilo pueblo de Palomo Grove, sobretodo cuando tres de las cuatro jóvenes acaban encintas, y acaban siendo conocidas como “La Liga de las Vírgenes”. La que no se quedó embarazada, se vuelve loca y acaba sus días internada en un psiquiátrico; otra tiene una hija, pero la ahoga y luego se suicida, creyendo que es fruto del demonio; Trudi tiene un hijo al que llama Howard y abandona el pueblo para olvidar todo lo sucedido y empezar una nueva vida lejos de allí y Joyce McGuire tiene dos mellizos, Jo-Beth y Tommy Ray.
Dieciocho años más tarde, tras la muerte de su madre, Howie llega a Palomo Grove con el fin de averiguar algo sobre el pasado de su madre, por qué se fue de allí, quién es su padre y tal, algo de lo que nunca le habló.
Fletcher y Jaffe, que llevan todo este tiempo atrapados en una cavidad subterránea, enganchados el uno al otro en un abrazo mortal, creen que cuando sus hijos se encuentren retomarán la batalla que ellos empezaron hace tanto tiempo, pero cuando Howie y Jo-Beth se ven por primera vez ocurre algo que ninguno de ellos habría podido imaginar: al verse sienten como si se conocieran de toda la vida y se enamoran irremediablemente.
Jaffe y Fletcher logran liberarse finalmente de su prisión, pero mientras que Fletcher se encuentra debilitado Jaffe tiene toda la fuerza de su terata y con ayuda de su hijo Tommy Ray. Al que ha atraído a su lado, empieza a proveerse de un ejército de monstruos, extraídos de los miedos de los habitantes de Palomo Grove, que le permitirán adquirir el poder necesario para acceder al Arte. Así, Fletcher deberá recurrir a su hijo Howie, a un periodista llamado Frank Grillo y a una guionista de Hollywood llamada Tesla, amiga de este último, para impedir que Jaffe profane Quididad con su Arte oscura y destruya la realidad misma en el proceso.
Esta me ha parecido una de las mejores y más trabajadas novelas de Clive Barker. Ya he dicho que cuando me leí los cómics por primera vez quedé totalmente absorbido por la historia y esto también me ha pasado con la novela, y es que la mitología que nos presenta aquí Barker (el Mar de los Sueños, la Hueste, Efemérides, el Arte, los Uroboros del Iad) es simplemente fascinante. Incluso me parece superior a la de Hellraiser, que ya es decir.
La novela tiene ingredientes de muy distintos géneros: misticismo, policial, erotismo, una historia de amor (aunque eso de enamorarse a primera vista me parece poco realista) y momentos de puro horror. Lo de la Liga de las Virgenes es realmente estremecedor y cuando Jaffe utiliza finalmente el Arte para abrir una puerta a Quididad, bueno, no miento cuando digo que esas páginas son las más terroríficas y llenas de espanto que he leído en años. La verdad es que pensaba que abrir un agujero en el tejido del universo no sería para tanto, pero ser testigo de ese suceso es algo que te destroza la mente. Con razón el propio Stephen King se rindió ante el talento de Clive Barker.
Si eres un seguidor de la obra de Barker uno de los personajes que aparecen en este libro te resultará familiar: el detective privado Harry D’Amour, que protagonizó un relato de los Libros de Sangre (en la película, “El Señor de las Ilusiones”, estuvo encarnado por Scott Bakula), “Everville”, segundo libro del Arte, otra novela corta y la esperada secuela de “Hellraiser”, “The Scarlet Gospels”. Aunque su aparición aquí es tan solo un cameo, una llamada telefónica con los protagonistas y luego aparece en las últimas páginas, pero aún así mola.
En teoría los librs del Arte iban a ser tres; en las notas de este libro Barker dice que en el tercero el Arte alcanzaría su máximo apogeo. Han pasado casi 30 años desde la publicación de “El Gran Espectáculo Secreto” y hasta hace bien poco no había tenido noticia alguna de ningún otro libro sobre el Arte, pensaba que Barker había abandonado la trilogía. De hecho publicó el segundo libro del Arte, “Everville” en 1994, pero como solo lo hay en inglés, me pasó completamente desapercibido (aunque dicen que no es muy bueno). Eso sí, del tercero no hay ninguna noticia, mejor ir olvidándose de él.
En resumen, este es uno de los mejores libros de Clive Barker, totalmente recomendable si eres fan suyo, y sino también. Si no te resulta fácil de encontrar siempre puedes leerte los cómics.
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