Un abogado le encarga a Marlowe que vigile a una mujer que llegará a la ciudad en el primer tren de la mañana, que la siga hasta que se hospede en algún hotel y que después le informe de todo, pero se niega a decirle qué ha hecho la dama para recibir tanta atención. Marlowe acepta el caso y enseguida identifica a la mujer cuando baja del tren. Seguirla es una tarea quizá demasiado sencilla, pero no tardará en complicarse. Marlowe tiene un encontronazo con otro detective, que también anda tras la chica aunque afirme todo lo contrario, y también aparece otro individuo sin escrúpulos que parece saber quién es ella y cuál es su secreto, pues no duda en hacerle chantaje.
Por si no fuera poco tiene lugar la aparición y posterior desaparición de un cadáver, que viene a enturbiar aún más el asunto.
Hace unos años me leí un libro de Raymond Chandler, creo que fue “El largo adiós” aunque no estoy seguro, pero no me gustó, me pareció lento y desde entonces no he vuelto a leer nada suyo. Este lo conseguí gratis en un mercadillo de libros de segunda mano y tengo que decir que me ha gustado. Son apenas 200 páginas, de prosa sencilla y directa y se te pasa volando. Creo que si volviera a leerme ahora el otro libro sí me gustaría.
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