Siete relatos de Dashiell Hammett, tres de los cuales están protagonizados por Sam Spade, el célebre detective privado de “El Halcón Maltés”.
1. Un hombre llamado Spade
Sam Spade recibe una llamada telefónica de Max Bliss, que quiere contratarlo porque alguien quiere matarlo. Al llegar a su casa encuentra a dos policías en la puerta y a Max Bliss, efectivamente muerto. El principal sospechoso es el hermano de Bliss, Theodore. Años atrás los pillaron a ambos por una estafa, pero Max se libró y Theodore fue a prisión 15 años, quedando en libertad hace apenas un mes.
2. Solo se ahorca una vez
Sam Spade se presenta en casa de los Binnett bajo una identidad falsa y solicita ver a Timothy Binnett. El mayordomo le informa de que se encuentra en cama, descansando, pero en su lugar lo recibe Wallace Binnett, su sobrino. Este le advierte que su tío es una persona bastante excéntrica y huraña y se ofrece a tratar de convencerle para que lo reciba. De pronto escuchan un grito de mujer y un disparo. En el piso superior encuentran a la mujer de Wallace muerta en el pasillo y a Timoth despatarrado en la cama, con el cuello enrojecido y algunos arañazos. Llaman a la policía y el viejo explica que un hombre desconocido entró en su habitación e intentó estrangularle, la mujer de Wallace lo descubrió y este le disparó y huyó.
Por su parte Spade les explica su presencia allí. Su cliente, Ira Binnett, abogado y primo de Wallace, lo contrató para que averiguara lo que estaba pasando en casa de su tío. Él y Wallace son sus únicos herederos y hacía tiempo que no lograba contactar con él, ni por carta ni por teléfono. Y al poco de llegar Spade se encontró todo aquel jaleo.
3. Demasiados han vivido
Un hombre contrata a Sam Spade para que encuentre al marido de una amiga suya, que ha desaparecido, pero en caso de hacerlo quiere que lo mantenga alejado de ella, pues la última vez que se vieron tuvieron una fuerte discusión.
4. El ayudante del asesino
Un hombre se encuentra con una amiga en la calle y le parece ver a otro hombre que la está siguiendo. Más tarde vuelve a ver al mismo hombre cerca del piso de ella, como si lo estuviera vigilando. Así que acude al detective privado Alec Rush para que averigüe si la está vigilando, y si es así por qué. Rush descubre que el hombre que la espía ha sido contratado por dos mujeres distintas para que mate a la amiga de su cliente, aunque él no piensa hacerlo pero sí quedarse con el dinero que le han pagado, y que una de las mujeres tiene en su piso una foto del marido de ella.
5. Sombra en la noche
Una chica está con otros dos chicos dentro de un sedán parado en el arcén. Cuando otro coche pasa por su lado la chica le pide al conductor que la lleve. El conductor es Jack Bye, un conocido gangster negro de la zona. Uno de los chicos se apea del coche y le aconseja que se largue y Jack lo deja fino. El otro chico, que sabe quién es Jack, no quiere problemas y se hace cargo de su amigo. La chica convence a Jack de que la invite a una copa.
6. El guardián de su hermano
Un joven y prometedor boxeador tiene que dejarse ganar en su próximo combate. En realidad el chico ignora lo que pasa y es su entrenador, su propio hermano Loney, el que está al tanto del asunto. El chico aguanta como puede pero está recibiendo de lo lindo, así que su hermano cambia de idea y le dice que acabe con él. Las consecuencias para Loney no se harán esperar.
7. El juez que ríe último, ríe mejor
Dos hombres atracan varios negocios durante varios días, pero el último día los pillan y llevan a juicio. Las pruebas contra ellos son circunstanciales, ya que no iban armados y según su abogado solo se les puede acusar de mendicidad, pues ellos pidieron dinero y en esos locales y los empleados que trabajaban allí se lo dieron. Todo parece indicar que van a librarse pero el juez es bastante ladino y mediante un tecnicismo legal hace caer sobre ellos la mayor de las penas.
Esta antología me ha gustado mucho. Es un libro corto, unas 180 páginas, que se lee enseguida y menos dos relatos, que son de unas 50 páginas, el resto anda entre las 10 y las 20 páginas. Vamos, que se lee fácilmente.
Los relatos que más me gustaron son los de Sam Spade, pero el cuarto, el de Alec Rush, también me ha parecido muy bueno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario