Esta es la cuarta entrega de la saga de Elliot Tomclyde y en su cuarto año el joven Elliot debe cursar sus estudios en Windbourgh, el colegio del elemento Aire, cuya ciudad se asienta en las nubes. Pero antes de empezar el curso ve una luz en la mansión abandonada que hay junto a su casa. Movido por la curiosidad entra a investigar y encuentra una misteriosa llave escondida bajo un tablón del suelo, que deja en su sitio, y un espejo que no refleja la propia imagen. Cuando Elliot lo toca empiezan a surgir una serie de imágenes de montañas y nubes, y en ese momento aparece Goryn, su profesor de Naturaleza en Hiddenwood y amigo suyo, que lo reprende por haber entrado en la casa. Al día siguiente Elliot se encuentra con Goryn, pero este no recuerda lo sucedido la noche anterior. Al parecer la mansión abandonada pertenece a su familia desde hace generaciones y él la visita una vez al mes.
Ha ido hoy y ha descubierto que le han robado una valiosísima llave. Elliot deduce que el Goryn de la noche anterior no era el auténtico, sino alguien haciéndose pasar por él, y que por alguna razón le ha robado la llave. Elliot decide no contarle lo sucedido pero sí se lo dice a sus amigos, Úter el fantasma, Gifu el duende, Merak el gnomo y Eric. Úter descarta que fuera una ilusión y le promete investigarlo. Elliot empìeza sus clases en Windbourg y se le acumulan tanto los deberes y estudios que tiene que dejar el asunto un poco de lado, pero una noticia en el periódico le llama la atención. Al parecer una peligrosa nereida llamada Mariana se ha escapado de la prisión de Nucleum, y las nereidas poseen la habilidad de poder cambiar de aspecto, y Elliot corre a transmitirle esta información a Úter. Paralelamente Eric le cuenta a Elliot un hecho curioso que ha sucedido en Hiddenwood. Héctor, un alumno de su clase, fue encontrado amordazado en un armario y los días precedentes participaba activamente en clase, cuando siempre fue un chico reservado. Además parecía muy interesado en saber dónde estaba Elliot.
Esto confirma la sospecha de Elliot de que el falso Goryn era la nereida, y que estuviera tan interesada en él le hace pensar que Tánatos está detrás de todo el asunto. Y lo peor de todo es que, como ahora sabe que está en Windbourgh, puede hacerse pasar por cualquiera, incluído cualquiera de sus amigos.
Este cuarto libro me ha parecido el más interesante de los leídos hasta la fecha. Aquí descubrimos el origen de Tánatos, que es bastante sorprendente y original,y al final del libro ocurre algo terrible e impensable,e incluso Elliot pierde a alguien muy cercano a él. Ya que esta saga la han definido como la versión española de Harry Potter, era de esperar que, al igual que Voldemort, Tánatos acabaría saliéndose con la suya. Es bastante entretenido, pero tiene un tono demasiado juvenil para mi gusto. Bueno, uno más y se acabó.
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