Buscar este blog

lunes, 20 de enero de 2020

Elliot y las piedras elementales, de Joaquín Londaíz Montiel

Esta es la quinta y última entrega de la saga de Elliot Tomclyde y continúa donde lo dejó la cuarta novela. El malvado Tánatos ha logrado finalmente destruír la Flor de la Armonía, sembrando el caois en el mundo elemental (la Flor de la Armonía era la fuente de la magia del mundo elemental) y el Consejo de Elementales apenas es capaz de hacer frente a los ataques de éste: desastres naturales, grandes catástrofes...
Antes de que la Flor fuera destruída el Oráculo le encargó a Elliot dos importantes misiones (la existencia del Oráculo estaba ligada a la de la Flor de la Armonía, y al desaparecer esta, el otro también dejó de existir). La primera, buscar las cuatro Piedras Elementales, escondidas en diferentes partes del mundo y custodiadas por peligrosas y legendarias criaturas. Uniendo las cuatro piedras Elliot podrá crear una nueva Flor de la Armonía, que devolverá el equilibrio al mundo elemental. Y la segunda, encontrar la urna en la que fue creado Tánatos, pues es lo único que puede acabar con él para siempre.

Como último libro de la saga me ha parecido bastante bueno. Una búsqueda por todo el mundo de las piedras elementales llena de aventuras y peligros, mientras reina el caos por todas partes, y esperando nuestros protagonistas dar con ellas antes de que lo haga el enemigo. Personalmente creo que el libro necesitaba más páginas. Se supone que las piedras pueden estar en cualquier parte del mundo y al final resulta que están en lugares conocidos y Elliot las encuentra a la primera, y la urna de Tánatos se encuentra en el mismo lugar que una de estas piedras. Y el final también me pareció algo precipitado, sin tiempo para reflexionar y pensar las cosas. Una vez que Elliot tiene todo va a por Tánatos él solo, así a saco, sin pararse un instante a idear un plan ni nada. Habría sido más conveniente tomarse unas páginas para preparar la confrontación final, y no lanzarse de cabeza.
En fin, a grandes rasgos ha sido una saga bastante entretenida pero no pasa de ahí. Compararla con Harry Potter me parece demasiado osado , toda ella tiene un tono demasiado juvenil que hace que esté muy por debajo de la saga de J. K. Rowling. Supongo que hay que tener 10-12 años para que te encante.

No hay comentarios:

Publicar un comentario