"Reina roja" se convirtió en todo un fenómeno de ventas nada más publicarse y en estos dos años que han pasado desde que vio la luz ha llegado a las 33 ediciones, nada menos. Con el segundo libro, "Loba negra", pasó igual; rápidamente se situó entre el top 5 de los libros más vendidos y el de "Reina roja" subió de nuevo a ese top 5. Este año se publicó el tercer y aparentemente último libro de la saga, "Rey blanco", nuevamente un fenómeno de ventas, que ya va por la 4ª edición.
Mi hermano le regaló a mi padre el segundo libro, el año pasado, así que para hacer bien las cosas busqué el primer libro en la biblioteca, que afortunadamente encontré, así que aquí está la reseña.
La protagonista de "Reina roja" es una mujer llamado Antonia Scott, una mezcla de Sherlock Holmes y Sheldon Cooper. Antonia tiene la mente de un genio, un C. I. de más de 200 y como tal le cuesta mucho relacionarse con la gente y no se le da bien entender el sarcasmo, y no le gusta que la toquen. Antonia formaba parte de algo llamado "Proyecto Reina Roja", una agencia policial extraoficial que se ocupaba de investigar crímenes peculiares, casos de terrorismo, pedofilia y asesinos en serie atípicos, entre otras cosas. Con ellos Antonia resolvió una docena de casos, pero el último acabó de forma trágica cuando el tipo en cuestión se presentó en su piso y le disparó un tiro en la cabeza a su marido, dejándolo en coma irreversible. Antonia abandonó "Reina roja" y se encerró en su piso, saliendo únicamente para visitar a su marido al hospital. Eso fue hace tres años y ahora Antonia escucha a alguien subiendo por las escaleras de su edificio, y eso no le gusta nada.
Esa persona es el inspector de policía Jon Gutiérrez, que ja viajado del País Vasco a Madrid únicamente para convencer a Antonia de que suba a su coche y lo acompañe a un sitio.
Jon está en un serio aprieto. Sintió lástima de una joven prostituta a la que conocía, de lo mal que la trataba su chulo, así que decidió ponerle un cuarto de kilo de droga en el maletero de su coche. Pero cometió el error de contárselo a la chica antes de hacerlo. Esta se lo dijo a su chulo y lo grabó haciéndolo, y el video enseguida se volvió viral. Así que Jon se enfrenta a una pena de entre seis y nueve años de cárcel. Pero entonces aparece un tipo trajeado que responde al nombre de Mentor, que hace un trato con él: Mentor enterrará el asunto del video si convence a Antonia Scott de salir de su retiro.
Antonia lo manda a paseo pero cambia de opinión tras hablar por teléfono con su abuela y Jon la lleva a una urbanización de lujo llamada "La Finca", donde Mentor les está esperando. Allí hallan el cuerpo de un adolescente que ha sido desangrado totalmente, que no presenta ningún signo de violencia. El joven es hijo de la banquera más rica del mundo, razón por la que la madre acudió a Mentor y no a la policía.
Antonia analiza la escena del crimen y el cadaver pero sufre una sobrecarga de información (su cerebro funciona más rápido que el de la gente normal y no es capaz de procesar tanta información de golpe) y se bloquea. Antonia creía estar preparada para volver a usar su don, pero a la vista está que no, y decide arrojar la toalla y volver con su marido. Esa misma noche la hija de Ramón Ortiz, dueño de una de las empresas textiles más importantes del mundo (el equivalente a Amancio Ortega), es secuestrada cuando se dirigía a un centro hípico con su nuevo caballo, y podría ser obra del mismo individuo, alguien que responde al nombre de Ezequiel. Jon acude a informar a Antonia de este nuevo caso, y ante la posibilidad de poder rescatarla con vida, Antonia sabe que no puede desentenderse, así que vuelve al trabajo con Jon.
Sobra decir que el libro me ha encantado. Me enganchó ya desde las primeras páginas y me resultó casi imposible parar de leer. Tranquilamente me leía 120 o 130 páginas al día, y esto es así debido a su ritmo rápido y a su prosa sencilla (si tiene alguna pega es que su prosa es quizá demasiado sencilla para una novela policiaca). A esto también contribuye el misterio del argumento, porque en la sinopsis apenas te cuenta de qué va, te habla un poco de la protagonista y ya está, así que para saber de qué trata el libro tienes que leerlo.
Y Antonia Scott es un personaje único, a medio camino entre Sherlock Holmes y Sheldon Cooper, con la mente prodigiosa del primero y los defectos sociales del segundo. Es absolutamente fascinante. ¿Y qué decir de la trama y las motivaciones del asesino? Cuando creemos saber lo que pasa y vamos juntando las piezas se producen unos giros y revelaciones sorpresa que te dejan con la boca abierta. Aquí nada es lo que parece y tendremos que esperar a los siguientes libros para desvelar el misterio.
Pronto el segundo libro.
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