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martes, 13 de julio de 2021

El instituto, de Stephen King


 Luke Ellis tiene 12 años y es un genio. Estudia en el Colegio Broderick para Niños Excepcionales y el año que viene ha planeado estudiar dos carreras universitarias. Pero también tiene un don. Cuando se altera, los objetos empiezan a moverse, es algo que no puede controlar.

Sus sueños universitarios se irán a pique cuando una noche unos hombres armados se cuelan en su casa, matan a sus padres y secuestran a Luke. Luke se despierta en una institución conocida como el Instituto, en una habitación similar a la suya, pero que él sabe que no lo es. Allí encuentra a otros chicos en su misma situación y estos le explican dónde se encuentra y lo que le espera.

Todos ellos tienen cierta habilidad telepática o telequinética, pero de muy bajo nivel, y allí, en la Mitad Delantera del Instituto, les hacen todo tipo de pruebas médicas y les inyectan misteriosas sustancias. Algunas de estas pruebas rayan la tortura y si no cumplen todas las reglas o se muestran beligerantes, el castigo es brutal. Cuando las pruebas llegan a su fin lo llevarán a la Mitad Trasera, y ningún chico que ha ido allí ha regresado.

Después de ver las cosas horribles que les hacen a los chicos y de sufrirlas en sus propias carnes, y de enterarse de algunas cosas que pasan en la Mitad Trasera, Luke se promete a sí mismo que no permitirá que lo lleven allí y decide huir para buscar ayuda. Nunca nadie ha conseguido huir del Instituto, pero si alguien puede lograrlo es él. Mientras tanto, aquellos de sus amigos que han sido llevados a la Mitad Trasera deciden amotinarse contra sus opresores, para darle a Luke todo el tiempo que puedan para que traiga a la caballería.



El libro me ha encantado. Me ha recordado un poco a “Ojos de Fuego”, a esa institución gubernamental llamada “La Tienda”, pero también es como los X-Men llevado al terror. Los responsables del Instituto son de los peor, son unos monstruos sin ningún ápice de empatía, que no ven a los niños como tal, sino como sujetos de prueba despersonalizados, como unas herramientas que poder utilizar a su antojo. Lo peor de todo es que algunas de estas personas, ¡tienen hijos!

Me encanta que los chicos se rebelen contra sus carceleros (lo de los oprimidos rebelándose contra sus opresores es un tema que siempre me ha gustado) y Luke Ellis es un personaje que me gusta mucho. En definitiva, Stephen King lo ha vuelto a conseguir.

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