"La Reina de los Condenados" es la tercera entrega de las Crónicas Vampíricas y retoma la historia justo donde la dejó "Lestat el vampiro".
Tras el único y multitudinario concierto de su grupo de rock, Lestat se ve asediado por varios vampiros que quieren matarlo por mostrarse al mundo (una de las reglas de los vampiros que nunca deben romperse), pero antes de sufrir daño alguno ve a estos vampiros arder espontáneamente ante sus ojos. Esto solo puede significar una cosa: Akasha, la Reina de los Condenados, madre de todos los vampiros, el primero y más poderoso de todos ellos, ha despertado de su letargo de 6000 años.
En su viaje hacia Lestat ha exterminado a todos los vampiros con los que se ha encontrado, a los que considera indignos del Don Oscuro, y se lleva a Lestat consigo, al que ha elegido como su nuevo consorte (al fin y al cabo fue su música lo que la despertó), para que lo ayude a poner en marcha su Guerra Santa: exterminar a la gran mayoría de los hombres y crear una sociedad matriarcal, donde todos la adoren como una diosa.
En deferencia hacia él, Akasha ha perdonado la vida a los vampiros que conoció en el pasado o que fueron sus compañeros (Louis, Marius, Armand, Gabrielle... ). Estos se reúnen con otros vampiros tan viejos como Akasha y de boca de Maharet escuchan la historia de cómo Akasha se convirtió en el primer vampiro y tratan de idear un plan para detenerla sin que todos mueran en el intento.
En líneas generales el libro me ha gustado mucho pero me ha parecido más denso que el anterior. Me ha encantado toda la historia de las gemelas y Akasha; la forma en que surgió el primer vampiro me ha parecido muy original y me ha gustado conocer a todos esos vampiros milenarios, su historia es fascinante. Pero la prosa es algo recargada y densa. Le dedica páginas y páginas a hablar de la sangre, de la sed insaciable, del éxtasis al beberla, etc, y se para mucho en las descripciones y en diálogos filosóficos sobre la moral, la religión, la violencia del hombre, etc. Muchos de estos capítulos me sobran, yo los habría reducido o incluso eliminado, porque ralentizan mucho el ritmo de la narración.
Aquí también se nos presenta la organización Talamasca, presente tanto en los siguientes libros de la saga como en Las Brujas de Mayfair, con los míticos David Talbot y Aaron Lightner,, y es muy initeresante.
en resumen, le daré un 7,5/10.
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