"Un nuevo amanecer" es una precuela de Star Wars Rebels que tiene lugar 6 años antes y básicamente nos cuenta cómo se conocieron Kanan Jarrus y Hera Syndulla. Desde que se promulgó la Orden 66 Kanan Jarrus ha mantenido un perfil bajo, viajando de un planeta a otro, haciendo todo tipo de trabajos, tratando de no encariñarse con nadie ni de llamar la atención del Imperio. Desde hace unos meses se encuentra en el planeta Gorse, un planeta minero cuya enorme luna, Cynda, es muy rica en thorilide, un mineral que el Imperio utiliza en la fabricación de sus destructores estelares y allí se dedica a trasladar cargamentos de thorilide de la luna al planeta.
Allí se presenta un importante hombre del Imperio, el conde Vidian, un experto en eficiencia que responde directamente ante el Emperador. Su misión allí es incrementar drásticamente la producción de thorilide, pues el Emperador necesita cada gramo del mineral de inmediato. Vidian es un hombre frío y cruel, sin escrúpulos, dispuesto a hacer lo que sea por lograr su objetivo, y no le importa lo más mínimo lo que pueda pasarles a los trabajadores de la explotación minera.
Skelly es un amigo de Kanan (muy a su pesar), bastante paranoico y está convencido de que si siguen extrayendo thorilide mediante cargas explosivas, esto podría desestabilizar la luna y explotar en un millón de pedazos, y las consecuencias serían terribles para Gorse. En su ingenuidad cree que si el conde Vidian lee su informe cesará la extracción de thorilide de Cynda.
Pero Skelly ha hablado en contra del Imperio, lo que es un delito y se dicta una orden de arresto contra él. Lejos de rendirse, SKelly se da a la fuga y tiene la gran idea de colocar varias bombas para llamar la atención de Vidian y demostrar su teoría sobre Cynda, convirtiéndose en el más buscado.
Con todo lo que está pasando Kanan piensa en desaparecer, pero Skelly acaba implicándolo en todo el asunto. Su camino acabará cruzándose con el de Hera Syndulla, que se encuentra en Gorse para contactar con una fuente imperial, y ambos se verán obligados a colaborar juntos para ayudar a Skelly e impedir que Vidian destruya la luna de Gorse.
Cuando estaba viendo la serie de Ahsoka me dieron ganas de leerme las novelas relacionadas con Rebels y Thrawn, y decidí empezar por esta porque era una precuela directa de Rebels y Kanan Jarrus es uno de mis personajes favoritos de toda la saga.
La novela me ha gustado mucho, más que otras novelas de Star Wars que he leído. Me ha parecido fascinante saber cómo se conocieron Kanan y Hera y que al principio chocaran y no se cayeran bien. También ha sido curioso encontrarme a un Kanan tan distinto del de Rebels. En la serie era algo reservado, al menos al principio, y aquí me recordó mucho a Han Solo, siempre vacilando y burlándose del enemigo y pensando solo en sí mismo.
Además también me encanta ser testigo de cómo se opera el cambio en él, de cómo pasa de solo pensar en sí mismo y no querer meterse en problemas con el Imperio a ir a saco contra este cuando atacan a sus amigos. La trama también me ha gustado, me ha parecido muy interesante todo el tema de la explotación minera y el conde Vidian me ha parecido un gran villano, es muy imponente y maquiavélico.
La única pega que le encuentro al libro es que me ha parecido un pelín largo de más. Las escenas de acción se estiran demasiado y el enfrentamiento final con Vidian se hace eterno, se desarrolla por casi 100 páginas y pasan muchas cosas. Creo que debió ocurrir más hacia el final y no durar tanto. Por lo demás es una muy buena novela de Star Wars.
No hay comentarios:
Publicar un comentario