El chico artificial, de Bruce Sterling

La novela transcurre en el planeta Reveria, donde la violencia es el principal entretenimiento de sus habitantes. El principal espectáculo es una especie de lucha de gladiadores pero con guerreros urbanos, que han modificado sus cuerpos con implantes en favor de la lucha y el espectáculo. Estos individuos están rodeados de cámaras flotantes que graban todos sus movimientos y luego esas imágenes se emiten en todo el planeta. 

El mejor y más famoso de ellos es el Chico Artificial y a lo largo de la novela se irá ahondando en el misterio que rodea a este personaje; por qué aparenta eternamente estar en los 21, cuál es su origen, por qué es el mejor guerrero de todos, su relación con sus amigos y enemigos... 

Por si esto no fuera poco, el Chico Artificial se verá atrapado en medio de una conspiración del gobierno, cuando descubre un gran secreto del Cabal, un grupo de individuos muy ricos y poderosos que son los que gobiernan Reveria desde hace siglos, y que si sale a la luz supondrá el fin de su hegemonía. Por ello el Cabal se alía con los enemigos del Chico para darle caza a él y a sus amigos y silenciarlos cueste lo que cueste. 

Bruce Sterling es junto a William Gibson uno de los padres del género cyberpunk y hace 20 años o así me leí una antología suya, "Crystal Express", cuando era un desconocido para mí. Sinceramente, por lo que recuerdo, no me enteré de nada. Y es que algunos de los relatos estaban relacionados con algunas novelas que escribió antes, y lógicamente si no las has leído andarás muy perdido. Así que he decidido leerme esas novelas anteriores a Crystal Express antes de volver a probar suerte con dicha antología.

Acerca de esta novela lo mejor que puedo decir es que es entretenida. Es una historia muy de serie B que mezcla muchas cosas y el resultado es bastante bizarro. Gente que vive por siglos, transferencia de consciencias a otros cuerpos, alteraciones genéticas, la violencia como principal entretenimiento de la plebe, conspiraciones gubernamentales... Todo esto puede tener su interés, pero no es un libro que realmente enganche al lector. Si no lo hubiera leído tampoco me habría perdido gran cosa. Yo diría que es uno de los libros que menos me han gustado de este año.