Stephen King escribió esta historia
directamente para televisión y tuvo tanto éxito que acabó sacando
el libro (que no es novela, sino el guión de la miniserie). Ahora no
tanto, pero por aquel entonces había bastante desfase entre las
emisiones en USA y España, así que me leí el libro mucho antes de
ver la miniserie, y me enganchó tanto que no podía parar de leer.
Lo acabé en tres días, y eso que estaba de exámenes, y desde
entonces he vuelto a leerlo por lo menos tres veces más.
La primera vez que la vi fue por la
tele y me cabreó un poco que resumieran los tres capítulos que la
forman en tan solo dos, eliminando algunas escenas (recuerdo algunas
de ellas, como la escena inicial de las escaleras, o aquellas en que
Linoge enseña los colmillos). Luego, cuando me hice con ella por
otros medios, esta vez sí estaba entera, y me gustó tanto como la
primera vez.
La historia transcurre en la isla de
Little Tall, la misma de Dolores Claiborne. Se acerca la peor
tormenta que ha azotado jamás la isla y los isleños se preparan
para lo peor, haciendo acopio de víveres. Pero para lo que no están
preparados es lo que viene con la tormenta: André Linoge.
Nadie lo había visto nunca antes en
la isla, no lleva ninguna identificación encima y nadie sabe cómo
ha llegado a Little Tall. Solo saben una cosa: que es un asesino. Lo
primero que hace al llegar es matar a bastonazos a una anciana, y se
sienta a esperar a que vengan a detenerlo. El sheriff de la isla,
Mike Anderson, y también propietario del único supermercado, no
tarda en presentarse con su ayudante, Alton Hatcher, y lo arrestan
sin mayor problema, pero antes de meterle en el coche Linoge le dice
a Mike que si le dan lo que quiere, se marchará. Mike le pregunta
qué quiere, pero Linoge le responde que lo sabrá en su momento, y
no vuelve a abrir la boca.
En las siguiente horas se producen
varios suicidios e incluso otro asesinato, y en los escenarios de las
muertes aparece escrita la frase : “Dadme lo que quiero y me
marcharé”. Mike, Hatch y los hombres que se turnan vigilando a
Linoge empiezan a pensar que, de alguna forma, él es el responsable,
y plantean la posibilidad de que no sea humano. ¿Cómo se explica
entonces que sepa sus secretos mejor guardados con solo mirarlos? Y
al ver de lo que es capaz y lo que puede hacerles si no le dan lo que
quiere, deciden que sea lo que sea, se lo darán. Pero lo que les
pide resulta algo inimaginable...
Sin duda alguna, André Linoge es,
junto a Pennywise y Randall Flagg, uno de los mejores
monstruos-villanos salido de la mente de tito King. Desde la primera
escena quedé fascinado por él (de hecho me gusta tanto que el nick
de mi correo, linoge30, es mi forma de rendirle homenaje) y la
interpretación de colm feore es magnífica. Lo que más me gusta del
personaje no es que sea capaz de obligar a la gente a hacer lo que él
quiera, como suicidarse o matar a alguien (bueno, un poco sí), sino
que sabe, solo con echarte un vistazo, cuál es tu mayor secreto, ese
que no le has contado ni a la persona en quien más confías, y luego
te lo hecha a la cara delante de todo el mundo. Y no olvidemos esa
bastón tan chulo que tiene, cuya empuñadura es una cabeza de lobo
plateada, enseñando los dientes. Chulo y acojonante a un tiempo.
Pero para acojonante la cancioncilla infantil. La escena más
terrorífica de toda la miniserie, quitando la del tío que se abre
la cara con un hacha, porque no se ve cómo lo hace, es cuando los
niños se ponen a cantarla todos al mismo tiempo, haciendo los mismos
movimientos, como si estuvieran hipnotizados. Siempre que la veo me
da escalofríos. Solo Stephen King puede convertir una inocente
cancioncilla infantil en algo que te ponga los pelos de punta. Por
algo es el rey del terror.
Aquí la tienes:
Soy una tetera
soy guapa y rechoncha
tengo asa y panza
y soy muy redonda
Cuando esté hirviendo
oirás mi silbido
cógeme, inclíname
y el té estará servido
La parte más intensa es sin duda la
recta final. Es imposible no apiadarse del pobre Mike Anderson y de
no sentirse tan impotente como él. Tratando de convencer al resto de
isleños de que tomen la decisión correcta y viendo que todos están
contra él, incluso su propia esposa y su mejor amigos, y encima que
todos lo miren como si estuviera loco. Es imposible de creer, vamos.
En definitiva, una miniserie
terrorífica con la que tendrás el corazón en un puño todo el
tiempo. ¡No te la pierdas!
Genial, la he visto muchas veces.
ResponderEliminarEs una obra maestra... los isleños, saben guardar secretos.