Este segundo libro de la trilogía
“Leyendas de Dune” arranca 24 años después del
comienzo de la Yihad Butleriana y abarca un periodo de 13 años.
En este tiempo han conseguido recuperar
algunos planetas de manos de las máquinas pensantes, pero
también han sufrido dolorosas derrotas e innumerables bajas.
Para dirigir los asuntos de la Yihad se
ha creado un Consejo, y Serena Butler se ha convertido en todo un
símbolo de la Yihad y su principal impulsor. Tras sufrir
varios intentos de asesinato por parte de unos espías humanos
de las máquinas infiltrados entre los yihadistas, Serena
permanece la mayor parte del tiempo recluída en la Ciudad de
la Introspección y solo sale para acudir a las sesiones del
Consejo o arengar a las masas cuando su ánimo ante la guerra
decae, acompañada en todo momento por sus serafinas, fieras
guerreras dispuestas a dar su vida por ella.
Iblis Ginjo era el capataz de los
esclavos humanos de la Tierra y cuando vio a Serena atacar al robot
Erasmo con sus propias manos tras lo que había hecho, incitó
a la masa de esclavos a romper sus cadenas y alzarse contra las
máquinas pensantes, dando comienzo así a la Yihad
Butleriana, y cuando Vorian Atreides llevó de vuelta a Serena
a su hogar, Iblis también se fue con ellos. Ahora ocupa el
cargo de Gran Patriarca de la Yihad y en ausencia de Serena es él
quien dirige el Consejo y arenga a las tropas. Tras los intentos
fallidos de asesinato contra Serena, creó la Yipol, la policía
de la Yihad, y su principal labor es descubrir a los espías de
las máquinas entre los yihadistas. Casualmente, varios de sus
rivales políticos resultan ser espías de las máquinas
y son ejecutados posteriormente.
Pese a que al principio Xavier
Harkonnen veía a Vorian Atreides como a un traidor de la
humanidad aun después de haberles devuelto a Serena y haber
conseguido una copia de la supermente Omnius, lo que les permitió
obtener mucha información sobre las máquinas pensantes
y las defensas de los Planetas Sincronizados y mejorar sus propias
defensas y armamento, con el paso del tiempo se han convertido en los
mejores amigos y son ellos los que dirigen a las tropas contra las
máquinas.
Sin decirle nada a nadie, Vorian ha
estado trabajando en secreto con la copia de Omnius, creando un virus
tecnológico que ha escondido en su interior, y una vez
terminado devuelve la copia a la nave que se encargaba de llevar las
actualizaciones de Omnius de un planeta a otro, que pilotaba él
mismo junto al robot Seurat y que lleva todo este tiempo desactivado.
De este modo y sin saberlo, Seurat va infectando a las diferentes
encarnaciones de Omnius, que empiezan a funcionar mal y acaban
autodestruyéndose, aunque al final el robot Erasmo descubre
cuál es el problema y consigue ponerle remedio.
Serena Butler dirigiéndose a las tropas |
Los Titanes, que quieren acabar tanto
con los humanos como con la hegemonía de Omnius, aprovechan la
situación para rebelarse oficialmente contra la supermente y
empiezan a reunir su propio ejército de máquinas y
neocimeks. Por su parte, Iblis Ginjo encuentra por accidente a la
Titán Hécate, que formó parte de los Titantes
originales pero no compartía sus ideas de conquista y dominio,
así que decidió desaparecer hace 1.000 años.
Iblis consigue convencerla de que los ayude en la guerra contra las
máquinas y gracias a ella logran convertir derrotas aseguradas
en victorias inesperadas, aunque Iblis mantiene su colaboración
en secreto, pues cree que no sería bien aceptada por la Yihad.
Guerra aparte, el libro sigue ahondando
en los orígenes de muchas cosas que salen en la saga original,
que empezamos a conocer en el libro anterior. En estos años la
especia de Arrakis ha empezado a difundirse por el universo y
Aurelius Venport, que posee el monopolio, está haciendo
fortuna con ella. Gracias a su influencia consigue convencer a Tio
Holtzman de que permita a Norma Cenva rescindir el contrato que tenía
con él y así centrarse al 100% en llevar adelante su
proyecto más ambicioso: construír las primeras naves
que plieguen el espacio. Pero esta tecnología no es del todo
fiable y un gran porcentaje de estas no llega a su destino, algunas
incluso no vuelven a aparecer. Cuando el Consejo de la Yihad descubre
la existencia de estas naves no duda en apropiarse de todas ellas
para utilizarlas en la guerra contra las máquinas, aun a pesar
del riesgo.
Y por si no fuera suficiente con ser la
responsable de la mayoría de los inventos atribuidos a Tio
Holtzman y con inventar el motor que pliega el espacio, Norma Cenva
es también la primera en acceder a sus Otras Memorias, cuando
es capturada y torturada por el Titán Jerjes, lo cual
despierta sus poderes mentales latentes.
El naib Dartha, de Arrakis, se ocupa de
recoger la melange para Aurelius Venport, pero hace una temporada que
está teniendo problemas con el grupo de foragidos liderados
por Selim Montagusanos, que ataca y destruye sistemáticamente
todos sus cargamentos de especia. El naib Dartha fue el que expulsó
a Selim al desierto, acusado injustamente de haber robado agua, pero
en vez de morir aprendió a sobrevivir en el duro desierto y se
convirtió en la primera persona en montar un gusano de arena.
Atrapado en una explosión de especia Selim tuvo la visión
de que la continua extracción de melange acabaría
destryendo el planeta, por eso desde entonces se dedica en cuerpo y
alma a destruír cada cargamento. Con el paso de los años
la leyenda de Selim Montagusanos ha ido creciendo hasta convertirlo
en un ser irreal, alguien considerado por muchos como un fantasma,
que nadie ha visto de cerca, y pese a que era despreciado y temido
por personajes como el naib Dartha, también era admirado por
muchos otros. Y así es que, pese a que comenzó su
cruzada solo, con el paso de los años muchos zensunnis han ido
uniéndose a su causa, hastiados del corrompido estilo de vida
de las tribus del desierto, y Selim ha ido enseñandoles a
sobrevivir en el desierto, a montar a Shai Hulud y a preservar cada
gota de agua que produce sus cuerpos.
Xavier Harkonnen |
En Poritrin, hogar de Tio Holtzman, la
esclavitud es legal y éste suele utilizar esclavos para
desarrollar sus prototipos de nuevas armas ofensivas y defensivas
destinadas a la Yihad. Los esclavos, todos procedentes de Planetas No
Aliados, están hartos de su situación y de reclamar sus
derechos inútilmente, y planean una gran revuelta en el
aniversario de una fallida revuelta que acabó en masacre, hace
casi 30 años. Un grupo de unos 100 esclavos, liderados por el
joven Ishmael, está en contra de cualquier tipo de violencia
debido a su religión (zensunni). Ishmael sabe que la revuelta
solo conseguirá que los maten a todos, igual que en la
revuelta anterior, así que él y su grupo deciden huír
del planeta en la nave prototipo de Norma, y acaban en la lejana
Arrakis. Allí conocerán a los seguidores de Selim
Montagusanos, que les enseñarán a valerse por sí
mismos y a sobrevivir en aquel arduo paraje, y juntos llegarán
a ser conocidos como los Free Men de Arrakis (Fremen, ¿lo
pillas?).
Además también conocemos
el origen de los Mentats, que curiosamente resulta ser un experimento
del robot Erasmo a raíz de una apuesta con Omnius, y el origen
de los legendarios espadachines de Ginaz. En “Dune. Casa Harkonnen”
conocíamos la leyenda sobre Jool Noret, el fundador de la
escuela de maestros espadachines de Ginaz, y aquí descubrimos
su verdadera historia, que como es lógico, tras 10.000 años
se ha ido adornando y exagerando.
El libro es tan bueno como su
predecesor o incluso más, porque se avanza bastante tanto en
la guerra contra las máquinas como en las tramas de los
orígenes. Personalmente me encanta el tema de las precuelas y
ver cómo se llegó a tal o cual punto, cómo se
formó tal organización o cómo determinado
personaje llegó a ser un aclamado héroe, o todo lo
contrario. Selim Montagusanos, por ejemplo, no se menciona en la saga
original, pero es un personaje fundamental, porque si lo piensas,
alguien tuvo que ser el primero en atreverse a montar un gusano de
arena, ¿no? Selim me encanta porque me recuerda mucho a Paul
Atreides, con su toque mesiánico, sus visiones de futuro
causadas por la especia y la larga legión de seguidores que
arrastra. Es una lástima que salga tan poco.
Xavier y Vorian son los pilares de la
trilogía, no podía ser de otra manera, y me encanta lo
mucho que ha evolucionado su relación desde las últimas
páginas del anterior libro. Es genial ver que un Harkonnen y
un Atreides sean los mejores amigos, incluso se tratan como hermanos,
y verlos luchar codo con codo, porque es algo que no volverá a
ocurrir jamás. Lo cual te embraga de cierta tristeza.
Vorian Atreides |
Tras leer “Dune. La Yihad Butleriana”
pensé que era imposible encontrar un personaje más
odioso que Erasmo. Pues me equivocaba. En este libro, Iblis Ginjo se
lleva el ganso de la Feria. Hablando en plata, es un retorcido hijo
de puta.
Es un hombre frío y manipulador
para el que el fin justifica los medios, dispuesto a hacer lo que sea
necesario para que sus planes se cumplan. Por ejemplo, los intentos
de asesinato de Serena fueron cosa suya, para tenerla controlada y
que se quedara tranquilita en la Ciudad de la Introspección,
mientras él se encargaba de dirigir la Yihad. Y también
hizo que la Yipol masacrara pueblos libros protegidos por la Liga de
Nobles, haciéndolo pasar por obra de las máquinas para
así encender los ánimos de la gente y que se presenten
más voluntarios para la causa. Y más cosas.
Xavier Harkonnen, al descubrir todo lo
que ha hecho Iblis en nombre de la Yihad, no cabe en sí de
horror y decide ocuparse de él de la forma más
drástica. Lo que hace para poner remedio al asunto es en mi
opinión digno de alabar y lo convierte en uno de los más
grandes héroes de toda la saga, pero el hecho traerá la
desgracia sobre el apellido Harkonnen y éste será
sinónimo de traición. Solo su amigo Vorian Atreides
conocerá la verdad, la cual decidirá mantener en
secreto pues si se supiera lo que Iblis hizo, la Yihad acabaría
por desmembrarse.
Bien, ahora espero no tardar demasiado
tiempo en ponerme a leer el último libro de la trilogía.
-Podemos vivir en este planeta como
elijamos, y crear nuestra propia vida y nuestro futuro. ¡Jamás
volveremos a ser esclavos!-suspiró con orgullo y añadió-:A
partir de este día se nos conocerá como Free Men de
Arrakis.
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