De Murakami empecé leyendo “Tokio
blues”, que me encantó, y luego siguió “After dark” y “De
qué hablo cuando hablo de correr”. La obra de Murakami suele ser
bastante surrealista, mezclando fantasía o ciencia-ficción con el
mundo real, aunque son una fantasía y ciencia-ficción algo
atípicas, así que opté por empezar con sus libros más normales
para ir acostumbrándome a su prosa tan peculiar. Aparte de estos
tres, en mi biblioteca también tienen el presente libro, “Kafka en
la orilla”, “1Q84 (Libros 1 y 2)” y “Crónica del pájaro que
da cuerda al mundo”, y escogí éste simplemente porque era el
menos extenso.
Aquí Murakami nos presenta dos
historias paralelas que nos va contando de forma intercalada. La
primera transcurre en una ciudad rodeada por una gran muralla. El
protagonista, del que no sabemos el nombre, acaba de llegar y lo
separan de su sombra y le arrebatan sus recuerdos, condiciones
indispensables para poder entrar en la ciudad. Allí existen grandes
manadas de unicornios cuyo pelaje cambia de color al llegar el otoño,
y la labor de nuestro protagonista es leer los viejos sueños
guardados en el interior de los cráneos de los unicornios muertos.
Su sombra le encarga que recorra toda la ciudad y le haga un mapa
para así tratar de salir de allí y el protagonista, por su parte,
tratará de buscar la manera de recuperar sus recuerdos.
La otra historia transcurre en un Tokio
distópico de un futuro no muy lejano. El protagonista, del que
tampoco sabemos el nombre, es una especie de informático que trabaja
para una gran organización que está en guerra con otra por hacerse
con el control exclusivo de la información. El hombre utiliza su
cerebro como el disco duro de un ordenador: mete en él los datos que
le proporciona el cliente que lo contrata, los somete a un proceso
llamado shuffling, del que no se nos dan demasiados detalles, y luego
los saca y se los devuelve.
Los servicios del protagonista son
requeridos por un excéntrico científico que vive escondido en la
red de alcantarillado y que ha hecho importantes experimentos sobre
la conciencia y la mente.
Hay que decirlo, el libro es bastante
raro. Las primeras 100 páginas son algo lentas y confusas, porque te
encuentras todo esto de unicornios, sombras, shuffling y lecturas de
sueños y no sabes cómo tomártelo. Pero una vez pasado ese punto y
una vez te acostumbras al tono del libro, éste resulta ser bastante
bueno. Además, el libro guarda unas cuantas sorpresas y revelaciones
que lo mejoran notablemente. Ambas historias corren paralelas y sin
aparente relación, pero al final resulta que sí la tienen, y lo que
se dice acerca de la conciencia me gustó especialmente. Me recordó
aquella miniserie de Jim Caviezel, The Prisoner, aunque en aquella la
explicación final me pareció decepcionante y aquí tiene bastante
sentido.
En definitiva, es un muy buen libro de
Murakami, un candidato perfecto para iniciarse con los que yo llamo
sus libros raros. Ahora, creo que el próximo será el de Kafka en la
orilla, pero dentro de un tiempo.
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