La mansión de las mil puertas, de Jordi Sierra i Fabra

Tres relatos de terror, pero son para niños de 12 años, así que lo que es asustar, más bien poco. En el primero, que da título al libro, una familia decide acampar en un bosque, comer allí y pasar el día disfrutando del lugar. Mientras la comida no está lista, Ismael y Elías, dos hermanos gemelos, deciden explorar el bosque y encuentran una tétrica mansión que recibe el nombre de “La Mansión Sin Regreso”. No dudan en entrar, pero el problema surge al tratar de salir, pues la puerta no tiene ni cerrojo ni pomo y lo mismo pasa con las ventanas. El interior de la mansión es como un laberinto con infinidad de puertas y cada una conduce a un lugar diferente: “Por aquí morirás de risa”, “Por aquí verás el futuro”, “Por aquí no hay salida”, “Por aquí no querrás salir nunca jamás”, y así con todas, así que para salir deberán recorrer toda la mansión.

En “Cambio de cerebro” el protagonista es un niño, Jorge, que tiene horror a dormirse porque sufre terribles pesadillas en las que unos seres alienígenas, los baitianos, pululan por el interior de su cuerpo y le van robando sus recuerdos. Jorge está convencido de que los baitianos están realmente dentro de él, así que su madre lo lleva a ver a un psiquiatra que lo hipnotiza para que supere ese trauma. Y en “¡Máquinas!” Tomás descubre que su hermana es en realidad un robot.

Jordi Sierra i Fabra es un autor de novelas juveniles que se lee mucho en los colegios. Yo me he leído algunos libros suyos por decisión propia y lo cierto es que me gustaron bastante porque tocan temas muy diversos y son muy amenos, claro que son libros para niños de 12 años, qué menos. Tenía ganas de leerme este libro por su cambio de registro, pero lo cierto es que me ha parecido bastante simplón. Pensé que sería algo a lo R. L. Stine, pero qué va. Además el primer y el tercer relato son demasiado largos, 120-130 páginas cada uno, creo que no eran necesarias tantas páginas para contar esas historias. Pero supongo que a un chaval de 12 años le encantarán. A pesar de ello no descarto leer algún otro libro suyo.