Kafka
Tamura es un chico de 15 años que no mantiene una buena relación
con su padre, un famoso escultor convencido de que su hijo acabará
matándole y que se acostará con su madre y hermana, así que el día
de su cumpleaños se fuga de casa, igual que hicieron ellas hace
años. Kafka llega a la ciudad de Takamatsu y encuentra refugio en
una peculiar biblioteca. Allí conoce a la señora Saeki, la
misteriosa directora de la biblioteca, la cual Kafka cree que podría
ser su madre, y a Ôshima, su joven ayudante, que parece y se
comporta como un chico pero que en realidad es una chica.
Por
otro lado conocemos a Satoru Nakata, un hombre de sesenta años que
siendo niño sufrió un extraño accidente que lo sumiño en coma
durante varias semanas y al despertar había perdido totalmente la
memoria; no recordaba quién era, ni a sus padres, ni leer ni
escribir, ni nada de lo que había aprendido hasta entonces, se
convirtió en un papel en blanco. Tras despertar, Nakata tuvo
dificultades para hacerse entender por la gente, pero desarrolló el
don de comunicarse con los gatos. Nakata se dedica a buscar gatos
perdidos y ahora está buscando uno de rayas que responde al nombre
de Goma. Esta búsqueda será el comienzo de un largo viaje que lo
llevará hasta la biblioteca de la señora Saeki.
Ya
echaba de menos la prosa de Murakami. Yo tenía pensado leerme más
libros suyos este año, pero ya sabes lo que pasa, muchos libros
pendientes, el tiempo va pasando y lo libros que pensaba que me daría
tiempo leer al final tengo que dejarlos para el año que viene, pero
al menos he podido colar este en estas últimas semanas del año.
Como
en el libro anterior de Murakami que me leí, “El fin del mundo y
un despiadado país de las maravillas”, este libro tiene dos tramas
que acaban fusionándose en una sola. La de Kafka es como una
tragedia griega. La profecía que le lanzó su padre, su
enamoramiento de la señora Saeki, que cree que es su madre, lo de
Sakura, su hermana figurada y lo que pasa con su padre. La de Nakata
ya es más surrealista. El extraño accidente de su infancia, lo de
hablar con los gatos, la lluvia de peces y sanguijuelas, la piedra de
la entrada... Son cosas un poco locas, pero uno ya se ha leído
varios libros de Murakami y está acostumbrado a la mezcla de géneros
del autor, de historias más o menos normales con historias
surrealistas.
El
libro me ha gustado mucho, tanto la parte de Kafka como la de Nakata,
aunque algunas cosas no llegan a explicarse del todo, como lo del
accidente de Nakata, la “ausencia” de Kafka y la cosa blanca.
Bueno,
el año que viene espero leerme “Crónica del pájaro que da cuerda
al mundo” y ª1Q84”.
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