El abogado Jerry Vincent ha sido asesinado en el parking del edificio donde tenía su bufete y a raíz de una cláusula en sus contratos todos sus casos son transferidos a Michael Haller, el más importante de los cuales es el de Walter Elliot, un conocido productor de cine acusado del asesinato de su esposa y de su amante. Haller llevaba un año alejado de la abogacía a causa de las consecuencias que tuvo para él el caso Roulet (El inocente) y pensaba volver poco a poco, con casos pequeños, pero decide aceptar los casos de Vincent, asumiendo que está preparado para la presión que supondrá para él el caso Elliot.
El inspector de Homicidios Harry Bosch es quien investiha el asesinato de Jerry Vincent y al principio él y Haller chocan, porque Bosch cree que Vincent fue asesinado a causa de alguno de sus casos abiertos y quiere tener acceso a todos ellos, pero Michael no puede permitírselo por la confidencialidad abogado-paciente. Michael empieza a pensar que, como ha asumido los casos de Vincent, su asesino podría ir ahora a por él, así que acaba accediendo a colaborar con Bosch.
Este segundo libro de la serie de Michael Haller es tan bueno como el primero. Tiene parte de novela policial y parte de novela judicial, y esta última predomina más que la otra. Está claro que Connelly le pisa el terreno a Grisham (al menos un poco), pero le da su propio estilo haciendo que sus libros de Michael Haller difieran bastante de los thriller judiciales de Grisham. A Haller no le importa si su cliente es culpable o inocente, solo le importa lo que las pruebas puedan demostrar y el juicio lo describe como si se tratara de un partido de fútbol; Haller nos explica lo que trata de conseguir al hacerle tal o cual pregunta al testigo, buscando que el jurado se quede con tal idea o sensación y así ganarlo a su favor, o dejando quedar mal al testigo presentado por el fiscal, y esto es lo que lo distingue de los libros de Grisham.
Una de las cosas que más molan del libro es la presencia de Harry Bosch. Si eres fan de Connelly sabrás que Michael Haller y Harry Bosch son hermanastros, no es ningún secreto. Haller no lo descubre hasta el final del libro, pero la gracia está en que Bosch lo sabe desde hace años pero no le dice nada hasta que Haller se lo pregunta directamente. Lo genial de esta serie es que sus libros alternan entre los protagonizados por Michael Haller en solitario y los protagonizados por él y Harry Bosch. En USA llevan ya cinco libros, aquí solo vamos aún por el tercero. Un retraso demasiado grande.
Este libro está genial y contiene unos cuantos giros bastante sorprendentes. Si te gusta la serie de Harry Bosch seguro que esta también te encantará.
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