Hasta ahora no sabía quién era Ray Garton, pero vi este libro en la biblioteca y tanto la portada como la sinopsis me atrajeron, así que me lo llevé a casa. La novela gira en torno a una secta y a su carismático líder, un misterioso individuo llamado Mace. El objetivo de Mace son los adolescentes con problemas y es muy hábil a la hora de detectar sus puntos débiles y qué es lo que desean. Mace es un manipulador y un embaucador y seduce a estos chicos con rock, drogas y sexo sin fronteras, y les ofrece un lugar sin normas donde podrán hacer lo que deseen. Les da a cada uno un amuleto, el Crucifax, un instrumento que les permitirá dejar atrás todos sus problemas e ir a un lugar mejor.
El Crucifax en realidad es un crucifijo cuyos extremos son cuatro afiladísimas cuchillas, y el objetivo de Mace es que todo culmine en un gran suicidio en masa. Pero algunas personas saben lo peligroso que es Mace y tratarán de detenerle y salvar a los chicos: J. R. Haskell, nuevo tutor del Instituto Santa Rosa del Valle de San Fernando, cuya hermana estuvo en una secta similar años atrás y que acabó suicidándose; Faye Beddoe, profesora del mismo instituto que lleva años investigando el fenómeno de las sectas y Jeff Carr, un joven cuya hermana ha sido absorbida por la secta de Mace.
En mi opinión las novelas de terror de los ochenta son de lo mejor del género y este es un claro ejemplo. El tema de las sectas es fascinante y esta novela tiene momentos bastante fuertes. Soy una persona bastante impresionable y más que los momentos de terror lo que me dejó estupefacto es ver cómo estos chavales se corrompen tan fácilmente, hasta el punto de que se creen que suicidándose se transportarán a un lugar mejor.
Hay un personaje femenino que pasa de ser una chica formal y responsable a meterse de todo, participar en orgías (¡hasta tiene sexo con su hermano!) y llegar a cortarse el cuello para irse a ese lugar mágico del que le habla Mace. A mí esto me impactó muchísimo y casi no me dejaba dormir por las noches. Para llegar a esos extremos hay que tener la autoestima por los suelos y muchas inseguridades, porque por mucho que me insistan yo no me drogo si no quiero, y si un tío me dice que si me corto el cuello me transportaré a otra dimensión, lo mando a paseo.
El personaje de Mace me ha gustado mucho y tiene un aire a Randall Flagg, el mítico villano de "Apocalipsis" de Stephen King. Es tan carismático y manipulador como él, y como él tampoco es del todo humano. Aunque aquí nos quedamos sin saber qué es realmente y por qué empuja a los chavales al suicidio.
En resumen, "Crucifax" es una muy buena novela de terror, uno de los mejores ejemplos de ese terror ochentero tan bien considerado hoy día. Ray Garton era un desconocido para mí, pero a partir de ahora trataré de encontrar más novelas suyas.
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