La Reina Traidora, de Trudi Canavan

"La Reina Traidora" es la última entrega de la trilogía "La espía Traidora", secuela de "Las crónicas del Mago Negro" y transcurre 20 años después de ésta. 

El hijo de Sonea, Lorkin, que en el libro anterior se unió a las Traidoras, es enviado de vuelta por la reina Traidora para negociar una alianza con Kyralia a espaldas del rey de Sachaka. Al saber que ha reaparecido, éste lo convoca a su presencia y le exige que le cuente todo lo que sabe sobre las Traidoras (ubicación de su base secreta, número de efectivos de su ejército, etc). Lorkin ignora dónde está su base (lo llevaron allí con los ojos vendados) pero se niega a dar su permiso para que le lean la mente cuando el rey se lo propone, así que este hace que lo encarcelen. 

Sonea, en compañía de Lord Regin, parte rumbo a Sachaka para llevar a cabo dos misiones, una de ellas secreta. Oficialmente va a negociar la liberación de su hijo, pero a mitad de trayecto le informan de que ha sido liberado, así que se dirige con Regin a cumplir la segunda misión: reunirse con la reina Traidora para establecer una alianza con ellos. Durante la reunión descubre que la reina planea declararle la guerra al rey de Sachaka y a sus ashakis y acabar definitivamente con la esclavitud imperante en el país desde hace siglos.

En Imardin, Cery y su hija Anyi tienen que cambiar constantemente de escondite para eludir a los asesinos de Skellin y finalmente hallan refugio bajo el Gremio de Magos. La joven maga negra Lilia los ayuda llevándoles suministros y haciendo de intermediaria entre ellos y el mago negro Kellen, al frente de la búsqueda de Skellin. Los tres idean un plan para atraer a Skellin a una trampa y acabar definitivamente con el mago renegado. 

Este último libro de la trilogía me ha gustado mucho y estoy satisfecho con cómo ha concluido todo. Es verdad que la acción está ausente durante la mayor parte del libro y se centra más en las intrigas palaciegas y en poner en marcha los distintos planes de los protagonistas, pero en el tramo final la acción toma el relevo, con la batalla entre Traidoras y ashakis, que es espectacular, y la resolución del asunto de Skellin. Como he dicho anteriormente, esta trilogía es muy superior a su predecesora, y a diferencia de aquella no tiene largos pasajes de relleno, no le sobra nada y es realmente muy buena. Altamente recomendable.